Blockchain y la economía 5.0

 

Una cadena de bloques, conocida en inglés como blockchain, ​ es una estructura de datos en la que la información contenida se agrupa en conjuntos (bloques) a los que se les añade metainformaciones relativas a otro bloque de la cadena anterior en una línea temporal, de manera que gracias a técnicas criptográficas, la información contenida en un bloque solo puede ser repudiada o editada modificando todos los bloques posteriores. Esta propiedad permite su aplicación en un entorno distribuido de manera que la estructura de datos blockchain puede ejercer de base de datos pública no relacional que contenga un histórico irrefutable de información.​

En la práctica ha permitido, gracias a la criptografía asimétrica y las funciones de resumen o hash, la implementación de un registro contable (ledger) distribuido que permite soportar y garantizar la seguridad de dinero digital.​ Siguiendo un protocolo apropiado para todas las operaciones efectuadas sobre la blockchain, es posible alcanzar un consenso sobre la integridad de sus datos por parte de todos los participantes de la red sin necesidad de recurrir a una entidad de confianza que centralice la información.
Por ello se considera una tecnología en la que la "verdad" (estado confiable del sistema) es construida, alcanzada y fortalecida por los propios miembros; incluso en un entorno en el que exista una minoría de nodos en la red con comportamiento malicioso (nodos sybil) dado que, en teoría, para comprometer los datos, un atacante requeriría de una mayor potencia de cómputo y presencia en la red que el resultante de la suma de todos los restantes nodos combinados.

Por las razones anteriores, la tecnología blockchain es especialmente adecuada para escenarios en los que se requiera almacenar de forma creciente datos ordenados en el tiempo, sin posibilidad de modificación ni revisión y cuya confianza pretenda ser distribuida en lugar de residir en una entidad certificadora. Este enfoque tiene diferentes aspectos:


Almacenamiento de datos: se logra mediante la replicación de la información de la cadena de bloques
Transmisión de datos: se logra mediante redes de pares.
Confirmación de datos: se logra mediante un proceso de consenso entre los nodos participantes. El tipo de algoritmo más utilizado es el de prueba de trabajo en el que hay un proceso abierto competitivo y transparente de validación de las nuevas entradas llamada minería.

El concepto de cadena de bloque fue aplicado por primera vez en 2009 como parte de Bitcoin.

Los datos almacenados en la cadena de bloques normalmente suelen ser transacciones (p. ej. financieras) por eso es frecuente llamar a los datos transacciones. Sin embargo, no es necesario que lo sean. Realmente podríamos considerar que lo que se registran son cambios atómicos del estado del sistema. Por ejemplo una cadena de bloques puede ser usada para estampillar documentos y asegurarlos frente a alteraciones.

El concepto de cadena de bloques se usa en los siguientes campos:
En el campo de las criptomonedas la cadena de bloques se usa como notario público no modificable de todo el sistema de transacciones a fin de evitar el problema de que una moneda se pueda gastar dos veces. Por ejemplo es usada en Bitcoin, Ethereum, Dogecoin y Litecoin, aunque cada una con sus particularidades.

En el campo de las bases de datos de registro de nombres la cadena de bloques se usa para tener un sistema de notario de registro de nombres de tal forma que un nombre solo pueda ser utilizado para identificar el objeto que lo tiene efectivamente registrado. Es una alternativa al sistema tradicional de DNS. Por ejemplo es usada en Namecoin.

Uso como notario distribuido en distintos tipos de transacciones haciéndolas más seguras, baratas y rastreables. Por ejemplo se usa para sistemas de pago, transacciones bancarias (dificultando el lavado de dinero), envío de remesas, préstamos y en los sistemas de gestión de activos digitales puede ser usado con distintos propósitos.

Es utilizado como base de plataformas descentralizadas que permiten soportar la creación de acuerdos de contrato inteligente entre pares. El objetivo de estas plataformas es permitir a una red de pares administrar sus propios contratos inteligentes creados por los usuarios. Primero se escribe un contrato mediante un código y se sube a la cadena de bloques mediante una transacción. Una vez en la cadena de bloques el contrato tiene una dirección desde la cual se puede interactuar con él. Ejemplos de este tipo de plataformas son Ethereum y Ripple.

Implementación del componente criptográfico llamado Bulletin Boards usado, entre otros, en sistemas de voto electrónico, creación de registros, subastas y foros de discusión.


Aspectos jurídicos de las cadenas de bloques y Bitcoin

El uso de una cadena de bloques en la práctica ha permitido resolver dos problemas relacionados con el intercambio de activos sin una entidad certificadora de confianza:
Evitar el problema del doble gasto, es decir evita la falsificación y que una misma moneda pueda ser gastada dos veces.

Conseguir la descentralización de los pagos electrónicos ya que se garantiza la realización segura de pagos y cobros directos entre particulares por vía electrónica.21​ Además, la confianza es otra de las característica intrínseca del sistema.

Desde el punto de vista jurídico el bitcóin sería un bien patrimonial, privado, incorporal, digital, en forma de unidad de cuenta, creado mediante un sistema informático y utilizado como medida común de valor por acuerdo de los usuarios del sistema. Es un bien mueble, fungible, identificable e irrepetible pero divisible. Pero no es dinero, no es dinero electrónico ni tiene valor mobiliario, se trataría de «bienes patrimoniales que son tomados como medida común de valor en sistemas de intercambio económico, cerrados, cooperativos y descentralizados, ajenos al dinero fiduciario estatal, y basados en la confianza y acuerdo de los usuarios del sistema». Para González Granado el bitcóin sin regulación no se constituirá en una moneda de uso general como medio de pago.


En los entornos tecnológicos Blockchain  es ya un dato y se tiende hablar más de aplicaciones más que de la base teórica en la que se asientan. Y pese a todos los avances registrados y el ritmo acelerado de los cambios, las empresas siguen huérfanas de conocimiento y se sienten más prisioneras de la tecnología que a las puertas de la revolución de la Economía 5.0. Y es que la primera transacción Blockchain se hizo en el 2009 y hoy es fundamental en la red pública de un país como Estonia, por ejemplo. Napster, Emule, Bitorrent o Skype nacieron del desarrollo de redes distribuidas pero el lanzamiento de las cryptomonedas como bitcoin llevó el concepto a nuevas cotas de desarrollo. 


Son muchos los que ven en Blockchain la manera de no depender de la financiación bancaria y abrir rutas de financiación paralelas. Desde los grandes gigantes del comercio mundial como Amazon, Alibaba, Google o Amazon, hasta cualquier compañía industrial o proveedor de servicios energéticos, la idea suena a música celestial y dinero en apunte y no en efectivo. Se abre un mundo de derechos y obligaciones menos regladas y en la sombra de supervisiones fuera del sistema propio. Y el asunto se ampliará presumiblemente desde esos crecientes acuerdos privados y en la sombra a nuevos universos paralelos entre empresas y clientes.



¿Dónde es aplicable Blockchain?

Cuatro son las áreas de aplicación de la tecnología Blockchain en la empresa. La primera es como sistema de pagos. Las criptomonedas o el uso de estas abre puertas a sistemas de pago globales ajenos a las exigencias bancarias actuales (envío de remesas, etc). Abre también el camino a formas de financiación paralelas basadas en la confianza y la prestación de servicios futuros.

El segundo campo de acción es el establecimiento de contratos entre partes. Se desarrollan en el campo de la compraventa de energía (suministro a largo plazo y gestión de orígenes, renovables, etc), pero también en la gestión de derechos digitales, servicios de atención al cliente, fidelización, etc.

La tercera vía de Blockchain para su desarrollo se centra en la gestión documental y su implementación en los servicios públicos, por ejemplo. Es el caso de los registros oficiales, los historiales clínicos y hasta los procesos participativos (votaciones, etc).

El cuarto campo y más complejo para la comprensión del ciudadano es el de la inversión en productos financieros sofisticados. Puede ser la inversión en derivados financieros, financiación de nuevas empresas, emisiones de deuda, valores y acciones, etcétera. Se prevé que el tamaño del mercado Blockchain en el mundo llegue a los 2.300 millones de dólares en un par de años, a un ritmo de crecimiento del 70% anual.

Son los propios bancos los que están desarrollando cada vez más aplicaciones Blockchain para el control de instrumentos financieros. Jorge Serna, de la firma Securitize, puso la guinda al encuentro al explicar las aplicaciones prácticas de Blockchain en la emisión de tokens o derechos. Y es que la emisión y gestión de registros de propiedad sobre activos es un campo de desarrollo que complica ya todavía más el universo financiero mundial, instrumentos de inversión eficientes anclados a la red de redes pero lejos del mundo de la economía del siglo pasado.


Registro civil 5.0

Un recién nacido fue registrado por primera vez de forma totalmente digital en Brasil a través de la tecnología de cadena de bloques ("blockchain"), según informó la multinacional estadounidense IBM, que puso a disposición su tecnología.

El bebé Álvaro de Medeiros Mendonça fue registrado de forma totalmente digital el pasado 8 de julio, gracias a una asociación entre el 5º Registro Civil de Personas Naturales de Río de Janeiro y la Casa de Salud de São José, donde nació.

El proceso fue posible gracias a la tecnología de cadena de bloques, un registro digital popularizado por el auge del bitcóin en el que es posible hacer transacciones de cualquier tipo sin intermediarios.