Brasil: En una negociación con industriales, Guedes acepta postergar la apertura del Mercosur

El superministro Guedes llegó a ese acuerdo con el poderoso lobby paulista y resolvieron centrarse en la reforma jubilatoria.


El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes.


El Ministro de Economía brasileño Paulo Guedes está obsesionado por aprobar cuanto antes una agresiva reforma previsional y para ello está dispuesto a postergar una medida sagrada para todo ultra liberal como lo es la apertura comercial.

Según publicó Folha de Sao Paulo, el gurú económico de Bolsonaro -que tiene a su cargo las áreas de Hacienda, Planificación, Industria, Secretaría General, Seguridad Social y Presupuesto- se juntó con los poderosos industriales paulistas y consiguió su apoyo para utilizar su capacidad de lobby a fin de conseguir los votos necesarios en el Congreso, una institución históricamente influenciada por los intereses económicos.

Es que como pocas veces se había visto en la historia democrática del país vecino, el nuevo gobierno asume con una franca minoría parlamentaria, que pretende acrecentar con el respaldo de uno de los pilares del establishment brasileño.

A cambio, Guedes prometió interrumpir el descenso de aranceles a la importación de maquinaria y equipos pactado con la administración Temer, que bajaba las tasas del 14% al 10% inmediatamente, aunque se mantiene la meta final del 4% a llegar en tres años.

El objetivo es bajar "el costo Brasil" antes de salir a competir con el mundo. Es decir, que los industriales exigen una baja de impuestos que recién podría llegar después de un impresionante ajuste del gasto público, donde el cambio del sistema de jubilaciones y pensiones tiene total protagonismo.

Por otro lado, esto implica que Brasilia deja de lado su idea inicial de descuartizar el Mercosur para pasar a una lenta apertura conjunta que fue acordada con Macri en la reunión de mediados de enero. El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, inauguró este lunes las sesiones ordinarias del Congreso Nacional.

"Para Argentina es bueno que se pueda abrir el Mercosur. Lo que es riesgoso es que la competencia con Brasil va a ser muy complicada. Ellos están haciendo reformas estructurales y Argentina no. Tenemos problemas de costos impositivos, laborales, financieros y de burocracia del sector público", manifestó a este medio el analista Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI.

Es que si bien el primer mes del año arrojó un superávit comercial con Brasil por segundo mes consecutivo, los especialistas aseguran que es un fenómeno transitorio producto de la devaluación y la contracción económica que desplomó las importaciones en un 50%.

De hecho, la apuesta de Macri de planchar el dólar hasta las elecciones llevará a que lentamente el tipo de cambio vaya perdiendo la competitividad lograda con una inflación que la va carcomiendo mes a mes.

"En definitiva nos van a transferir el costo de esa baja de aranceles y nos van a llenar de productos brasileros. El fracaso de todas estas reformas es la mala negociación con los sindicatos para hacer un movimiento consensuado", opinó el analista de mercados Francisco Uriburu.