La devaluación de Marcos Peña

Se vienen tiempos muy duros. Mientras el mercado pide un artesanal ajuste fiscal para darle oxígeno al Estado, que está a punto de entrar en un derrotero de vencimientos de deuda, la Casa Rosada decidió avanzar con la recesión y aumentar los costos de producción. El jefe de Gabinete Marcos Peña, peleado con figuras clave que salieron por la ventana, no pudo rearmar el equipo durante el fin de semana para meter un 9 prometedor.

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El primer tiempo de 45 minutos para el gobierno terminó el pasado viernes 31/08 y a partir de este lunes 3/09 comienza el segundo. La Casa Rosada pierde por goleada y todavía no logró meter un cambio prometedor. Es que todo el fin de semana se dejaron trascender cambios que no ocurrirán y todo indica que nadie quiere entrar porque su DT (Mauricio Macri) y ayudante de campo (Marcos Peña) está destinados al fracaso.

Ni Macri ni Peña logran entender que es por abajo. La presión del mercado sólo será controlada con un giro en las cuentas fiscales: reforma laboral y tributaria para un ahorro fiscal que pueda darle oxígeno al Estado argentino es la clave. Argentina tiene que poder producir sus propios dólares y para eso debe incentivar a la producción.

Sin embargo, equipo técnico le sigue gritando a Dujovne que siga intentando por ahí: más impuestos.

Es que, en realidad, los que estaban en el banco se declararon en rebeldía y todos quieren ser capitanes. Peña no logra convencer a una sola figura prometedora para que ingrese.

Devaluado como el peso argentino, Peña volvió a quedar en el centro de la escena y parece que ya no podrá renovar al equipo. Por el contrario, estuvo a punto de quedarse sin su doble 5 Quintana-Lopetegui. ¿Tiene sentido seguir insistiendo con un ayudante de campo tan debilitado?

El partido no terminó aún pero los de la Casa Rosada van perdiendo 3 a 0.