“Gobernar un país cuesta"

Le dijeron todos que no.

Melconián, Prat Gay, Sanz, Lousteau y otros le dijeron No. Quedaron los que estaban pero muy devaluados. Quedan los lesionados porque no tienen reemplazo.


Sin hacer ninguno de los anuncios esperados, responsabilizó de la debacle del actual modelo al gobierno anterior, a un pasado “que no tenemos que dejar que vuelva”, a la “corrupción” y a la “aparición de los cuadernos” y a la guerra comercial entre EEUU y China. Finalmente, admitió que “gobernar un país cuesta”


El gobierno quedó muy debilitado este fin de semana, y el lunes arrancó con un discurso que no arrancaba. Se anunció para las 8.30 y eran las 9.30 y nada. Las demoras fueron tuvieron que ver con fuertes discusiones internas, un video que se hizo 3 veces y donde prevaleció la estrategia de María Eugenia Vidal. Macri intentó el beboteo de la gobernadora, las pausas sufridas, la impostación y las frases de maestra de cuarto grado, pero no dieron mal.


"La pobreza va a aumentar"

En un discurso de 25 minutos, el Presidente defendió su gestión y atribuyó los problemas al gobierno anterior, a situaciones externas que están "fuera de nuestro control" y al "escándalo de los cuadernos". No obstante, sostuvo que "el mundo nos apoya". Admitió que con la suba del dólar la pobreza va a aumentar" y pidió mayores esfuerzos a los exportadores. Insistió en que el Estado debe gastar menos y confirmó que redujo el número de ministerios a menos de la mitad. "Voy a dejar la vida por este país", se entusiasmó.

Macri insistió con que es consciente de que "el esfuerzo más grande lo hacen ustedes y su familia". Y dijo que "estos fueron de los peores cinco meses de mi vida desde mi secuestro".




Macri afirmó que "no podemos seguir gastando más de lo que tenemos, vivir por encima de nuestros ingresos. Tenemos que seguir haciendo el esfuerzo para equilibrar las cuentas del Estado". En ese sentido, confirmó que volverá a aplicar retenciones al agro: "Vamos a pedirle a quienes tienen más capacidad de exportar, que su esfuerzo sea mayor. Sabemos que es un impuesto malísimo, que va en contra de lo que queremos. Pero es una emergencia y necesitamos de su aporte".

"Después de dos años y unos meses la situación cambió, en buena parte por cosas que están fuera de nuestro control", aseguró el mandatario al señalar hacia Brasil, Turquía, la guerra comercial entre EEUU y China, la suba de tasas dispuesta por la administración de Donald Trump, y el incremento del precio del petróleo. Pero también mencionó la denominada "causa de los cuadernos".




Macri decidió conservar el núcleo duro del poder: seguirá Peña como jefe de Gabinete y seguirán Caputo al frente del Central y Dujovne en Economía. Tampoco hará cambios en el esquema de la conducción de la economía repartida en seis ministerios. Los que aspiraban al regreso de una conducción centralizada del área han sido defraudados.


Se desprendió de una porción de su equipo íntimo: dejó afuera o relegó habría que decir a Quintana y Lopetegui, los vicejefes del Gabinete que auditaban a los ministros. Ellos Son Yo dejó de ser un trío. Ahora sólo Peña será los ojos del presidente. Quintana y Lopetegui pasarán a cargos de menor jerarquía. Para Macri fue como amputarse a sí mismo. Mantiene a Peña pero a costa de cercenarle una parte de su poder: difícilmente los nuevos ministros hablen con él en vez de hablar directamente con Macri.La piedra en el zapato de la reconfiguración ministerial fueron las resistencias del radicalismo a ocupar los lugares propuestos por el presidente. Macri se plantea darle más volumen político al Gobierno y ofreció a Ernesto Sanz el Ministerio de Defensa. Sanz pidió Interior, donde Macri quiere que continúe Frigerio. Analizaron alternativas pero Sanz borró las expectativas a última hora del domingo. Dijo que prefería "quedarse donde está".

Mientras tanto Carrió tira piedras desde afuera. Twittwea contra las retenciones, habla de traidores y oportunistas y dice que Quintana y Lopetegui son los mejores funcionarios de gobierno. Mientras tanto amenaza con irse.