Trump decide sobre Irán, Europa espera

Presidente hará anuncio mañana. Ultimas apelaciones de la UE


 El histórico acuerdo sobre el programa nuclear de Irán está colgando de un hilo y ahora todo depende del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el cual anunció hoy que mañana dará a conocer su decisión de si se retira o no del mismo.
"Anunciaré mañana desde la Casa Blanca mi decisión sobre el acuerdo de Irán", escribió en su cuenta de Twitter el mandatario norteamericano.

Pocas horas antes, el presidente iraní, Hassan Rohani, se manifestó listo a continuar respetando el acuerdo del 2015 incluso con la salida de Estados Unidos pero con al menos el apoyo de Europa de mantener el compromiso y dar adecuadas garantías a la República Islámica.
El acuerdo, firmado entre Teherán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, más Alemania), limita el programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, pero no incluye ninguna referencia a las armas convencionales o a la política exterior de la República Islámica.
Lo cierto es que con Estados Unidos fuera del pacto -así como amenazó en varias ocasiones Trump en los últimos meses- la ruptura con los aliados del exterior sería rotunda. Y este último escenario comportaría inevitablemente a la restauración de las sanciones estadounidenses a Teherán, convirtiéndose en la era del magnate en la capital de un "Estado deshonesto".
Para evitar lo peor voló a Washington el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, para aquello que quizás fue el último intento desesperado de llevarle al presidente sutiles sugerencias.
Aquello que parece no ser logrado hace días ni por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien fue recibido en la Casa Blanca con todos los honores, ni por la canciller alemana, Angela Merkel, que salió del Estudio Oval bajo una frialdad absoluta.
Johnson apunta sobre todo a esa "relación especial" que siempre unió a Washington y Londres. Aunque pesan las continuas diferencias que hasta ahora caracterizaron las relaciones entre Trump y la premier, Theresa May, con las relaciones entre los dos países como nunca antes tumultuosas desde hace décadas.
Trump no debe cometer la equivocación de "tirarle al niño con agua sucia, sería un error", comentó el ministro británico, que no se reunió directamente con Trump, sino con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Johnson instó reiteradamente a los dos la idea de renovar el acuerdo con Teherán, compartiendo la postura de Macron y Merkel sobre la necesidad de mejorarlo.

"Pero si se rompe el acuerdo -pone en guardia el ministro del gobierno de May- Trump deberá decir qué hacer después. Y no creo que se realista bombardear los sitios iraníes".
La esperanza es que después de haber encontrado la vía del diálogo con Corea del Norte, el presidente estadounidense puede también hacer cambios frente a las relaciones con Irán, incluso si el escenario geopolítico es mucho más complicado.
La presión de Israel para que Estados Unidos abandone el acuerdo con Teherán es asfixiante, así como aquel del otro aliado estratégico de Estados Unidos en Medio Oriente, Arabia Saudita.

Pero Johnson -como escribió en una carta abierta sobre el diario New York Times- no tiene dudas: "Considero que mantener las apuestas en el acuerdo ayudará también a responder la actitud agresiva de Teherán en el área. Estoy seguro de una cosa: cada alternativa posible es peor. El camino más sabio es mejorar las esposas antes que romperlas".
El ministro británico citó así a Winston Churchill y explicó: "De todas las opciones que tenemos para garantizar que Irán no se vuelva nuclear, el acuerdo de 2015 ofrece las menores desventajas".
Mientras tanto, nuevamente desde París y Berlín llega otra apelación a la Casa Blanca: "Un fracaso del acuerdo podría llevar a una nueva escalada que nos hará caer en el período anterior a 2013". Ahora todo queda en la decisión de Trump.