Marca País Turquía: de Expreso de medianoche a Onur





Para toda una generación, resulta imposible pensar en Turquía y no pensar en la película Expreso de medianoche. Un tipo que llega al aeropuerto de Estambul con algo de marihuana, es detenido en un operativo cinematográfico y llevado a un cárcel terrible donde sufre las peores torturas y vejaciones y donde va a permanecer por tiempo indefinido.


La marca país Turquía se vio definida por los marcadores cenestésicos que instaló esa película. El posicionamiento de la marca Turquía en Occidente, disparaba links vinculados al atraso, fanatismo, falta de seguridad jurídica, violaciones a los derechos humanos, islam en su anclaje más negativo, atraso, etc.




La marca país determina los valores que se asocian a ese país, determinando un valor agregado para los productos y servicios de ese origen.




Hace unos años la marca país Turquía, se vio intervenida por las novelas y películas for export, el excelente y económico servicio de Turkish Airlines, donde está cuidado el más mínimo detalle, desde auriculares que pagaríamos 20 dólares en un negocio, hasta la comida gourmet, pasando por el mejor kit para dormir, las mejores películas y juegos y una atención 5 estrellas a bordo.



La marca país Turquía es todo eso y mucho más. Es la disputa por la subjetividad en cuanto al genocidio armenio, es la revolución de Kamal Ataturk, cambiando el alfabeto e instituyendo el laicisismo, es el ejército como garante de ese laicisismo, es Erdogan su islamismo radical y sus discursos dotados de adjetivos hacia los “enemigos del Islam” e impregnados de un fanatismo cercano a Ahmedinejad.



El foco del trabajo realizado en la Marca país Turquía ha sido definir aquello que hace realmente diferente y único al “Made in Turkey” frente al “Made in China” o el “Made in Germany”; cuál es su ventaja competitiva y qué representa para el resto del mundo que un producto tenga procedencia turca.

El diferencial es la habilidad de las empresas turcas de adaptarse a los cambios repentinos. De ahí surge la idea de marca “Masters of Change” (Maestros del cambio), que habla de las muchos cambios que Turquía ha experimentado históricamente, debidos sobretodo a su estratégica ubicación geográfica.



También desarrollaron un eslogan “Discover the potencial” (Descubre el potencial) que es la traducción de la idea de marca de cara al público. Con esta frase se invita a inversores potenciales a conectar con Turquía y ver por ellos mismos la diferencia que este país puede aportar a sus negocios.



La marca Turquía son las playas de Anatolia, el glamour de sus edificios antiguos y sus mercados, la mezcla entre Europa y Asia, y su centralidad geográfica, el pasado imperial, y también Onur, y la instalación de “normalidad” belleza y glamour que instalan sus novelas y películas pensadas en el neoyorquino que vuelve de trabajar o en la brasileña que quiere ver una novela.



La marca es lo que hacés y lo que hacen con tu marca. Es el contexto de condiciones objetivas y lo que te proponés como hoja de ruta marcaria.

El trabajo tipográfico en torno a la palabra Turquía es excelente. Se perciben las influencias histórico-culturales del país y a la vez respira vanguardia. En el desarrollo de posters y aplicaciones, el estilo se vuelve un poco retro, y la marca se expresa con un lenguaje muy icónico. Estas piezas se componen con excesivo simplismo para tratar temas de negocios, pero cuando se combinan con fotografía se consigue una comunicación directa, efectiva y diferencial. Estratégicamente, la marca Turquía es un perfecto elemento unificador que permitirá que las diferentes agrupaciones exportadoras del país se comporten y se comuniquen de manera más cohesionada hacia dentro y hacia fuera de sus fronteras. Es el nacimiento del “Made in Turkey”.

Que prevalece? Depende. Donde, en que segmentos, en momento, en función de que posicionamiento.




La realidad es la percepción que conseguimos generar y sostener. Turquía es la modernidad de Estambul, sus mezquitas, sus bazares, y también el poder creciente del islam más radical. La ruralidad más islámica, donde un hombre puede llevarse a una mujer que entiende que está sola, y la ley islámica lo va a amparar, o los “asesinatos de honor” donde un marido puede matar a una esposa infiel, o a su hermana, si cree que ha “profanado” el honor de su familia, y donde la ley del islam también lo va a amparar.

Turquía sigue siendo Onur y expreso de medianoche. La percepción es lo importante.



Se puede resignificar todo anclaje (Expreso de medianoche) Se puede caer cualquier construcción (laicismo y Erdogan).

En la construcción de la marca, the plan is nothing, planning is everything.

El triunfo de la marca es la percepción que logre construir en la cabeza de la gente. Con Turquía nos pasa que esas percepciones varían mucho y muy rápido.
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