Qué significa para Japón la abdicación del emperador Akihito

Akihito abdicará en abril de 2019.

El el 1º emperador japonés en dar ese paso en 200 años. Lo puede hacer gracias a que el Parlamento hizo una excepción, ya que las leyes indican que los emperadores -a quienes se considera inmortales espiritualmente-, deben serlo hasta su muerte. La abdicación plantea preguntas sobre la sucesión en la familia real japonesa. Akihito tiene 2 hijos y sólo 1 de sus 4 nietos es varón (sólo los hombres pueden ser emperadores en Japón). El país lucha por acomodar sus tradiciones imperiales a un mundo cambiante.


El emperador japonés, el primero que abdicará en 200 años.


El emperador japonés, Akihito, de 83 años, abdicará el 30/4/2019, convirtiéndose en el primero en dar ese paso en 200 años. Así lo anunció el Primer Ministro de ese país, Shinzo Abe, tras una reunión de representantes del Gobierno y del Consejo de la Casa Imperial. Su retirada marca el fin de la era Heisei (o "paz"), explica la BBC.

El emperador, quien sucedió a su padre Hiroito tras su muerte en 1989, será a su vez sucedido de forma inmediata por su hijo, Naruhito, el 1/5/2019.


El tiempo de Hiroito fue extremadamente convulsionado para Japón: estuvo caracterizado por el ascenso del país como una potencia y global y su desastroso involucramiento en la Segunda Guerra Mundial. Akihito nació en 1933, justo cuando Japón ese embarcaba en su barrido militar por Asia, y tenía 11 años cuando resultó en su derrota. A su padre, explica Richard Carter de Yahoo, se le permitió permanecer en el trono tras la derrota de Japón, pero su estatus fue degradado de soberano semidivino a figura decorativa sin poder político.

"Ahikito acogió el rol e intentó usarlo para ayudar a sanas las heridad de la guerra remoldeando a una de las monarquías más antiguas del mundo para la era democrática", explica Carter.

A pesar de que Akihito tiene prohibido hacer comentarios políticos (así lo estipula la Constitución japonesa pos 2º Guerra Mundial, a través de los años ha dado señales de su visión antinacionalista, explica Yahoo. Por ejemplo, en un discurso que marcó el 70º aniversario del rendimiento de Japón, Akihito expresó "profundo remordimiento" por las acciones del país durante la Segunda Guerra Mundial.

El emperador ya había declarado el año pasado que estaba preocupado por las dificultades para llevar a cabo su trabajo, luego de haber sido operado del corazón y tratado de un cáncer de próstata. "Sus palabras fueron claramente interpretadas como su deseo de retirarse, si bien en aquel momento la Constitución no recogía este extremo", explica la BBC. "El apoyo social al emperador llevó a que el gobierno nipón aprobara una ley para permitirle que abandonara el Trono del Crisantemo."

Las leyes japonesas no contemplan la abdicación porque los emperadores son considerados inmortales espiritualmente, explica Scott Neuman del portal de la National Public Radio, por lo que se espera que se mantengan en el trono hasta su muerte. En junio, sin embargo, el Parlamento japonés aprobó una excepción para Akihito. La ley enfatiza que se trata de una excepción especial para Akihito, no quiere decir que futuros emperadores podrán ampararse en ella para abdicar.

El último emperador en abdicar fue Kokaku -el fundador de la rama dinástica imperial actual-, en 1817.

Akihito es la 125º persona en sentarse en el Trono del Crisantemo desde el emperador Jimmu, a quien se consideraba descendiente de Amaterasu, deidad del sol.

Los emperadores, explica Yahoo, tienen un rol clave en la reigión nativa del país, el shintoísmo, basada en la veneración de los kami o espíritus de la naturaleza. Actualmente, el shintoísmo constituye la 2º religión con mayor número de fieles en Japón, superada únicamente por el budismo japonés.

La gran mayoría de los japoneses, explica Wikipedia, practica de manera simultánea el budismo y el shintoísmo. El shintoísmo "es considerada la religión originaria de Japón, un culto popular que puede describirse como una forma sofisticada de animismo naturalista con veneración a los antepasados, profundamente identificada con la cultura japonesa", explica Wikipedia. El rol de los emperadores en la religión se relaciona con que conducen varios ritos anuales y rezos por la prosperidad de la nación.

La abdicación de Akihito plantea preguntas sobre el futuro de la familia real japonesa. Para los japoneses, explica Rebecca Tan del portal Vox, "los asuntos de abdicación y sucesión dentro de la familia real son el centro de un debate sobre las tradiciones imperiales y cuán sostenibles son en el Japón moderno." Akihito mismo se refirió a esta tensión en su discurso en el que habló de sus dificultades de salud, diciendo que siempre había "sentido un profundo sentimiento de responsabilidad" por cuidar las tradiciones de su rol, pero al mismo tiempo lidiaba con cómo adaptarse a un mundo "en constante cambio".

La familia real japonesa es la monarquía contínua más antigua del mundo. Según el diario The Japan Times, ha habido preocupación en los últimos años de que la familia real no está produciendo los suficientes herederos al trono para continuar con esta línea sanguínea (las herederas mujeres no pueden ascender al trono en Japón). La abdicación de Akihito refrescó esos temores. Akihito tiene 2 hijos y sólo 1 de sus 4 nietos es varón. Eso quiere decir que si este nieto, llamado Hishaito, no tuviese un hijo varón, se rompería la línea de sucesión.