Cristina cede a la presión de los intendentes y comienza con recorridas en el territorio


En una caminata por Avellaneda apuntó contra los jueces que firman "cualquier cosa que venga de la Rosada".








Cristina Kirchner arrancó este viernes con algunos cambios que implementará en su campaña y decidió hacer una extensa recorrida por Avellaneda, un distrito "amigo" gobernado por Jorge Ferraresi.

En Unidad Ciudadana reina por estos días un clima de desánimo ante las últimas encuestas que ponen a Cristina en desventaja contra Esteban Bullrich. Por eso algunos intendentes comenzaron con reclamos hacia la ex Presidenta. Se quejan de que no le gustan las recorridas y por eso casi no hizo campaña en el territorio.

Cristina comenzó a ceder ante ese reclamo concreto. Según contaron desde el kirchnerismo a este medio, el de hoy será uno de los primeros recorridos extensos que la candidata a senadora planea hacer por distintos municipios de la Provincia.

La idea es reforzar la campaña en dos ejes: los medios y el territorio. "Los intendentes le pidieron mayor presencia y ella accedió, lo de hoy en Avellaneda es una muestra de eso", explicó una fuente de la campaña de Unidad Ciudadana.

En ese sentido, describieron que Cristina buscará ahora mostrarse "más cerca del vecino, de la gente común" y de la mano de los intendentes, sin tanta insistencia con el storytelling de los perjudicados por las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri, que predominó en el primer tramo de la campaña.

Por eso ahora busca mostrarse más en la calle con vecinos y planifica caminatas con intendentes, además de caravanas que la ubiquen en las calles bonaerenses. Como este viernes, donde logró una foto perdida entre la multitud.

Sin embargo -aunque digan que tiene voluntad de recorrer el interior bonaerense- su primera visita fue en un municipio gobernado por el kirchnerismo en el Conurbano. Es que, en el diagnóstico crítico, le dicen a la ex Presidenta que la única vía que tiene para crecer es el interior, ya que en el Conurbano podría -con esfuerzo- sumar algunos votos, pero no marcar la diferencia porque allí las cartas ya están echadas.

El viernes, Cristina aprovechó su recorrida para dar algunas declaraciones a medios locales. Allí, desestimó el pedido de declaración indagatoria en su contra por el supuesto encubrimiento a Irán en la causa del atentado a la AMIA, al advertir que "los fiscales o jueces pueden firmar cualquier cosa que les manden desde la Casa Rosada".


"Si algo faltaba como prueba, era esta absurda acusación de encubrimiento de la AMIA, un atentado que ocurrió en 1994, pero además a partir de consideraciones que dan vergüenza", señaló después de que el fiscal Gerardo Pollicita requiriera su declaración indagatoria por el supuesto encubrimiento a Irán.

La ex Presidenta sostuvo que esa acusación "revela que se ha terminado el Estado de derecho en la república Argentina y los fiscales o jueces pueden firmar cualquier cosa que les manden desde la Casa Rosada". Durante la recorrida de campaña, atribuyó la denuncia de este jueves a una "persecución que ya directamente pasa a niveles de que se quiso encubrir un atentado terrorista que ocurrió en 1994, cuando yo era diputada provincial y Néstor Kirchner gobernador".

"Si hubo encubrimiento, que hay juicios de encubrimiento, fueron por otro lado, me parece", dijo y concluyó: "Es tan mamarrachesco todo, pero lo más grave es la caída del Estado de derecho".