El sector más duro de la CGT ya habla de retomar el diálogo con el Gobierno

Schmid, que amenazó con un paro nacional, dijo que restablecer la negociación "va a favorecer a todos".



El sector más duro de la CGT, que encabeza el moyanista Juan Carlos Schmid, parece haber tomado nota de la reacción de Mauricio Macri contra los funcionarios cercanos al sindicalismo que echó del Gobierno, y ya habla de retomar el diálogo.

El integrante del triunvirato que responde a Hugo Moyano había logrado imponer la línea dura en la movilización del martes y condicionó a sus pares más dialoguistas al amenazar con un paro nacional a realizar después del confederal del 25 de septiembre.

Pero 48 horas después de ese discurso Schmid bajó el tono y habló sobre la necesidad de retomar el diálogo con Macri. En el medio, el Presidente mandó un duro mensaje a los gremios al echar del gobierno a Luis Scervino, el hombre de Lingeri que manejaba las obras sociales, y a Ezequiel Sabor, el funcionario más cercano a Moyano y Luis Barrionuevo.

Ese mensaje, que la Rosada se esforzó en difundir como una advertencia a los sindicalistas que responden a Moyano y al grupo de los "independientes" (Lingeri, Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez), parece haber tenido eco en las declaraciones que hizo esta mañana Schmid, que si bien mantuvo las críticas abrió las puertas a una negociación.

"Son reacciones propias de un gobierno que se sabe ganador" dijo sobre los deplazamientos de Scervino y Sabor, aunque advirtió que "tal vez, no tengan los cuidados políticos necesarios si es que verdaderamente quieren retomar un diálogo que va a terminar favoreciendo a todos, porque el Gobierno tiene dos años por delante y nosotros tenemos que convivir".

El jefe del gremio de dragado y balizamiento agregó que la CGT no tiene una "posición rígida" contra el Gobierno y recordó el brindis de fin de año que mantuvieron con Macri. "El año pasado, al final, cuando parecía que había en marcha una mesa de diálogo y después se frustró por la postura del sector empresario, el gobierno publicó una nota donde estábamos brindando con el Presidente, lo que significó mucho costo social para la dirigencia. Parece que hasta el año pasado éramos buenos y ahora nos volvimos comunistas. Hay que tener otra interpretación", sostuvo Schmid en declaraciones a radio La Red.

El integrante del triunvirato volvió sobre la posibilidad de lanzar un paro nacional, aunque no fue terminante y dijo que deberá determinarlo el Comité Central Confederal, "el órgano más democrático que tiene la CGT". "Necesitamos trabajar el paro, la protesta, la elaboración de un plan que contemple otro enfoque", completó.

Las palabras de Schmid suenan a una concesión hacia el grupo más dialoguista con el Gobierno, el de "Los Gordos". Ese sector, representado por Héctor Daer, no quería saber nada con la protesta (el diputado no subió al paro y sólo marchó con un grupo menor de su gremio) y mucho menos con un paro nacional.

Ese grupo tiene la llave para aprobar el paro nacional por la cantidad de delegados que mueve en el Confederal, por lo que nadie cree que la idea lanzada el martes por Schmid avance. Además, los que tienen la llave en los hechos para hacer efectivo el paro son los sindicatos de trenes y colectivos.

En el primer caso, el jefe de los maquinistas Omar Maturano fue a la marcha pero no subió al escenario, mientras que Sergio Sasia de la Unión Ferroviaria (del Masa de Viviani) directamente cuestionó la movilización. Al titular de la UTA, Roberto Fernández, no se lo vio cerca de la Plaza de Mayo.