El plan de estabilización israeli de Itzjak Modai y Bruno, que nada tiene que ver con el escenario argentino

 
En 1984 Israel venía de una inflación sostenida, después de los "años dulces de Aridor", una especie de plata dulce israelí, con dolar barato y tasas altas.

El shekel se devaluaba todos los días, la deuda subía, las tasas volaban, la bolsa colapsó, y la guerra del libano se empantanaba e Israel quedaba atrapado en un escenario internacional desfaborable, fuerte rechazo a la guerra en el frente interno y huelgas de la Histadrut en tod0 los sectores, incluso paros generales.

En 1984 tuvieron lugar elecciones y la paridad no se pudo romper. Se llegó a un acuerdo que se llamó "Rotatzia" rotación. 2 años gobernaría el laborismo, con Shimón Peres de primer ministro y un ministro de economía liberal, y 2 años de Shamir con un ministro socialista.

La inflación era altísima y Shimón Peres y Modaí encararon un plan de congelamiento de salarios, precios y tarifas, con la central de trabajadores y la gremial empresaria.

Modaí y Bruno, ministro de economía y presidente del Banco Central encararon el plan con las premisas de que siempre los salarios le ganaran a la inflación, reducir la tasa de interés, reducir el endeudamiento, sustituir importaciones, y un fuerte estímulo del mercado interno.

La inflación bajó, pero la economía no despegó, siguieron varios años de recesión, hasta el despegue de los 90, con la inmigración de 1 millón de rusos, el shock constructivo, las start up tecnológicas, las casas, inversiones y lo que Singer describe como Start up nation.