Trump pone a los "dreamers" en la mesa de negociaciones del TLCAN

Futuro de "soñadores" pende de segunda ronda de conversaciones

Enrique Peña Nieto (izquierda), presidente de México, y Donald Trump


La segunda ronda de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) entró en su segunda jornada y Donald Trump parece estar usando como arma negociadora la cuestión de los "dreamers", jóvenes latinos que llegaron de niños a Estados Unidos.
El presidente estadounidense tensó al máximo la cuerda y luego de anunciar que esta semana decidiría si mantiene el DACA o "Programa de Acción Diferida" que permite a estos inmigrantes, la mayoría mexicanos, salir de las sombras para poder trabajar, estudiar u obtener un permiso de conducir, ahora lo ató a las tratativas.
La Casa Blanca anunció ayer que Trump anunciaría el futuro del DACA, que beneficia a unos 800.00 jóvenes, el próximo día 5, justo el día que concluye la segunda fase de la tensa revisión que llevan a cabo delegaciones de México, Estados Unidos y Canadá, en la capital azteca, a puertas cerradas. "Estamos en el proceso de finalizar esa decisión y en esos detalles. Vamos a hacer ese anuncio el martes", dijo la vocera presidencial Sarah Huckabee, al ser cuestionada sobre el tema por los periodistas, que esperaban un anuncio al respecto desde el inicio de la semana.
Las negociaciones en un lujoso hotel de Ciudad de México transcurren en medio de un fuerte hermetismo, por un acuerdo de confidencialidad entre las partes que impide formular declaraciones al margen o difundir filtraciones sobre los temas que se discuten.
Ayer, Trump dijo que "queremos a los dreamers, queremos a todo el mundo", pero sus cambiantes declaraciones y su actitud veleidosa desalientan cualquier esperanza de que los "soñadores" podrán seguir disfrutando de los beneficios recibidos hasta ahora.
Ni siquiera resulta algún aliciente que ayer un grupo de más de 350 empresarios, hayan dado a conocer un manifiesto público en el cual reclamaron la permanencia de este programa y dijeron que los "dreamers" son vitales para el futuro de nuestra economía y nuestras compañías".
La carta, firmada entre otros por verdaderos "pesos pesados" de Silicon Valley, la meca donde se asientan la mayoría de las compañías de alta tecnología, como Tim Cook de Apple, Mark Zuckerberg, de FAcebook y Jeff Bezzos de Amazon, pide a Trump que no deje desprotegidos a los 780.000 "soñadores".
También abogó en su favor el jefe de la bancada republicana en la Cámara de Representantes, Paul Ryan.

El TLCAN, vigente desde hace 23 años, inició su segunda y decisiva ronda en un ambiente inestable por las advertencias previas de las partes de retirarse de la mesa antes de tiempo si persisten los amagos de cancelar el acuerdo.
El acuerdo, que triplicó el comercio en la región y creó un mercado de 460 millones de consumidores, uno de los más grandes del mundo, comenzó a negociarse el 16 de agosto en Washington, pero en la primera ronda sólo se discutieron aspectos técnicos y el cronograma de las discusiones.
Trump no ha dejado de despotricar contra lo que considera "el peor acuerdo comercial jamás firmado", que a su juicio ha inducido a una estampida de empleos en los corredores fabriles estadounidenses.

En especial, se escandaliza del déficit para su país de más de 64.000 millones de dólares que mantiene con México, que es seis veces más grande que el de Canadá, pero seis veces más pequeño que el de China, con el cual Estados Unidos no mantiene ningún acuerdo comercial.

El gobierno mexicano se ha cansado de explicarle que el déficit no es igual para una empresa que para un país, pues en el caso de Estados Unidos se explica por la diferencia en el tamaño entre las dos economías y por las altas tasas de consumo y el bajo nivel de ahorro de los ciudadanos de ese país.

El gobierno mexicano ha hecho saber que está dispuesto a romper con el diálogo si Trump anuncia el inicio del período de 6 meses para que su país cancele el acuerdo y afirma que cuenta con un "Plan B" en caso de fracasar las negociaciones.