Cierre de listas en el PJ; entre la histeria y la unidad


• PRESIÓN POR UNIDAD QUE ANOCHE SEGUÍA SIN DEFINIRSE PERO CON CHANCES
Negociaciones a la madrugada aún no lograban un acuerdo. Intendentes presionaron todo el día. Randazzo y los pedidos para que baje pretensiones. Scioli y la amenaza de ir a internas como sea.

Cada uno tomó un camino distinto. Pero lo cierto es que ayer arreciaron los pedidos de intendentes, finales y sin respuesta concreta, que repitieron hasta el hartazgo el ya conocido pedido para que Florencio Randazzo bajara pretensiones y se sometiera a la unidad que le reclama el kirchnerismo más cerrado.

Hubo solicitadas y pedidos reiterados, como el de Martín Insaurralde. Y hasta un avance de Daniel Scioli en un paso que no se había dado hasta ahora. El excandidato presidentes anunció anoche que harían todo "el esfuerzo por la unidad porque es lo que la gente pide para defenderla".

Pero esta vez Scioli le agregó: "si no se da iremos a interna y san se acabó". Afirman sus íntimos que la frase se escuchó tras un acto en la Sociedad de Socorros Mutuos de San Miguel.

Scioli había dicho en ese acto que "el voto es el instrumento claro y contundente para decirle al Gobierno que así no se puede más" y añadió que "hay gente que tenía esperanza y hoy tiene decepción, tristeza y bronca".

A esas realidades debe oponerse la posición que viene sosteniendo Cristina de Kirchner y que mantiene histérico a todo el PJ: la expresidente no habla casi con ningún allegado, salvo su hijo. No es una novedad: es el sistema con el que se manejó cada vez que tuvo que tomar una decisión electoral. Es decir, sorprendiendo a propios y ajenos.

Hay un dato evidente y obvio pero que debe repetirse para entender el momento político que vive el PJ esta semana: una cosa es la inscripción de frentes y otro el cierre de listas de candidatos. La contundencia de ese segundo paso no puede compararse con el vencimiento de presentación de frentes.

Escenarios

Los escenarios de la interna, anoche, no eran homogéneos. Veamos.

Ayer, el kirchnerismo continuó con declaraciones silvestres y reuniones del estilo "clandestino" que mostró Florencio Randazzo hasta el viernes pasado, cuando presentó el espacio "Cumplir" aunque sin hablar con los medios, rol que ocupa el exjefe de Gabinete K y hasta hace un mes atrás massista Alberto Fernández, hoy líder de campaña del exministro del Interior de Cristina de Kirchner.

Charlas

Primero, y tras un ramillete de charlas exclusivas con su madre el diputado Máximo Kirchner abrió el juego con pocos "leales" -esa palabra aún no ingresa del todo en el vocabulario K, por la constante y eterna desconfianza hacia los propios- pero con el mismo objetivo cerrado de unidad sin PASO. El jugueteo de las opciones electorales continuó ayer con el diputado y análisis junto al jefe del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y más tarde con los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada).

Un elemento interesante condimenta el frenesí del PJ-FpV bonaerense: justicialistas ex-K (Daniel Filmus, que continúa de vez en cuanto con la presentación de su libro "Pensar el kirchnerismo. Lo que se hizo, lo que falta y lo que viene") y los aún ultra K festejaron ayer la "unidad" para competir contra el macrismo en Capital Federal. Eso sí, con PASO. Mañana, Randazzo y sus dirigentes se reunirán y pondrán como ejemplo ese caso, que choca de lleno con la intención de Cristina de no chocar contra su exministro, y que además alimenta la ansiedad de sus seguidores en cuanto a si realmente jugará o no en agosto.

Sin embargo, y tras el insólito llamado de Máximo Kirchner a diputados ex-K para reunificar bloque -nadie en el PJ de Bossio recibió ni siquiera un indicio real de esa intención, más allá de la propia operación cristinista-, ayer aparecieron afiches que empujaron aún más la presentación de Cristina. Por caso, una imagen de la expresidente con la frase "Brillemos otra vez" apareció por las calles de Moreno, donde comanda el intendente Walter Festa.