Mientras el productor retiene soja, la importación desde Paraguay creció más de 150%




Merino Soto

Esperan un mejor precio para salir a vender

La caída en la comercialización de soja en los que va del año hizo que la exportación e industria opte por importarla desde Paraguay. En rigor, frente a la poca oferta y a partir de la autorización del actual Gobierno de poder importar soja -una medida que había sido discontinuada por el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno-, entre febrero y lo que va de abril, el ingreso en aumentó 156 por ciento, mayormente desde Paraguay. Los datos son de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que detalló que el número importado pasó de las 265.000 toneladas de 2016 a las actuales 680.000 toneladas.

"Si bien el crecimiento es importante y temporario, éste no va a reemplazar la producción local, con lo cual necesitan salir a convencer al productor de que vendan la mercadería", detallaron en la entidad.

La importación pasa más por "tener la mercadería y no por el precio, el cual es similar a lo que se ve en la Argentina", agrega el informe que hoy difundirá la bolsa y al cual accedió en exclusiva BAE Negocios. Se da además por que la industria encuentra en la soja paraguaya un alto valor de proteína necesaria y requerida para la elaboración de harina, un tema no menor "especialmente en una campaña donde las excesivas lluvias lavaron parte del contenido proteico de las habas cosechadas en el plano local".

En tanto, la fuerte retención se dará mientras el tipo de cambio no mejore ni tampoco los valores los cuales son idénticos a lo visto el año pasado. Crece la modalidad en no ponerle precio a la oleaginosa.


“La demora en las ventas se mantendrá a lo largo
del año”, afirma un estudio de la BCR Los $3.600 que en promedio se paga por la tonelada de soja idéntico a abril de 2016, es uno de los motivos por el cual el hombre de campo está alejado del mercado a lo que se suma una inflación del 30% que implica un grave deterioro del poder de compra.

En ese sentido, el trabajo de la BCR alertó que la comercialización del poroto de la nueva campaña 2016/2017 al finalizar la semana número quince del corriente año "refleja a las claras no sólo el lento ritmo de la cosecha, sino también la escasísima disposición a fijar precio a estos valores, predominando las operaciones a fijar".