El Gobierno sube 41.5% Ganancias al juego y mañana empiezan un paro


Es uno de los cambios acordados hoy. Mantiene dólar futuro y sube los topes del monotributo.




El Gobierno cerró esta tarde la redacción final de la reforma del impuesto a las Ganancias con algunas incorporaciones de último momento, como la suba al 41.5% de la alícuota a los juegos de azar, el sector elegido por Mauricio Macri para cubrir la mayor parte del bache fiscal ocasionado por estas medidas.


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La respuesta no se hizo esperar: los principales operadores del sector empezarán mañana un paro de actividades que golpeará fuerte la recaudación de provincias y municipios con fuerte actividad lúdica.


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by TurboMac

Una de las más golpeadas es Mendoza, donde los hoteles fueron seducidos a cambio de sostener casinos y salas de juego que engrosen su facturación.



El proyecto fue redactado por los senadores de la Comisión de Presupuesto del Senado, que a cargo de Juan Manuel Abal Medina y Julio Cobos leyeron sus principales aspectos y tras un breve debate lograron un dictamen sin problemas.



Como adelantó LPO, el juego y el dólar futuro fueron los impuestos exigidos por la oposición aceptados por el Gobierno, pero en el texto final el primer rubro fue el más castigado.



El Gobierno aceptó eliminar un impuesto directo a las máquinas tragamonedas, que la oposición siempre consideró una doble imposición con las provincias, pero aplicó un fuerte gravamen a las apuestas.



Será de 0.75% para los juegos de azar y de 2% para las apuestas online. “Estamos gravando el consumo, como se grava el de bienes materiales”, minimizaban los senadores de todas las fuerzas.



La suba de la alícuota del 35 al 41.% abarca juegos de azar en casinos (ruleta, punto y banca, blackjack, póker y/o cualquier otro juego autorizado) y de la realización de apuestas a través de máquinas electrónicas o plataformas digitales.



Se trata de una apuesta arriesgada, porque la Corte Suprema consideró confiscatorio alícuota superior al 35% y Mauricio Macri le impidió a Alfonso Prat Gay utilizarlas cuando mandó el proyecto a Diputados. Las terminaron incluyendo.



El dólar futuro solo se gravará en operaciones especulativas del año pasado en un 15% y según Julio Cobos con estos tributos se recaudará 6782 millones de pesos, suficientes para compensar parte de lo que se deja de recaudar por Ganancias, estimado en 49598. Otros 9 mil esperan captarlos por el consumo.



El presupuesto de este año había previsto una merma de 27 mil millones por ese concepto y el Gobierno calcula que esa suma se elevará a 33.782. Para no castigar tanto a las provincias, se les girará en forma automática y sólo por un año el 2% de la recaudación de Ganancias que se gira siempre a los ATN, para luego distribuirlos a gusto del Ministerio del Interior.



En el debate de esta tarde la senadora formoseña Graciela De la Rosa (FpV) y la misionera Sandra Giménez recordaron que ese 2% no cubre el bache (representaría 2 mil millones) y pidieron garantizar la coparticipación por dos años.



“Les tengo que recordar que los ATN son de las provincias. Sólo que se distribuyen en forma discrecional”, achacó De la Rosa. Al hacerlo por coparticipación las provincias chicas serían beneficiadas, porque en gestiones anteriores fue habitual que el Gobierno de turno use esa caja para contentar a los intendentes del conurbano.



El dictamen será aprobado por el pleno del Senado (hay preferencia para tratarlo sin dictamen) y el jueves será ley en Diputados, donde el único bloque relevante que no se pronunció a favor fue el Frente para la Victoria.



Para evitar contratiempos, el diputado Luciano Laspina convocó a la comisión de Presupuesto para mañana a la noche con la intención de emitir dictamen y poder sancionar la ley el jueves por mayoría simple.



El proyecto, al que accedió LPO, sostiene el anunciado mínimo imponible de 37 mil brutos para casados con dos hijos (30 mil de bolsillo) y 27 mil para solteros (23.500 netos) con deducciones a hijos de 18 años, hijastros, conyugues, por material didáctico de docentes o residencia en la Patagonia, donde los topes se elevan un 22%.



También se deducen horas extras y viáticos, este último caso con un tope de 40% y uno mayor para el transporte de larga distancia.



Los límites de la cuarta categoría del impuesto, que abarca a empleados, serán actualizados por el índice por Ripte, que conjuga recaudación y aumentos salariales y se usa para actualizar las jubilaciones. El primer retoque será en 2018.



El proyecto sostiene las escalas ideadas por el proyecto original del Gobierno, tal vez uno de los cambios más revolucionarios porque no se tocaban desde 2000.



Quien ingrese a pagar lo hará con un 5 a un 9% (no tendrá un año de 2% como decía el proyecto de Prat Gay), luego se elevará a 12% para ingresos de más de 40 mil pesos y recién quienes ganen más de 320 mil pesos tributarán 35%.



Otro tramo del proyecto son los cambios al monotributo. Los topes de facturación subirán de 400 a 700 mil para servicios y de 700 a 1.050.000 para transacción de bienes muebles.

Se podrá cambiar de categoría en forma inmediata y no esperar 3 años, mientras que las tasas de los monotributistas también se elevarán un 75%, otra fuente de recaudación para paliar la reforma.



También se tocan los máximos de operación (de 1000 a 4000), los ingresos previos a inscripción (de 24 a 96 mil), el límite para la incorporación (5 a 20 mil) y la excepción para cooperativas de trabajo (24 a 72 mil).