La maquila mexicana, el nuevo cuco de la industria argentina

La maquila mexicana, el nuevo cuco de la industria argentina

La eventual incorporación de Argentina como miembro pleno de la Alianza del Pacífico (AP) exigiría “degradar” al Mercosur de unión aduanera a simple área de libre comercio pero podría atraer inversiones extranjeras y mejoraría el acceso de los alimentos criollos a países donde hoy solo entran pagando aranceles, según tres especialistas en comercio exterior consultados por BAE Negocios.

El principal riesgo del nuevo rumbo plasmado en la visita de Mauricio Macri a la cumbre que se lleva a cabo en este pueblo del sur chileno, además del enfriamiento de las relaciones con Brasil, es que para entrar al club habría que liberar el ingreso de bienes fabricados en México, un país con salarios en dólares muy inferiores a los argentinos y una escala de producción muy superior, lo cual afectaría el empleo en rubros industriales como el automotor, autopartista, químico y petroquímico.

El Mercosur y la Alianza del Pacífico parten de objetivos prácticamente opuestos: el bloque liderado por Brasil y Argentina se planteó desde siempre un crecimiento “hacia dentro”, buscando aprovechar conjuntamente sus mercados internos y encadenamientos industriales, mientras que los vecinos del Oeste optaron por abrirse al resto del mundo para mejorar el acceso de sus materias primas a los países desarrollados. No casualmente los socios de la AP acceden a un 80% del mercado mundial con preferencias comerciales, mientras que el Mercosur solo celebró acuerdos de libre comercio con Cuba, India e Israel, que apenas concentran el 7% de las importaciones globales.

Esa vocación “transoceánica” de los países del Pacífico se percibe en el sector privado: según el director de la consultora DNI y expresidente de la Fundación ExportAr, Marcelo Elizondo, 65.000 de las 110.000 empresas exportadoras de Latinoamérica están radicadas en los países de la AP. Es el doble de las que hay en el Mercosur, pese a que este último cuenta 293 millones de habitantes frente a los 216 millones que viven en Chile, Perú, Colombia y México. A diferencia del Mercosur, los socios de la AP pueden negociar acuerdos individualmente con otros bloques.

Elizondo, asesor de Cambiemos durante la campaña, cree que el paso de Macri “marca un nuevo perfil, con mayor autonomía frente al Mercosur, acercamiento a un bloque promotor del libre comercio internacional y reconocimiento de que en el Pacífico está el gran motor económico transnacional”. A su juicio, aunque no abra directamente sus fronteras para no romper el Mercosur, al país le convendría empezar por negociar con los miembros de la AP temas no aduaneros como integración física, protección de inversiones, compras gubernamentales y propiedad intelectual.

El status de “país observador” que obtuvo semanas atrás Argentina no implica demasiado compromiso con la AP, al punto que hay 42 observadores, incluyendo a las dos economías más grandes del mundo (Estados Unidos y China) y a dos socios del Mercosur (Paraguay y Uruguay). Sin embargo, Macri es el único presidente “observador” que acudió a esta cumbre además del costarricense Guillermo Solís, cuyo gobierno aspira a convertirse en miembro pleno.



El obstáculo para Macri es que todo país que quiera integrar la AP como miembro pleno debe firmar acuerdos de libre comercio con todos sus miembros. Argentina tiene prácticamente abiertas sus fronteras a los bienes producidos en Chile, Perú y Colombia pero no a los de México, un país con una escala de producción mucho mayor y salarios relativamente más bajos. Por su pertenencia al NAFTA, además, su economía está muy atada a las fluctuaciones de la estadounidense y expuesta a sus shocks.

Para el ex secretario de Relaciones Económicas Internacionales del último gobierno kirchnerista, Carlos Bianco, el problema “no es la Alianza del Pacífico en sí misma, sino la ‘degradación’ del Mercosur que se necesitaría para poder avanzar en tal sentido, lo que permitiría a posteriori que Argentina pueda negociar individualmente e ingresar a otros acuerdos que sí serían peligrosos para el bienestar futuro de los argentinos, como el TPP (Acuerdo Transpacífico)”. Tres de los cuatro miembros de la AP (Chile, Perú y México) ya forman parte de ese megabloque liderado por Washington, cuyos críticos consideran “un nuevo ALCA”.

“El peligro es México, porque gran parte de su producción es maquila basada en componentes importados de Estados Unidos. De llegar a negociarse cualquier tipo de acuerdo con México, la clave son las reglas de origen (cuánto contenido local se exige para que un bien sea considerado ‘mexicano’) y la protección de los sectores más sensibles, trabajo-intensivos, de la industria argentina”, opinó Bianco.

El exsecretario de Industria del gobierno duhaldista y director de la consultora Abeceb, Dante Sica, coincidió ante este diario en que “una acelerada integración con México puede ser riesgosa para la Argentina, dado la brecha de escala y costos en la mayoría de los sectores industriales, y que los ciclos de la economía de Estados Unidos, el principal mercado destino de las exportaciones mexicanas, impactarían de manera directa sobre la Argentina”. No obstante, Sica también valoró que el Gobierno busque “equilibrar el nivel de relacionamiento alcanzado con China con otros países del bloque occidental”, y a la vez “dinamizar las relaciones diplomáticas del Mercosur con el resto de la región, tras años de rezago en la agenda externa del bloque”.
Efecto Brexit: el Reino Unido se acerca al Pacífico

Una semana después de la victoria del Brexit, Reino Unido comenzó a dialogar con la Alianza del Pacífico sobre “la posibilidad de participar” en ese acuerdo latinoamericano, según informó una funcionaria mexicana, y Colombia hoy ya se mostró optimista ante esta posible asociación.

“Estuvimos platicando con el Reino Unido, que es uno de los principales observadores de la Alianza y ahorita con el Brexit, se abre la posibilidad de que puedan participar”, contó a la prensa la senadora por el estado de México, Angélica Araujo, luego de una reunión de la Comisión Parlamentaria de los cuatro países miembros de la zona de libre comercio latinoamericana.

Araujo habló al término de esa reunión preparatoria en la ciudad chilena de Puerto Varas, la misma localidad que este viernes recibirá a los presidentes de los cuatro miembros de la Alianza del Pacífico -México, Perú, Colombia y Chile- y de al menos dos estados observadores, Argentina y Costa Rica.

“Estoy segura de que los cuatro presidentes estarán analizando esa posibilidad, dadas las condiciones que se tienen de éxito en esta integración, y es muy probable que nos den buenas sorpresas en materia de nuevas incorporaciones”, se animó a pronosticar la legisladora mexicana.

“Ellos ya son observadores, pero podría ser que se incorporen a la Alianza del Pacífico”, concluyó la parlamentaria. Al día siguiente, el ministro de Agricultura colombiano, Aurelio Iragorri Valencia, confirmó el diálogo entre la Alianza y Londres y se mostró optimista.