#100 días



Devaluaron y eliminaron retenciones. Subieron, bajaron y volvieron a subir la tasa de interés. Redujeron alícuotas de impuestos y comenzaron una ola de despidos de empleados públicos, abriendo la misma puerta al sector privado (en total, 130 mil desocupados). Aplicaron un extraordinario tarifazo en la luz, que prometen que no será el último, y mantienen en espera el de gas y transporte. Desplegaron una política monetaria contractiva con un endeudamiento impresionante en pesos del Banco Central, hasta un nivel inquietante donde el stock de Lebac supera la base monetaria a un costo elevado. Liberaron de controles al sistema financiero e iniciaron el desmantelamiento de la protección de la industria nacional. Cerraron el acuerdo con fondos buitres en forma apresurada ante la de sesperación por conseguir dólares financieros, con emisión de bonos de deuda por parte de la Nación, provincias y empresas, para alimentar el stock de reservas. El saldo de estos meses de la labor del equipo económico integrado por Alfonso Prat-Gay y Federico Sturzenegger fue aceleración de la inflación, duplicando la tasa mensual, y derrumbe de la actividad económica. El impacto negativo de esa estrategia fue agudizado por la descoordinación entre el Ministerio de Hacienda y Finanzas y el Banco Central, entidad monetaria cuyo directorio ha demostrado una marcada inexperiencia en el manejo de las variables financiera y cambiaria. Los bancos se están haciendo un festín con Sturzenegger y sus muchachos sofisticados. Sus egos quedarían un poco dañados si supieran lo que hablan de ellos los financistas.

Pese a todas las muestras de generosidad ofrecida por el gobierno de Macri al complejo agroexportador, a la banca y a conglomerados industriales locales y multinacionales no han ingresado a la economía dólares en términos netos. Por el contrario, se ha intensificado la fuga de capitales hasta casi 4000 millones de dólares en lo que va del año, monto impactante teniendo en cuenta el brusco cambio del contexto político y económico a favor de esos sectores beneficiados que son a la vez los que compran dólares en cantidad. Las reservas han bajado en forma persistente hasta evaporar más de la mitad del oneroso pase por 5000 millones de dólares con un grupo de bancos internacionales (el Banco Central entregó en garantía por esas divisas bonos por 10 mil millones de dólares, y terminará pagando intereses por 300 millones de dólares en el año). En las últimas jornadas fueron infladas por los dólares conseguidos por la provincia de Buenos en una colocación de bonos por 1250 millones a una tasa del 9,37 por ciento anual. Tal fue la desesperación del Banco Central por esos dólares que la provincia salió al mercado financiero internacional a pagar una tasa muy alta, cuando hubiera conseguido un costo más bajo, según postula el gobierno nacional si se cierra el capítulo con los buitres.

El tarifazo en la luz y la caída de la actividad económica está asfixiando al sector productivo y a sus trabajadores. Muchos están perdiendo sus puestos y el resto está registrando una muy fuerte caída del poder de compra de sus ingresos.