No hay acuerdo con los petroleros en Chubut, 5000 perderían su trabajo

Los petroleros aún no consiguieron el acuerdo. Foto: DyN
El gobierno nacional, la provincia del Chubut y los sindicatos y las empresas que explotan los yacimientos en el Golfo San Jorge, se reunieron hoy y decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta el lunes próximo, al no encontrar soluciones, para la mejora del precio de exportación del petróleo escalante, un tipo de crudo pesado que la Argentina no tiene capacidad instalada para procesar.

"Nos vamos más contentos que en otras reuniones y con la posibilidad concreta de una solución en el corto plazo", reconoció el gobernador de Chubut, Mario das Neves, al retirarse de la reunión que se realizó en las oficinas del Ministerio de Interior, encabezada por el titular del área, Rogelio Frigerio, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

De acá al lunes, el gobierno mantendrá reuniones con las operadoras privadas para avanzar posiciones, y luego definir con las autoridades provinciales y el sindicato de petroleros, en base a una propuesta para "todos los sectores aporten".

Acá es la perinola, acá ponen todos, nosotros ponemos plata, inversión

En este sentido, el empresario Carlos Bulgheroni, presidente de Pan American Energy (PAE), afirmó que "es un tema complejo" pero reconoció que se está en "camino a solucionarlo. Creo que en los próximos días la solución va a estar al alcance de las manos; acá es la perinola, acá ponen todos, nosotros ponemos plata, inversión". Sin embargo, a la fecha PAE tiene su producción parada y más de 3000 trabajadores que dependen de Bulgheroni no saben si el mes próximo tendrán trabajo.

Por su lado, el secretario general de los trabajadores petroleros de Chubut, Jorge Avila, calificó el encuentro como "muy duro, muy tenso", y señaló que todavía "soluciones no hay". Criticó al gobierno nacional porque "hay un sector que es duro y que no quiere ceder", en relación al ministro de Energía, Juan José Aranguren, al tiempo que descartó la posibilidad de que el sindicato realice un paro por el momento para poner paños fríos.

Más temprano, su par del Sindicato de Petroleros Jerárquicos de la Patagonia Austral, José Llugdar, advirtió que en caso de tomar acciones de fuerza (a nivel nacional), en el sector industrial la falta de gas o petróleo "sin ninguna duda" se sentiría y estimó que ante una acción sindical "las plantas regasificadoras no las van a poder sustituir" para abastecer plantas industriales de Bahía Blanca y de todo el Interior del país.

Das Neves, además, manifestó tras la reunión que solicitó al Estado "consideración con una provincia que ha aportado muchos recursos durante muchos años", consideró que la "situación es difícil", y coincidió con Bulgheroni: "es la perinola, todos ponen, el Estado nacional, las operadoras, y nosotros haremos el aporte con los gremios y lo que podamos aportar dentro de nuestras posibilidades".

Por último, y en diálogo con los periodistas acreditados en Casa Rosada, el gobernador provincial añadió que se reunió también con el jefe de Gabinete, Marcos Peña: "Ya debe estar en conocimiento el presidente, esperemos que se resuelva, hay todo un pueblo, una provincia detrás de esto".




La perinola: los números en juego

En Argentina el desplome del precio del petróleo no tuvo un impacto masivo porque durante el gobierno de Cristina Fernández, mediante las resoluciones 14/2015 y 33/2015, el crudo de consumo local quedó subsididado con precios de US$ 63 a US$ 77. A la vez se fijaron US$ 6 de estímulo a la exportación del crudo. En ese entonces el crudo aun no perforaba la barrera de los US$ 40.

Con el nuevo gobierno y el petróleo en caída libre, el actual ministro de Energía, Juan José Aranguren, negoció una reducción de estos precios subsidiados que pasaron a ir desde US$ 54,90 a US$ 63,50 por barril. Pero el precio había caído por debajo de los US$35 por lo que el monto a subsidiar no se redujo sustancialmente. No obstante, los tres dólares de subsidio a la exportación del crudo no son suficientes para mantener la producción a flote. Además con los impuestos y el pago de regalías, a las empresas les quedan cerca de US$ 23 por barril.

Por eso las tres operadoras grandes en la región, YPF, Tecpetrol y PanAmerican Energy (PAE), decidieron parar la explotación hasta que el precio repunte y dieron progresivamente vacaciones a sus trabajadores para frenar sus actividades sin causar despidos. A PAE las vacaciones ya se le terminaron y los trabajadores quedaron en "stand-by". Por eso está en conciliación obligatoria con sus trabajadores. En los próximos días podría suceder lo mismo con las demás. Y son casi 5.000 puestos de trabajo en cuestión.

Como pudo saber LPO, de los 69 equipos de torre que tiene la industria en la provincia, 51 están parados. 18 dependen de YPF y, de estos, solo 4 están en "stand-by", lo que representa unos 300 trabajadores de las empresas de servicios qu YPF contrata para hacer perforaciones y work-over. 41 de esos equipos dependen de PAE y están todos momentáneamente paralizados.

La que tiene el problema más grande es PAE, que exporta el 84% del total de crudo del país y tiene el grueso de los trabajadores en conflicto. Son más de 3.000 trabajadores que dependen de la decisión de los hermanos Bulgheroni.

Tecpetrol exporta la totalidad de su producción y a este precio no cubre los costos, por lo que su situación es tal vez más extrema, pese a que solo exporta el 12,58% del crudo del país y tiene el 4% de los equipos activos. Y en último lugar queda Petrobrás, que ya anunció su interés en vender sus activos en el país, en línea con su política de contracción mundial.

Por su parte, YPF es la mejor parada porque exporta menos del 10% de su producción de crudo y destina casi el total del crudo pesado a su refinería de La Plata, la única en el país capaz de procesar escalante. Sin embargo, es la principal petrolera del país y tiene interés en que se llegue a un acuerdo en el conflicto en breve. Los trabajadores del sector amenazan con paralizar la producción de todo el país, lo que para la petrolera de bandera significaría pérdidas millonarias. Además de que, como dijo Llugdar, paralizarían a la industria de todo el país.

El intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, y el gobernador Das Neves temen por la paz social. Por eso hace una semana elevaron un documento al Ejecutivo nacional. La movilización de cerca de 20.000 petroleros de la semana pasada tuvo buen cauce por la buena voluntad de todos. No hay fuerzas de seguridad suficientes en la provincia para encausar esa cantidad de manifestantes en caso de que algún grupo optara por causar disturbios y la marcha se desmadrara. Para la próxima movilización, Jórge Ávila, delegado del Sinidcato de Petroleros, adelantó que esperan multiplicar los participantes invitando a las familias.

El temor hizo que viajaran a Buenos Aires esta semana a pedir el auxilio de la Nación. "Hace un siglo que producimos petróleo y pucha que hemos aportado a la Nación" dijo Das Neves en referencia a las retenciones que cobra Nación por la exportación de la producción chubutense. Sin más, 14 mil millones de pesos en 2014.

Para dimensionar los montos, señaló que la pérdida anual que le genera a la provincia este precio del crudo en concepto de regalías es del orden de "los 80 millones de dólares" y aclaró que es muy difícil proveer educación y salud sin ingresos.

El Estado Nacional tampoco está bien parado frente a esta negociación. Estimaciones propias indican que con los actuales precios y a los subsidios convenidos, para el Estado el subsidio al petróleo de consumo interno ronda el 1,12% del PBI, unos 60 mil millones de pesos al año.

Dado que el déficit fiscal creciente es difícilmente sostenible como indicó el mismo ministro de Hacienda Prat-Gay, el gobierno va a quitar el subsidio a la energía eléctrica y el gas para ahorrarse una suma muy similar, el 1,5% del PBI. Para entender el volumen del conflicto, en 2015 el golfo de San Jorge produjo 1.855.612,5 metros cúbicos de escalante para exportación, subsidiarlo implica otra partida multimillonaria, lo que demandaría unos 500 millones de pesos más.

YPF puede aportar una solución muy parcial. Para el tercer trimestre de este año planea inaugurar una planta de procesamiento del escalante conocido como "coke". YPF, según su vocero, no estaría en condiciones de autoabastecer la planta, por lo que podría comprar la mitad de la producción de Tecpetrol y evitar su cierre. De todos modos, esa solución no llegaría por los próximos 7 meses.

No les estamos pidiendo que nos subsidien toda la vida. Lo que les estamos diciendo es que nos ayuden en este momento que creemos que va a ser difícil


"No les estamos pidiendo que nos subsidien toda la vida. Lo que les estamos diciendo es que nos ayuden en este momento que creemos que va a ser difícil", aclaró Ávila. Los trabajadores varias veces han dejado en claro que no les interesa que las empresas recuperen márgenes de ganancias. Saben bien que el subsidio a la producción le saldría más caro al gobierno nacional que simplemente subsidiar a los trabajadores. Por eso antes del encuentro, Ávila sostuvo que "no hay muchas alternativas", y agregó que en el caso de no llegar a un acuerdo "dejaremos el petróleo y el gas bajo tierra hasta que esto mejore y tengamos una mejor oportunidad para sacarlo".

Para Ávila, la posición de Aranguren es en exceso rígida. Hoy a radio 10 dijo "la única manera de arreglarlo es que el Gobierno entienda que tiene que ayudarnos" y "Que el Ministerio actúe como un ministerio y no como un grupo de CEO. Nosotros siempre le hemos dado una mano al Gobierno nacional".