El radicalismo ya perdió cuatro municipios por el acuerdo con el PRO

Cachi Gutiérrez, Walter Battistella y Carlos Gorosito, tres históricos jefes comunales de la UCR, quedaron fuera de carrera. Victoria Borrego, filoradical de Veintincinco de Mayo, también. Vilma Baragiola, que en 2013 era número puesto para destronar a Pulti lo ve desde la tribuna.




El acuerdo de la UCR y el PRO, instrumentado por Ernesto Sanz como una herramienta para desalojar del poder al Frente para la Victoria, se reveló este fin de semana como un gran abrazo de oso por parte de Mauricio Macri y sus operadores bonaerenses. Sin haber llegado a octubre, cuatro intendentes radicales y filoradicales quedaron en el camino, en tanto que un candidato que era número puesto para ganar en Mar del Plata lo ve desde la tribuna. El semáforo.
Semáforo rojo

Rojo, rojísimo para Cachi Gutiérrez, que perdió la interna PRO frente a Javier Martínez, dirigente de Douglas Haig vinculado a Daniel Angelici. La diferencia fue mínima pero suficiente para destronar a un histórico, pero el escenario puede empeorar: si no hay transferencia de votos, el FPV, con Lisandro Bormioli –el candidato más votado a nivel local, con 27.2-, se puede llevar todo el premio.

También rojo Walter Battistella, alcalde histórico de 9 de Julio, que perdió la interna contra un histórico opositor, Mariano Barroso, hombre del armado de Emilio Monzó en la cuarta. La diferencia fue de un punto y medio y el triunfo en octubre no pareciera correr peligro. ¿Se viene otro distrito amarillo?

En Saladillo, el intendente Carlos Gorosito, al mando desde 1991, también padeció el abrazo de oso de Vidal y compañía. José Luis Salomón, armador seccional del PRO, le disputó y le arrebató la interna por amplio margen. Gorosito arañó los 28 puntos mientras Salomón llegó a 38, tranquilo.

También hay semáforo en rojo en Veinticinco de Mayo. María Victoria Borrego, que entró por el Acuerdo Cívico en 2009, en reemplazo de Mariano Grau, perdió la elección contra Martín Torre por escasos 55 votos. El candidato más votado fue el massista Di Salvo, que superó los 20 puntos.

No es intendenta, pero también se chocó contra una pared. Vilma Baragiola, gran ganadora de 2013, no pudo derrotar a Carlos Arroyo en la interna de Cambiemos y tampoco figurará en la boleta de octubre. A la correligionaria le terminó jugando en contra el fuerte desgaste que sufrió en el HCD cuando el pultismo la identificó como el rival a vencer.

El cuadro se parece bastante al de Sergio Panella, que perdió ante Julio Garro, PRO puro, y se quedó con las ganas de llegar al sillón, al menos en este turno.
Semáforo amarillo

En Daireaux, si bien pasó el filtro, Esteban Hernando puede llegar a complicarse. Es que la división del voto con el candidato del PRO lo dejó en un 35.2. El FPV, con la candidatura de Esteban Acerbo, llegó a 45.6. Así las cosas, no podrá prescindir del apoyo de sus socios del PRO –que sacaron casi 11 puntos- para poder mantenerse en el poder.

Hipolito Yrigoyen: el ex margarito Enrique Tkacik, fue a los brazos de María Eugenia Vidal, pero no le limpiaron el camino. Debió disputar una interna contra Andrés Mateos, PRO puro, que le arañó 17 puntos imprescindibles para pasar a Jorge Cortés, del FpV. Si no hay transferencia de votos hacia el actual alcalde, puede vérselas negras.

En Coronel Pringles, el possista Carlos Oreste quedó a 2 puntos de perder la elección por la división del voto de Cambiemos.
Semáforo verde

Fundamentalmente en la quinta sección, los alcaldes radicales no tuvieron problema para despachar a sus competidores amarillos. En Maipú, Rappallini ganó holgado; lo mismo ocurrió en Tandil con Miguel Lunghi; en San Cayetano con Gargaglione; en Ayacucho Pablo Zubiaurre; en Guido Aníbal Loubet.

En la sexta, ganó sin despeinarse Facundo Castelli, de Puán; David Hirtz, de Adolfo Alsina; Pacheco en Pellegrini. En la Segunda, Walter Santalla se deglutió a Gustavo Perié por más de 10 puntos y tampoco parece que peligrara su reelección.

En otros distritos, como Chascomús, los radicales se complicaron solos. Gustavo López, el delfín de Juan Gobbi en el distrito, enfrentó a otros dos candidatos, pero todos de origen radical. Con el voto dividido, quedó 15 puntos por debajo del triunfador, Gabriel Macchi, del Frente para la Victoria.