El radicalismo en Santa Fe, dividido por sus acuerdos con el socialismo y el PRO

Por: Gabriel Camoia

La estrategia nacional de la UCR dividió las aguas y enfrentó al vicegobernador con el titular del partido en la provincia. Acusaciones filosas y posiciones irreconciliables.




La particular situación de la provincia frente a la alianza con el PRO implosionó esta semana y enfrentó al vicegobernador Jorge Henn con el titular de la UCR local, Mario Barletta. Mientras que Henn mantiene la postura histórica del radicalismo santafesino –a favor de la alianza con el socialismo y otras fuerzas–, el presidente del partido se muestra más flexible y dispuesto a cortar boleta a favor de unos y otros en las generales de octubre.

La semana pasada el vicegobernador disparó contra la alianza con el partido amarillo. “Sanz tomó la peor decisión en cien años de historia del radicalismo”, sostuvo en una entrevista radial. “El radicalismo no se siente cerca de Macri, es progresista y tiene esa camiseta. No mira las cartas en función de la coyuntura”, agregó criticando el resultado de la Convención de Gualeguaychú, que consagró el pacto entre ambos partidos políticos más la Coalición Cívica en Cambiemos. Ya en marzo pasado se había expresado en duros términos contra el presidente del partido a nivel Nacional: "Cuando venga Sanz a Santa Fe, que lo busque a Del Sel", fueron sus palabras contra el mendocino.

“No hay ninguna interna, todo el radicalismo va a apoyar a Macri porque somos respetuosos de las reglas del juego”, declaró Mario Barletta, a Letra P. “Mal haría en no aceptar las decisiones mayoritarias. Si por algún motivo de extrema circunstancia no voy a acatar una norma, dejo de pertenecer a la institución”, expresó suspicaz. La máxima autoridad partidaria en esa provincia ya había adelantado que, luego de votar a Sanz en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), en octubre se inclinaría por Mauricio Macri.

En Santa Fe, la UCR es párte del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) junto a la Coalición Cívica, el GEN y la Democracia Progresista. El 19 de abril, cuando se celebraron las primarias, Barletta perdió la interna del Frente contra el socialista Miguel Lifschitz con un categórico 70-30. Meses después, el 14 de junio, Lifschitz se consagró como gobernador acompañado por el radical Carlos Fascendini en la fórmula para suceder a Antonio Bonfatti. Por un puñado de votos de diferencia, echó por tierra las aspiraciones políticas de Miguel Del Sel y asestó un duro golpe al PRO al privarlo de una victoria que, creían, estaba asegurada.

El intendente de Santa Fe Capital, José Corral, fue el primero en brindar definiciones respecto a quién será su candidato de cara a las elecciones generales de octubre. En ese sentido, Henn cuestionó tanto a Corral como a Barletta, al sostener que sus declaraciones perjudicaban a los candidatos del partido en el marco del armado local con el FPCyS. Según el vicegobernador, el PRO "representa a cuatro barrios conchetos de Capital Federal". Según él, la decisión de acompañar a Macri a nivel nacional terminará beneficiando a Carlos Reutemann en la lucha por una banca en el senado nacional.

La jugada del FPCyS de ir a las PASO con boleta corta no salió bien para el socialista Hermes Binner, principal referente de esa fuerza en Santa Fe: quedó cuarto, detrás del Frente para la Victoria, el PRO y UNA. Omar Perotti dio el batacazo y le sacó casi 350 mil votos de diferencia al espacio del ex gobernador. “A mi modo de ver, con respeto, señalo que quienes no optan por Cambiemos, están votando por Scioli. No hay alternativa”, sentenció Barletta en diálogo con este medio. En cualquier caso, el partido de Irigoyen se dirime entre apuntalar a dos espacios que lo llevan como furgón de cola.

“Uno puede estar o no de acuerdo con la Convención (de Gualeguaychú), pero por amplia mayoría se tomó una decisión. Si yo entro en la conformación de un frente, quiero que los que pierdan me acompañen”, reflexionó Barletta. Semanas atrás, el diputado nacional adelantó que votará por Macri en las elecciones generales de octubre, mientras que cortará boleta para respaldar a Hermes Binner y a Hugo Marcucci, el hombre de la UCR que encabeza la lista de diputados del Frente Cívico. José Corral adelantó que actuará de acuerdo al mismo temperamento.

El radicalismo enfrenta una crisis de envergadura en su representación provincial y nacional. La elección nacional de Ernesto Sanz, con el 3,5 por ciento de los votos, quedó apenas por encima de la histórica derrota que sufrió el dirigente Leopoldo Moreau en 2003, cuando con boleta propia, no superó el 2,3 por ciento. En ese marco, su estrategia parece direccionada a apuntalar su poder parlamentario y los liderazgos locales de sus intendencias en localidades como Resistencia, Córdoba, San Salvador de Jujuy, Mendoza, Viedma, Santa Fe y Ushuaia. Acostumbrado a ser la alternativa nacional en un esquema bipartidista, la UCR hoy debe conformarse con apenas dos gobernaciones provinciales: Mendoza y Corrientes.

Consultado sobre si las declaraciones del vicegobernador iban a merecer algún gesto institucional, Barletta aclaró que para eso “tiene que haber una denuncia ante el tribunal de ética”, y desestimó movilizarla. “Tenemos cosas bastante más importantes de qué ocuparnos”, sostuvo. Es difícil pensar que el radicalismo santafesino abra una disputa interna con consecuencias institucionales graves, ya que la mayoría de sus actores locales tienen apuestas diferentes pero un antagonista común: el Frente para la Victoria encabezado localmente por Perotti y, a nivel nacional, por Daniel Scioli.