Las políticas de transporte son aquellas que logran trasladar mayor cantidad de personas a través de la creación y articulación de medios de transporte. En todos los países desarrollados eso lo logra el subterráneo o el tren, que permite trasladar 10 veces más personas que el Metrobus , que es una buena medida, pero que no es tan eficiente para descongestionar el tránsito vehicular.
Existe la red existente de subterráneos para ampliar la capacidad y frecuencia de los vagones y construir las líneas transversales pendientes que aumentaron los puntos de conexión entre las diferentes líneas. Para ello hay que estar dispuesto a iniciar obras que terminen otros y pensar en el largo plazo. Estas medidas no son excluyentes del Metrobus, que es más barato y más fácil de implementar.
La solución es por abajo. Si el actual gobierno hubiera concretado la mitad de lo que prometió, es decir, si hubiera hecho sólo 5 km. por año, hoy tendríamos una red de subtes a la altura de las mejores del mundo. Por el contrario, sólo inauguraron 3 estaciones, que ya estaban construidas por gobiernos anteriores, aumentaron la tarifa un 309% y excluyeron a cientos de miles de pasajeros del subte. Además, compraron vagones que son chatarra del subte de Madrid y ocultan que la única línea que renovó sus vagones por unos modernos y con aire acondicionado es la línea A y que dichos vagones los adquirió el gobierno nacional.
El metrobus, es recomendado por el Banco Mundial para los países más pobres de Africa que no pueden acceder a tecnologías más avanzadas, más limpias y más rápidas, como subtes o tranvías. Como medida complementaria, puede ser bueno, si se lo piensa integrado al transporte subterráneo, pero sin este último funcionando como debería, lamentablemente no sirve para solucionar el problema del transporte y el tránsito en la ciudad.
Los tres kilómetros del Metrobús 9 de julio, otorgado a la empresa Riva SA por $ 115.000.000, tuvieron un costo final de $ 195 millones, es decir un 70 por ciento más de lo estipulado.
Por ende, el tramo, que une Constitución con Retiro, tuvo un costo para la Ciudad de 65 millones de pesos por kilómetro, o de $11.500.000 por cada una de las 17 paradas.
Estos 195 millones del Metrobús 9 de julio incluyen el presupuesto destinado a la construcción de la playa subterránea de estacionamiento para combis, pero no los $ 127 millones calculados para realizar el túnel proyectado bajo la avenida San Juan.
Mientras que los 23 kilómetros del Metrobús Sur, adjudicados a Bricons-Miavasa por $ 118.000.000, tuvieron un costo final superior a los $ 223 millones, lo que equivale a un 89 por ciento por encima de los valores fijados para las obras
En el caso del recorrido que une Constitución con Puente La Noria, que posee dos ramales, el costo del kilómetro se acerca a los $ 10 millones.
Por ejemplo, el metro cuadrado de la baldosa Guía color peltre se presupuestó a $ 364 en el Corredor Sur y a $ 176 en el Metrobús 9 de Julio; mientras que la baldosa Alerta amarillo texturado, a $ 426 y $ 179, respectivamente; mientras que la baldosa Advertencia color peltre, se tasó a $ 364 en el contrato por el Metrobús Sur y $ 179 en el de 9 de julio.
¿Si eso es dibujar el presupuesto?
