Wendy Kopp: "La inequidad educativa nos hace desperdiciar potencial humano"


Por Luciana Vázquez |



Emprendedores que hicieron millones desde el garage no sólo hay en Internet. También los hay entre los emprendedores sociales del mundo educativo. No son muchos los ejemplos en este sector pero puedo dar un nombre: Wendy Kopp, la fundadora de la ONG Teach for America en Estados Unidos, una organización de 26 años de historia con eje en una educación de excelencia para chicos de sectores vulnerables, que es capaz de reunir fondos para un presupuesto de US$ 350 millones y que nació a partir de una idea simple y casi obvia que Kopp tuvo en 1989 para la tesis universitaria con la que se recibiría.

Teach for America recluta jóvenes universitarios, los más talentosos entre los recién recibidos de cualquier carrera, que estén dispuestos a comprometer dos años de sus vidas para integrar una suerte de cuerpo especial de maestros súper motivados, destinado a dar clases en escuelas de barrios pobres y zonas rurales vulnerables.

Parte del talento de Kopp para atraer el interés de los hombres de negocios en los Estados Unidos fue clave para el crecimiento de Teach for America y la expansión del modelo de su ONG educativa con su nuevo proyecto, Teach for All, la red global con la que Kopp busca hacer "escalar" el impacto de su idea: no sólo conseguir maestros sustitutos para zonas vulnerables, sino aportar el liderazgo de una generación formada en la excelencia académica y con voluntad de meterse con la desigualdad educativa para producir un cambio educativo global.

En la actualidad, 11.000 universitarios de Teach for America están dando clases en las aulas de 50 comunidades de los Estados Unidos. Cada año, se suman 5000 universitarios. De las decenas de miles de universitarios que pasaron por las ONG que integran Teach for All, 65% sigue trabajando full time en educación, muchos como directores de escuela o como responsables de sistemas distritales.

Kopp es hoy una de las voces más influyentes en los debates educativos. Sin embargo, buena parte del establishment educativo estadounidense resiste su visión de la educación más bien moldeada por una mirada corporativa. También la acusa de "millonaria".

Su perfil alimenta el mito. Es una graduada de la Ivy League, la red de universidades del nordeste de los Esados Unidos, objeto de deseo en el mundo universitario de altísima gama. Cría cuatro hijos de entre 7 y 15 años, que van a escuela pública, en el Upper West Side, en Mahattan, un barrio de gente tan adinerada como intelectual, junto a su marido, Richard Barth, otra estrella de la filantropía educativa. "Pareja de poder en el mundo educativo", así los definió alguna vez The New York Times y la revista Forbes. En 2012, el último año en que fue CEO de Teach for America, el salario de Kopp superaba los US$ 400.000 al año. Esas tres palabras: "educación", "dinero" y "poder" no suelen ir de la mano aunque sí en el caso de Kopp.

Kopp visitó la Argentina invitada por la ONG Enseñá por Argentina, que desde hace seis años persigue objetivos semejantes a Teach for America en el terreno local.

-¿Alcanza con tentar a los graduados más talentosos con sueños de equidad para competir con el mundo financiero, por ejemplo, que les promete mejores ingresos? ¿La motivación interna es más efectiva que la motivación externa?

-Quizá no convenzas a alguien joven de dedicar toda su vida a una profesión con salarios tan bajos pero podemos convencerlo para que se sume por dos años. Y una vez que se decide en esta dirección, probablemente se comprometa por el resto de su vida. Estos jóvenes pueden convertirse en la fuerza necesaria para el tipo de cambios de sistema que buscamos. Por ejemplo, estos graduados y las prácticas de Teach for America cambiaron el modo en que otros maestros son reclutados y seleccionados, apoyados y pagados.

-¿Cómo es el mix de aportes públicos y privados en el presupuesto de Teach for America?

-En Teach for America, el presupuesto es 30% público y 70% privado. El financiamiento de Teach First (la ONG británica de objetivos similares) es lo contrario, 70% público y 30 % privado. El resto de la red se ubica en algún punto de este mix. Para conseguir el tipo de impacto y escala que tenemos que alcanzar para producir el cambio, necesitamos trabajar con ambos sectores.

-¿Por qué una corporación orientada a los negocios podría tener interés en apoyar un programa de equidad educativa?

-Mucha gente desearía producir un cambio si supiera cómo. La inequidad educativa nos hace desperdiciar potencial humano y eso no es moralmente justo. Por ejemplo, la personas que contratamos del sector corporativo para sumarse a nuestro staff, unas 2000, aparte de los universitarios que van al aula, ganan un tercio de lo que ganaban en el sector privado. También es bueno para los países, para la economía, para la calidad de vida de todos contar con una población educada. En los Estados Unidos ha habido un movimiento en la comunidad filantrópica: queremos organizaciones que puedan escalar, que hagan un aporte significativo. Así como se invierte en la fortaleza corporativa, tenemos que invertir en la fortaleza organizativa de estas ONG.

-¿Parte del éxito de su proyecto tiene que ver con que habla el lenguaje de los negocios: escalabilidad, liderazgo, talentos?

-Somos un grupo de idealistas pragmáticos. Queremos cambiar el mundo pero también sabemos que no podemos hacerlo solo soñando grandes ideas. Aprendimos mucho de nuestros aportantes privados.

-El problema educativo muchas veces parece irresoluble, pero usted insiste en que es posible solucionarlo. ¿De dónde nace su optimismo?

-A partir de ver lo que algunos de nuestros maestros lograban con los chicos. Recuerdo una maestra de quinto grado con alumnos muy pobres, que estaban en el nivel de lectura de segundo grado, y habían avanzado mucho. Esta maestra se había propuesto guiar a sus alumnos en el camino de ser los líderes de mañana. Ella nos mostró que si encontrás chicos con altas expectativas y le das apoyo extra, hay solución. Cuando escalamos a comunidades enteras, en diez años la tasa de graduación de secundaria pasó de 50% a 75%. Sabemos que podemos resolver el problema: siempre se trata de liderazgo.

-Sostiene que la mejora educativa alcanza para revertir la determinación del origen social. Al mismo tiempo la brecha entre pobres y ricos crece a pesar de que los sistema educativos son más inclusivos y eficientes. ¿Qué está pasando?

-Chicos de comunidades de bajos recursos en los Estados Unidos hoy tienen mejores chances de recibir la educación que puede darles la posibilidad de encontrar el trabajo que los saque del círculo de la pobreza. Pero hay mucho por hacer y va a llevar tiempo resolverlo. Vivimos en una sociedad de soluciones rápidas, la nueva tecnología refuerza esa idea. Parece que darle una computadora a cada niño es la gran solución y no es así. Pero cuanto más tiempo esperemos para encarar este gran problema de forma sistemática, más tiempo va a llevar cumplir con nuestras aspiraciones.
Frases en voz alta

Aportes varios

"En Teach for America, el presupuesto es 30% público y 70% privado. Para producir el cambio se debe trabajar con ambos sectores"

Inequidad

"La inequidad educativa nos hace desperdiciar potencial humano y eso no es moralmente justo"

Cambiar el mundo"Queremos cambiar el mundo, pero sabemos que no podemos hacerlo solo soñando grandes ideas. Aprendimos mucho de los aportantes privados"