El experimento María Eugenia Vidal

Leememos en el blog de Abel
 

El experimento de Macri



Quedan un fin de semana y tres días hábiles para inscribir las alianzas que competirán en octubre por la Nación, la provincia de Buenos Aires y todas las demás que comparten esa fecha para sus elecciones. Los fuegos artificiales y las nubes de humo llenan el escenario. Los dateros de siempre tiran “precisas” en todas direcciones: total, después nos recordarán sólo las que acertaron.

El blog de Abel trata de ser un poco más serio: hace presente que estamos frente a choques (en plural) de ambiciones y voluntades, y los resultados previsibles de esos choques son tomados en cuenta por los otros jugadores. O sea que los resultados ya están escritos… en papeles que van a ser rotos en la pelea.

Eso vale también, por supuesto, para el tema del que hoy todos están hablando: Si Sergio Massa será, o no, un precandidato a gobernador de Buenos Aires en las PASO de “Cambiemos“, el frente electoral del PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. Es cierto que en la reunión de hoy del Consejo Nacional de PRO han sido terminantes: “No habrá un acuerdo con el Frente Renovador“.

Y me parece que el lúcido Ricardo Tasquer hizo aquí un buen resumen del motivo: el objetivo del frente opositor no puede ser ganar en primera vuelta. Hoy eso no parece posible. Es llegar a un balotaje, que le permita sumar a todos los que se oponen a los K. Pero en la provincia de Buenos Aires no hay segunda vuelta ¿Por qué Massa, gane o pierda en octubre, y sus votantes, lo apoyarían en noviembre?

El punto, que a lo mejor no tienen tan claro hombres poderosos pero que no están en la actividad política, es que hay una diferencia en los objetivos: Macri y sus partidarios quieren que sea Presidente y acompañarlo en el gobierno nacional; los radicales, tener diputados, concejales, algunos gobernadores, Carrió, volver a ser una dirigente importante, Massa, recuperar algo de la vigencia que consiguió en 2013… El “círculo rojo”, y otros sectores de la sociedad, quieren derrotar al kirchnerismo. No son motivos que se contradicen, pero no son los mismos.

Ahora, aunque Mauricio Macri no ha sido el astuto empresario que es su padre, y como alcalde su desempeño no me impresiona, es un duro negociador: ha tenido mucha experiencia con créditos bancarios, refinanciaciones y subsidios. Igual, la tarea de desplumarlo a Massa, disciplinar a Carrió, mantener encuadrados a los radicales y satisfechos a sus “sponsors” … puede fallar, diría un famoso mago.

De todos modos, a mí me parece que lo más interesante de este episodio en particular es este reciente experimento de Mauricio Macri: María Eugenia Vidal, precandidata del PRO a gobernadora de la Provincia de Buenos Aires.

¿Una porteña de Flores, de 41 años, politóloga, recibida en la Universidad Católica Argentina y cuya militancia ha sido en la Fundación Creer y Crecer y en el Grupo Sophia, candidata para la Provincia? Gente inteligente, con y sin experiencia política y de pertenencias diferentes, me han dicho que es una locura. En realidad, esta opinión extendida es el principal factor, hoy, que opera para que Sergio Massa llegue a ser… un precandidato a gobernador en las próximas PASO.

Debo decir que yo tampoco la veo a María Eugenia en el sillón de Dardo Rocha. Pero es porque hoy no lo veo a Mauricio Macri con buenas chances para la Presidencia. Ha habido gobernadores – el más notorio es Armendáriz – que llegaron arrastrados por la popularidad del candidato a Presidente; en ese caso, Alfonsín. Pero no me parece que hoy la oposición pueda darse el lujo de una candidatura bonarense que no le sume algunos votos. Tampoco parecen sobrarle al oficialismo, a decir verdad.

Creo que la clave es que M. E. V. es, más allá de su obediencia disciplinada a las decisiones de Macri, una expresión auténtica de los sectores que formaron la base del PRO, que son la gran mayoría de sus cuadros medios. Las clases medias acomodadas, que les gustaría relegar al peronismo y al gorilismo original a los libros de historia, y que – como ya ha sido observado ¿en Panamá Revista? no encuentro la referencia – “se meten” en la política como si fuera una ONG.

Se le reprochó a Macri – con justicia – que no supo armar un partido nacional de “centro derecha”. Que el PRO no era más que un partido vecinal de la Capital Federal. Es que Durán Barba – que hoy es el adalid de la pureza étnica PRO – evaluaba que el peronismo lo vendría a buscar para que fuera su candidato.

Eso no sucedió, claro, y hoy, para dar una pelea con alguna seriedad, debe construir una mínima estructura nacional (léase: bonaerense). Es irónico que para ello deba recurrir a un sector que es más numeroso en la Capital, pero también existe, esa clase media acomodada y que cree no tener ideología, en todo el país. Si los resultados electorales en octubre son los que aparecen probables hoy, empezarán a dominar la futura oposición legislativa, reemplazando al viejo radicalismo.