Llegaron los "raduba", radicales de Durán Barba


Finalmente habemus pacto! A pesar de la dura resistencia  ha triunfado de la mano de Ernesto Sanz.
Sin embargo la pregunta que surge al ver el regocijo de los pactantes es, qué festejan? 
La unidad entre el PRO y la UCR está muy lejos de concretarse en los distritos, pues no contempló esa dimensión insoslayable de la política, la dimensión territorial. 
De hecho el pacto fue viabilizado por dirigentes radicales sin representatividad distrital o de muy baja representación. Caso Ernesto Sanz sin votos siquiera en San Rafael, su distrito original y Elisa Carrió una sin tierra cuya representatividad la dan los zócalos de los canales de televisión. 
Cómo se ensambla en los territorios semejante unión de superestructuras galvanizado en los set televisivos o al calor de los discursos de consultores de ocasión? 
Respuesta, no se ensamblan de ninguna manera, habrá rupturas inexorables y veremos finalmente qué y cuánto queda del Pacto original.

En sentido opuesto, el pacto con la derecha conservadora que se nuclea ahora en torno a la sigla PRO, junto a la crisis de dirigentes distritales que promoverá, en el mismo movimiento liberará una gran franja de electores que reconociendo las mejores tradiciones popular - democráticas del radicalismo están ya insatisfechos con la subordinación partidaria a la derecha conservadora que se nucleo ahora en torno a la sigla PRO y se encuentra disponible para migrar sancionando el acuerdo. 
Así las cosas, la migración electoral se hará en primera ronda de manera dominante buscando expresiones propias como la que encabece Margarita Stolbizer, que será un límite insalvable al crecimiento del acuerdo conservador a nivel nacional en general y bonaerense en particular por la fuerte impronta electoral de Margarita en su territorio histórico y cuyo piso electoral no es menor al 15% de los votos provinciales.
Adicionalmente la dinámica de un eventual balotaje habrá cambiado tras el pacto de la UCR con la derecha conservadora que se nuclea ahora en torno a la sigla PRO, y resultará mucho más favorable para el kirchnerismo. 
En efecto, si por circunstancias que hoy no se observan, el FpV, sostenido en su piso electoral de 33 por ciento de votos nacionales sin embargo no resolviera la elección en primera vuelta, y en tren de hipotetizar de existir segunda ronda, el electorado radical que rechazó el pacto, optará en buena medida por el FpV como modalidad de actualizar la sanción a la subordinación de la UCR a los oscuros designios del estratega de cabellera azabache, el meridional Duran Barba.