Jujuy, ferias vs. economía formal: “La maravilla de la Feria, es que da mucho empleo”


Lo afirmó Raúl Llobeta en relación al fenómeno de las ferias minoristas que tuvieron un significativo crecimiento en toda la provincia, denotando la falta de empleo formal y de políticas para contener los altos índices de desocupación.



“Por qué no plantearnos que Jujuy pueda ser un lugar que viva del comercio minorista, que articule con el Asia vía Paso de Jama y distribuya por todo el país”, se preguntó el docente e investigador Raúl Llobetta, haciendo referencia a la posibilidad de formalizar una actividad económica que tiene fuerte presencia en Jujuy y puede significar una alternativa para el desarrollo económico de Jujuy.

La problemática de las ferias comerciales en distintos puntos de la provincia, se transformó en un desafío para los gobernantes, los municipios y la sociedad en general. Hoy, según los especialistas, generan más puestos de trabajo que cualquier otra actividad, además contienen a los jóvenes laboralmente, en una provincia donde no se generan otras alternativas de inserción laboral.

Trimestralmente organizaciones como la Cámara de Empresarios, realizan un informe o un mapa de argentina sobre la venta ilegal. Allí se registran aquellas ferias tipos Salada o Saladita, los manteros y se pudo conocer que en estos últimos tiempo y paradójicamente cuando cae el comercio formal, esta actividad informal crece, lo cual preocupa de sobre manera.

“Esta problemática puede transformarse en una solución para varios interrogantes que tiene la provincia en su economía y en su desarrollo”, observa Llobeta. “Para que una industria sea competitiva, tiene que tener mucha inversión en maquinarias y no da puesto de empleo. La maravilla de la feria es que da mucho empleo y el joven está allí trabajando en vez de estar haciendo otras cosas” afirmó en conversación con Canal 2.

La iniciativa del catedrático, se puede transformar en una alternativa para la magra economía jujeña; solo hay que formalizarla, porque para ello “tenemos la cultura y la gente que sabe hacerlo”.

“Uno ve un puesto de feria y cree que es solo eso. Pero es la punta del ovillo y en realidad hay toda una organización; hay gente que va a la frontera, que va a Once, a la Salada, trae para aquí, tiene un puesto en Córdoba con un pariente, otro en Buenos Aires. Las redes que yo he visto llegan desde La Quiaca hasta Ushuaia. Entonces por qué no plantear la posibilidad de que Jujuy pueda vivir del comercio minorista”, interrogó Llobetta.

“Seguimos enamorados del pasado de Jujuy o sólo vemos una parte que está vinculada al pasado. No vemos lo que está pasando, lo que nos está explotando en la cara, un Jujuy comercial” justificó en su posición.

Desde la Cámara de Comercio, Ignacio Sadir dice que se está trabajando fuertemente en buscar soluciones, pero aclaró: “no pretendemos que nadie se quede sin trabajo; buscamos la formalización del comercio ilegal, sin entrar en el tema de la falsificación, del delito en contrabando, falsificación de marca. Meramente al ofrecer sus productos en la vía pública ya tenemos una competencia totalmente desleal en aquel comercio legalmente establecido. Para nosotros es clave articular entre todas las fuerzas, para poder combatir este tipo de flagelo”, destacó.

El dirigente apuntó a impulsar de esta manera el “comercio a cielo abierto”. “Jujuy ha presentado un proyecto interesante, pero hay que tener la decisión política de avanzar en el desafío que se tiene por ordenar este tipo de emprendimientos, reubicarlos, como es el caso de Tucumán donde se han quitado todos los manteros, se los ha reubicado y ahora se los está formalizando y es un primer paso por la lucha contra esta problemática".

Jujuy está ubicada en el primer lugar del interior del país con cantidad de ferias y manteros, detrás de La Matanza y por encima de Tucumán, según los datos que manejan las cámaras empresariales.

El nivel de informalidad en la provincia es alto. Pero también la realidad dice que muchos de quienes venden en las ferias poseen planes sociales de cualquier índole y son reticentes a blanquear su actividad, por temor a perder ese beneficio del Estado. “Esto descompone la estructura social tradicional y lo que hay que buscar es tratar de que esta estructura tenga que ser formalizada. Depende de una decisión política firme, no sólo discursiva sino en los hechos”, se planteó desde la CAME, Cámara de Mediana Empresa.

Para ellos, la clave está en “entender que el comercio se encuentra totalmente atado de pies y manos a la hora de no saber cómo enfrentar este flagelo, cuando ve que su producto se está vendiendo en la vía pública, no pagan alquiler, no pagan impuestos, el personal está en negro y uno tiene que hacer frente a todo estos compromisos y responsabilidades como empresarios o como comerciantes; la verdad es que a uno lo desgana. Por eso CAME está relevando esta información en todo el país y tenemos los ojos puestos en la provincia de Jujuy”.

Actualmente el comercio informal contiene laboralmente entre 7 y 10 mil personas; para erradicarlo, hace falta crear industrias para que contengan a estas personas. Si ponemos a tres personas por micro empresas, necesitamos unas 2.500 empresas.

En este caso de las ferias, estamos hablando de micro empresas o nano empresas cuando son individuales. “Lo que hay que hacer no es erradicarlas en el sentido de eliminarlas, porque es imposible, además el sistema económico no da otra alternativa, sino ir poniéndolas en situaciones más razonables, más competitivas y que se evite la explotación laboral, de picaros capitalistas que se aprovechan de la gente, escudándose en una figura de ‘pobre gente, qué va hacer’. En Jujuy existe una gran anomia y no se respeta las normas” explicó Sadir.