Decidido a volver a la Ciudad, Aníbal Ibarra celebró la recuperación del nieto de Carlotto



Decidido a recuperar la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, el exintendente porteño Aníbal Ibarra destacó su rol como fiscal en el proceso de restitución de hijos y nietos de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, en medio de la recuperación del nieto de Estela de Carlotto.

"Estoy emocionadísimo, ayer estuve con Estela, le di un abrazo. Había estado anteanoche en un acto acá en la Legislatura, estuvimos sentados una hora y media, ni ella sabía, yo mucho menos, y al día siguiente pasó lo que pasó", contó el legislador porteño.

El funcionario recordó su tarea como fiscal en lo Criminal y Correccional en la década del '80 en una época en la que no había consenso sobre la restitución de las víctimas. "Hoy el tema de la identidad, de la búsqueda de la verdad, es un tema de la sociedad. No es del Gobierno solamente, aunque tuvo mucho que ver este Gobierno con las políticas que hizo, pero hoy todo este tema está impregnado en la sociedad", comentó en diálogo con Radio del Plata.

Ibarra contó que "en aquel entonces la Corte, en un caso de identidad, de desaparecidos, de apropiación, no autorizó que a un menor le saquen sangre porque es una agresión". "Esto era una posición para esconder que lo que ellos querían era que no se investigara. En ese contexto nosotros ayudamos desde la fiscalía. Pero las Abuelas pelearon siempre con el mismo ímpetu, en las malas, en las buenas, en las más o menos", siguió.

"Qué maravilla lo de Estela. No sólo se lo merece por lo que es, sino porque peleó por todos los nietos, no fue por su caso. La verdad es que se merecía ella encontrar a su nieto después de haber peleado con tanta fuerza por todos los nietos. Este encuentro de ella con su nieto lo compartimos todos, por eso la emoción, la alegría, todo lo que significa", afirmó el legislador.

"En aquel entonces qué pelea desigual. Se decía que cualquier investigación les complicaba la vida a los chicos, entonces mejor dejarlos vivir con los apropiadores que los habían criado. Por supuesto que era complicar la vida, pero esto era fruto de la dictadura. Hoy son otras cosas las que se discuten", concluyó.