Con el avance de la ultraderecha en Europa crece el debate
sobre la participación de hijos de extranjeros. Francia, Estados Unidos y
Holanda los más perjudicados.
En Europa no solo hay hinchas racistas que lanzan bananas al
campo de juego, sino que los partidos políticos de extrema derecha están
ganando terreno en Francia y los Países Bajos. Actualmente, además, la mayoría
de los hooligans alemanes son neonazis. Y este año, Suiza votó a favor de
reducir la inmigración, desafiando el espíritu de las leyes que permiten a los
ciudadanos la libertad de circulación en toda la Unión Europea.
Si se define en términos generales a un 'extranjero' como
cualquier persona con al menos un progenitor nacido en otro país, la selección
suiza perdería a dos tercios de sus jugadores. Francia y los Países Bajos
quedarían bastante 'desarmadas' para jugar el Mundial de Brasil y quizá no
lograrían pasar de la primera ronda. Y Argelia, Ghana o Turquía se reforzarían
en gran medida, según este análisis que publica Global Post.
Según publica el sitio www.actualidad.rt.com Francia sería
uno de los más perjudicados, si existiera una regla que prohibiera jugar a los
inmigrantes. Los galos perderían a 12 jugadores del plantel de 23 que llevaron
a Brasil. Todavía tendrían a jugadores como Franck Ribéry (aunque está
lesionado) o a Olivier Giroud, pero perderían a los siguientes: Raphaël Vaane y
Loïc Rémy, cuyos padres nacieron en Martinica, al centrocampista Blaise
Matuidi, cuyo padre nació en Angola, al defensor Eliaquim Mangala, cuyos padres
nacieron en la República Democrática del Congo, al centrocampista Rio Mavuba
(su padre nació en Zaire y su madre en Angola), al centrocampista Moussa
Sissoko, cuyos padres nacieron en Malí, al delantero del Real Madrid Karim
Benzema, cuyo padre nació en Argelia, al centrocampista Paul Pogba, cuyos
padres nacieron en Guinea, y al centrocampista Matthieu Valbuena, pues su padre
nació en España. Una gran legión extranjera la del equipo francés.
Estados Unidos sería el otro caso emblema. Perderían al
delantero de Sunderland Jozy Altidore, cuyos padres nacieron en Haití, a Tim
Howard, de madre húngara, al atacante Aron Johannsson, que nació de padres
islandeses, al centrocampista Mix Diskerud, nacido en Noruega, al defensa de
Galaxy Omar González, cuyos padres nacieron en México, y al mediocampista de
Nantes Alejandro Bedoya, cuyo padre es originario en Colombia.
Además, a la lista de 'pérdidas' se sumarían también el
defensa de Hertha John Brooks, el de Núremberg Timmy Chandler, el extremo de
Bayern de Múnich Julian Green, el central de Besiktas Jermaine Jones, y el
zaguero de 1899 Hoffenheim Fabian Johnson, todos ellos nacidos en Alemania o
con un progenitor alemán.