Por Esteban Valenti
Dinero y elecciones son dos conceptos inseparables, el problema es cuan inseparables son y como están entrelazados. Hacer campañas electorales cuesta mucha plata y en Uruguay mucho más. Si se calcula el gasto por elector potencial, es decir habilitados y por votante, nuestro país debe ser de los más caros del mundo.
Partamos de la base que aquí todo se
paga. Y lo más importante y caro, se pagan los minutos de televisión en
los tres canales privados que utilizan frecuencias radioeléctricas
públicas recién renovadas y a precios oculares (un ojo de la cara) todos
los canales del interior a costos muy inferiores y algún canal
codificado. Mientras en muchos otros países (Brasil, Argentina, Chile,
etc etc etc) hay espacios gratuitos para las campañas políticas, en
Uruguay hay que pagar religiosamente. Al menos así figura en la
teoría...
En estas elecciones internas en las que
votaron 989 mil personas de un total de habilitados de más de 2.600.000
ciudadanos, solo en televisión a nivel nacional se deben haber invertido
teóricamente en los tres canales privados de Montevideo, en VTV, en los
canales del interior una suma no inferior a los cinco millones de
dólares. Y por ley nadie tiene que rendir cuenta del origen de los
fondos.
La distribución del gasto de televisión y radioeléctrico fue:
Primero, por lejos Luis Alberto Lacalle Pou
Segundo: Jorge Larrañaga
Sumado el Partido Nacional supera ampliamente el 65% del gasto total
Tercero Pedro Bordaberry
Cuarto el conjunto del Frente Amplio
Quinto José Amorín Batlle
Sexto el Partido Independiente
Estamos trabajando para conseguir los minutos utilizados por cada partido.
Si se distribuye el gasto por cada uno
de los votos obtenidos, el Partido Independiente es el que gastó más por
lejos pues obtuvo solo 3.895 votos.
El que invirtió menos por sus 297.856 votos fue sin duda el Frente Amplio. Un consuelito.
Reitero, ningún ciudadano de este país
sabrá nunca el origen de los fondos, si todos los candidatos pagaron el
mismo precio o pagaron algo por los minutos de televisión y en que
canal. Misterios de la política uruguaya. Y todo dentro de la ley,
porque en las internas nadie tiene que rendir cuentas.
Pero el que crea que con el gasto
televisivo se termina el derroche está muy equivocado, el otro gran
rubro es el funcionamiento del aparato en su conjunto. Militantes
rentados, distribuidores de listas, acompañadores de giras, vehículos,
locales y toda la artillería para darle visibilidad al aparato, listas a
raudales, banderas, cartones, globos, pasacalles, y el elegante
merchandising de todo tipo. En esta campaña fue gran protagonista en
casi todos los partidos. Y cuesta mucha mucha plata.
A ese nivel o mayor todavía es el gasto
en vía pública, avenidas y carreteras. Grandes circuitos de cartelones
en las principales avenidas, ciudades y rutas nacionales y miles de
plásticos colgados de las columnas para la eternidad. Millones de
dólares invertidos, también el orden del gasto es muy similar que en la
TV, con más distancia todavía para el Partido Nacional. Comprensible,
porque tenían la interna más competitiva, lo que no sirve para
explicarle a los cobradores a la hora de pagar.
Hay que pagar y listo.
En estas elecciones se agregó otro
gasto, la inversión en acuerdos electorales. Asegurarle a las listas
departamentales o algunas de Montevideo una tajada de financiación.
Nadie lo reconocerá pero los casos fueron bastante conocidos. El mismo
sistema, nadie debe informar de nada.
Se puede estimar que si todos los
partidos hubieran pagado todo el tiempo utilizado en los medios
radioeléctricos (radio y televisión) y los demás rubros, en esta campaña
se gastaron no menos de 10 millones de dólares, algo así como 10
dólares por cada voto emitido.
En síntesis y a la espera de más datos,
precisos y concretos que iremos proporcionando, lo cierto es que hubo
votos muy pero muy caros y que si se proyecta ese gasto a los más de
2.200.000 votos que se emitirán el 26 de octubre de este año y aún
descontando el aporte que hará el Estado a los partidos, asistiremos a
otro enorme festival de la campaña electoral más cara del mundo.
En la izquierda muchas veces nos
quejamos, otras nos justificamos y últimamente nos arreglamos para salir
bien pasados e incluso los que levantaron como una impoluta bandera que
ellos nunca gastarían un peso en publicidad, llegado el momento se
depositaron en sabias y caras manos profesionales. Esta
reflexión-información sobre los gastos, estos que recién comienzan es
solo para compartir con los lectores, no pueden servir como coartada.
Siempre queda el ingenio, la sensibilidad, la audacia.
Lo cierto es que si hay algo seguro en
el balance del 1 de junio, es que entre los partidos y dentro de ellos
lo que ganó por lejos fue la plata. Después vienen los otros méritos.
Lo que aporta el Estado:
La contribución del Estado es de $
36.478 (treinta y seis pesos 478/1000) por cada voto, es decir que la
Corte Electoral pagará en total 31.2000.000 de pesos (U$S 1.380.000) a
todos los partidos:
Partido Nacional: $ 14,9 millones (US$ 659.000)
Frente Amplio: $ 10,8 millones ( US$ 470.000).
Partido Colorado: $ 5 millones ( US$ 218.000).
Asamblea Popular: $ 170.023 (US$ 7.000)
Partido Independiente: $ 142.081 (US$ 6.200)
Nueve dólares que pagan directamente los partidos y algo más de un dólar que aporta la Corte Electoral.
Esteban Valenti - Periodista, escritor, coordinador de Bitácora, director de Agencia de Noticias Uypress
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias
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