Interna en el Senado entre Scioli y Uribarri



Comienzan a alinearse los legisladores en favor de los posibles candidatos para 2015

Aunque todavía intenten mantenerla en sordina, la interna por la sucesión de Cristina Kirchner ya se largó y en el peronismo se perciben los primeros alineamientos y preferencias que van recogiendo los diversos precandidatos que han manifestado su intención de heredar, para bien o para mal, los 12 años de kirchnerismo.
En esa carrera, el Senado no es la excepción y ya sea porque se han pronunciado públicamente, por el alineamiento con sus gobernadores o por sus antecedentes y preferencias, los miembros de la bancada que conduce Miguel Pichetto ya empiezan a tomar partido.
En su mayoría, los senadores oficialistas mantienen in pectore sus preferencias. Saben que la Casa Rosada no acepta dobles lealtades y esperarán el lanzamiento formal de la interna para endosar sus apoyos.
En un primer sondeo, las preferencias parecen polarizarse entre los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires) y Sergio Urribarri (Ente Ríos), este último beneficiado más por su alineamiento con la Casa Rosada que por sus posibilidades reales.
Uno de los apoyos más relevantes que recoge Scioli es el de Pichetto. El jefe del bloque fue el primer legislador oficialista que se animó, en un reportaje con LA NACION, a decir que el ciclo kirchnerista tenía fecha de vencimiento en 2015 y que, por lo tanto, la Presidenta debía permitirle al PJ tomar decisiones en la estrategia de cara a las elecciones del año próximo. Otro hombre importante de la bancada que apoya al gobernador bonaerense es Marcelo Guinle, presidente de la Comisión de Acuerdos.
También se inclinarían por Scioli la sanjuanina Marina Riofrío y la riojana Hilda Aguirre, que reflejan los respaldos de sus respectivos gobernadores, José Luis Gioja (San Juan) y Luis Beder Herrera (La Rioja).
Sin embargo, estos casos muestran que los alineamientos en la interna peronista no serán automáticos. Así, el sanjuanino Ruperto Godoy y la riojana Teresita Luna ya anunciaron su voluntad de apoyar a Urribarri. Por la candidatura del entrerriano viene trabajando en el Senado su comprovinciana Sigrid Kunath, ex ministra de la provincia y quien le organiza a Urribarri reuniones con senadores para que lo vayan conociendo. Los santacruceños Pablo González y María Labado ya han transparentado su apoyo a Urribarri: ellos organizaron su visita de campaña a Río Gallegos.
Otro dato de color en el Senado es que Scioli no puede decir que los senadores de su distrito lo apoyan. María Laura Leguizamón se ha convertido en una "cristinista" de la primera hora, por lo que se estima que respaldará a quien la Presidenta diga. El caso de Aníbal Fernández tiene otro color. Él mismo se considera presidenciable y espera salir sorteado en la tómbola del destino, y si su número no fuera el afortunado esperará hasta último momento para tratar de jugar a ganador.
El caso de Juan Manuel Urtubey, quien ya adelantó sus aspiraciones presidenciales, parece limitado al apoyo de sus legisladores: su hermano Rodolfo y María Flores Viñuales. Sin embargo, éstos podrían terminar endosando su apoyo a Scioli ante un eventual retiro del gobernador de Salta de la carrera presidencial en virtud de la buena relación que ambos mandatarios mantienen y que quedó reflejada hace pocos días en la foto de Karina Rabollini con Urtubey.
Hay provincias que merecen párrafos aparte. En Misiones, la alianza entre Carlos Rovira y Maurice Closs parece haber sufrido un fuerte desgaste por la decisión del primero de acercarse a Sergio Massa, lo que podría enturbiar la relación del gobernador con la Casa Rosada. A río revuelto, ganancia de pescador pensó el senador Juan Irrazábal, que hasta el año pasado renegaba del Frente Renovador Misionero y de La Cámpora y ahora pretende liderar un polo de senadores del NOA para apoyar a un candidato en la interna.
Para el final, quedan los distritos en los que la situación política y social se encuentra al borde de la crisis. Son los casos de Catamarca, Jujuy y Tucumán, cuyos gobernadores Lucía Corpacci, Eduardo Fellner y José Alperovich ven con preocupación cómo el PJ podría perder el poder