Aborígenes de Misiones y una lección sobre los linchamientos

Pese al repudio de casi todos los sectores, los linchamientos populares siguen ocurriendo. Ayer ocurrió en Catamarca.

Un acto de violencia social y un ejemplo ciudadano. Ayer Santa Fe y Misiones mostraron las dos caras de la moneda en medio de la ola de linchamientos populares contra supuestos delincuentes que, además, llegó a Catamarca.
En la ciudad santafesina de Recreo, un centenar de vecinos apedrearon y rociaron con nafta el frente de una casa donde funcionaría un “búnker de drogas”. El resultado fue una mujer y un niño heridos de bala y un menor de edad quedó detenido.
El hecho se inició poco después de las 22 del miércoles, frente a una vivienda ubicada en Danunzio Mateo Boss, donde se congregó un numeroso grupo que comenzó una discusión con los moradores de la casa.
Se fueron sumando más vecinos, lo que aumentó la presión sobre los moradores, uno de los cuales logró salir por los fondos y realizó varios disparos que hirieron a una mujer y a un niño, quienes fueron asistidos en el hospital Protomédico.
Esto aumentó la ira de los vecinos que comenzaron a las pedradas contra la casa y el vehículo que estaba estacionado, incluso llegaron a rociar el frente de la vivienda con nafta, pero no alcanzaron a prenderle fuego, por la intervención policial.
La contracara
En cambio, en suelo misionero, los ancianos de la comunidad aborigen Fortín Mbororé, en el norte provincial, entregaron a la Policía a tres de sus integrantes que habían herido a golpes y puñaladas a otro durante una gresca.
Todo ocurrió el fin de semana pasado, durante una reunión en el salón comunitario. Allí, una decena de jóvenes mantuvo una discusión que derivó en una gresca con golpes y el uso de armas blancas. Un muchacho de 23 años terminó con una puñalada en el maxilar. La intervención de los ancianos y del cacique Silvino Moreyra puso fin a la reyerta, y el herido fue trasladado a un centro asistencial de Puerto Iguazú.
Un grupo de mayores y orientadores de la aldea redujeron a los violentos y tres de ellos fueron retenidos bajo la vigilancia de personas de la comunidad, hasta que llegó una patrulla policial que los detuvo.
En suelo catamarqueño
Con más de una docena de casos en todo el país, ayer se conoció un nuevo hecho en la provincia de Catamarca, donde un grupo de vecinos le propinaron una golpiza a un joven de 18 años que le había arrebatado la cartera a una mujer. Ocurrió el miércoles, alrededor de las 3, en la localidad de Santa Rosa, distante a unos 7 kilómetros de la capital provincial.
El delincuente, de apellido Castro, quedó inconsciente y debió ser trasladado al hospital San Juan Bautista.
Según informaron fuentes policiales, cuando los efectivos llegaron al lugar, observaron a un grupo de personas que tenían a un sujeto reducido en el suelo, muy golpeado.
La mujer comentó que el joven junto a otro le arrebataron la cartera e intentaron huir. La Policía explicó que aun cuando el frustrado ladrón ya estaba indefenso, los presentes siguieron golpeándolo hasta que llegó una ambulancia.
No es el primer caso en Catamarca. El 27 de marzo, en un barrio de la capital, un arrebatador derrapó en su moto y tras caerse al pavimento varios transeúntes lo patearon hasta que llegaron los paramédicos.