Trump retoma su campaña: ya tiene fecha para su primer mitin en la era covid-19


Luego de suspender sus viajes de campaña durante varios meses debido a la crisis sanitaria del Covid-19, el presidente Donald Trump regresará a sus mítines masivos rumbo a la elección del 3 de noviembre, en la que juega su reelección. Originalmente la campaña anunció que el evento tendría lugar el próximo viernes 19 de junio en Tulsa, Oklahoma, pero líderes de la comunidad negra criticaron a Trump por la locación y fecha elegida para su gran regreso.

Resulta que el 19 de junio es "Juneteenth", día en que se conmemora la liberación de los esclavos tras el triunfo de la Unión en la guerra civil estadounidense. Por si fuera poco, en Tulsa ocurrió uno de los actos de terrorismo racial más graves en la historia de Estados Unidos.

El 31 de mayo de 1921 una turba de residentes blancos, respaldados por la Guardia Nacional del estado, atacaron el próspero distrito de Greenwood, habitado por la comunidad negra. Incendiaron negocios y casas y asesinaron a entre 150 y 300 personas. Unos 10 mil afroamericanos se quedaron sin hogar y la que había sido una de las comunidades negras más ricas del país jamás volvió a levantarse.


Los sorprendente no es que la campaña Trump haya elegido -por error o por provocación- esa ciudad y esa fecha para celebrar el evento del mandatario, sino que Trump haya elegido mover su rally un día para evitar la controversia.

Trump está muy preocupado por sus números en general, pero en especial con la comunidad afroamericana, quienes favorecen a su oponente Joe Biden.

La razón es bastante evidente: el presidente está muy preocupado por sus números en general, pero en especial con la comunidad afroamericana, quienes favorecen a su oponente Joe Biden. De hecho, uno de los grandes fuertes de Biden rumbo a noviembre es su popularidad entre estos votantes.

Ni Bernie Sanders, ni Pete Buttigieg, ni Kamala Harris, ni Corey Booker pudieron reducir los números del vicepresidente con los afroamericanos. Trump lo sabe y desde hace meses intenta reducir el impacto de estos votantes
El mayor problema de Trump con esta comunidad es su historial. Trump ganó con el apoyo de la base más dura del Partido Republicano, y para conquistarla usó el discurso antimigratorio, anti musulmán, y antimexicano, pero también se negó a favorecer a la comunidad negra.

Uno de los momentos más oscuros de su administración ocurrió poco después de que un grupo de extrema derecha -integrado por supremacistas blancos y neonazis- se manifestara en Charlottesville, Virginia en agosto de 2017, cuando el presidente tenía menos de seis meses en el cargo. Varios grupos antirracistas se presentaron en el evento y confrontaron a los supremacistas. Al final de la marcha un neonazi embistió a los manifestantes antirracistas y asesinó Heather Danielle Heyer de 32 años. El siguiente lunes, durante una conferencia de prensa, Trump aseguró que había "muy buenas personas de los dos lados" de la marcha. Es decir, se negó a condenar del todo a los manifestantes de la ultraderecha.

Los Medios de Fake News de Izquierda Radical, que no tuvieron problemas Covid con los Amotinadores y Saqueadores destruyendo ciudades gobernadas por Demócratas, está intentando Covid avergonzarnos por nuestros grandes Mítines. ¡No va a funcionar!

La realidad a la que se enfrenta ahora, con manifestaciones masivas en contra de la violencia policiaca hacia las comunidades de color, ponen a Trump en un lugar muy complicado. Quizá con la intención de cambiar la conversación, el presidente tuiteó ayer que no iba a permitir que los medios lo "covid avergonzaran" por organizar un mitin de campaña cuando todavía hay miles de muertos todos los días por el coronavirus.


Trump presumió que casi un millón de personas habían solicitado boletos para su evento del próximo sábado.



Donald Trump encontró espacio para participar por primera vez en una reunión del equipo que trabaja en su reelección. Fue una reunión de tres horas en Arlington, Virgina, según reportó el periodista Jonathan Swan en el portal Axios.


La integración de ese cónclave habla mucho de la campaña que viene. El primer dato de relevancia es la presencia de Nick Ayers, jefe de gabinete de Mike Pence. En las últimas semanas, a medida que se desplomaba la imagen del Gobierno de Trump, se instalaba en diversos círculos de Washington la posibilidad de que tal vez el presidente debiera cambiar a su compañero de formula para noviembre. Se mencionaba el plan de sumar a una mujer o un afroamericano. Pero la presencia de Ayers tumba esas especulaciones. De hecho, en la reunión se detallaron las actividades de corte proselitista que encabezará el vicepresidente.

Otro dato que llega hasta el empresariado mexicano es la aparición de Corey Lewandowsky, operador territorial que tiene una relación cíclica con Trump, que lo ha despedido al menos en dos ocasiones, pero que siempre vuelve. Lewandowsky es el nexo entre algunos magnates mexicanos y el presidente de Estados Unidos. Fue él quien recolectó aportes discretos para el día de inauguración en 2017, cuando Trump juró como presidente.


En materia de encuestas Trump vuelve a elegir al consultor Tony Fabrizio, que es el encargado de medir la imagen del presidente en la base republicana. Fabrizio quedó salpicado en la trama de la supuesta injerencia rusa en la elección del 2016 y por eso había pasado a un segundo plano en el circuito presidencial.

Se registran, al menos en estas primeras reuniones, dos ausencias de peso respecto a la pasada elección. Ya no están ni Steve Bannon ni Kellyanne Conway. Es otro dato para México porque eran los principales impulsores del discurso anti inmigrante en la primer campaña. Se refuerza la tesis de que ahora, rumbo a noviembre, el "enemigo externo" será China país al que se señalará como principal causante de la pandemia del Coronavirus.


La campaña en su conjunto queda a cargo de Brad Parscale cuyo accionar estará bajo escrutinio permanente de la prensa más crítica de Trump por el affaire de Cambridge Analytica. Parscale era el encargado de comunicación digital hace cuatro años y ahora asumirá el rol de Conway.

"El verdadero poder es el miedo", le dijo Trump en marzo del 2016 al periodista Bob Woodward en una entrevista en Washington DC. El momento actual de Estados Unidos sintoniza con esa creencia que el equipo de campaña presidencial buscará volcar de lleno en la figura de Joe Biden, como alguien que no es confiable para recuperar la economía post pandemia.

El enigma a develar en la contienda que viene es hasta que punto ese discurso del temor puede penetrar en un electorado sometido a altos niveles de estrés. Hace cuatro años fue efectivo en un país relativamente estable. Ahora se pone a prueba ante la tensión social y el desastre económico.