La canasta alimentaria marcó deflación en mayo pero la pobreza trepó hasta 41,4%

La inflación de los pobres subió 1,1%, por debajo del IPC Nacional. La de los indigentes cayó 0,1%, por la baja en alimentos. En junio continuó la estabilidad de precios.





La inflación de aquellos que le pelean a la indigencia cayó 0,1% en mayo, de la mano de los Precios Máximos de Referencia sobre los alimentos. Junto con esa leve deflación del mes pasado, hubo un relativamente lento incremento de 1,1%, es decir por debajo del IPC Nacional, de la inflación de los pobres. Ya en junio, los privados perciben una estabilidad en los precios de los alimentos: tendrían un salto de apenas 0,5% y la inflación del primer semestre, que en total no superaría el 13%, terminaría por debajo del 2% mensual.

De hecho, según la consultora Ecolatina, la primera quincena de junio tuvo una inflación de 1,6%, con los alimentos subiendo sólo 0,5%. Se trata de una buena señal de continuidad en la estabilidad, tras los sendos 1,5% de inflación en abril y mayo. La consultora espera que el IPC termine por debajo del 2% en junio.

Por su parte, la consultora Seido midió una variación de 0,3% en la segunda semana del mes y otra de 0% en la primera. A través de un informe, destacó que, de esa forma, la dinámica sigue en números bajos. Sin embargo, como sobre el cierre de mayo se había registrado una aceleración importante, la mensual, que compara a las dos primeras semanas del mes contra las dos primeras de mayo, trepó hasta 2,4%. Es decir: absorbió las subas ocurridas al final de mayo. Pero, tal como señaló su director, Matías Carugati, la expectativa es que en la segunda mitad del mes, que comparará contra aquellos registros altos de mayo, haya desaceleración.


Algo parecido observó la consultora Cerx, aunque ahí la aceleración fue observada durante la primera semana de junio. Ya en la segunda observó estabilidad. Lo publicó su directora, Victoria Giarrizo, en su cuenta de Twitter: “Despues de la aceleración de precios en la primera semana de junio, los Alimentos y bebidas se mantuvieron sin cambios en la segunda semana. Medicamentos que subió 2,5% en la primera, se mantuvieron estables en la segunda”.




Lo cierto es que la línea de la indigencia fue deflacionaria. Y es que en mayo fueron a la baja los precios de varios alimentos que forman parte de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), lo que marcó la deflación mensual de 0,1%. Es el caso de la papa, que registró una caída de 5,6%, según el Indec.

También hubo caídas en los precios de la naranja, de 5,7%; en la banana, de 6,8%; en la lechuga de 16,9%; en el zapallo, de 5,3%; el asado, de 0,8%; en las gaseosas, de 2,2%; en el pescado, de 3%; y en el pollo entero, de 5,4%; el azúcar, de 1,2%; la leche fresca entera en sachet, de 0,5%; los fideos secos tipo guisero, de 1,2%; el pan francés cayó 2,2% y el de mesa subió apenas 0,3%.

En esa línea, otros productos de la CBA aumentaron relativamente poco: el arroz, apenas 0,1%; la harina de trigo, 1,2%; la batata, 0,3%; el dulce de leche, 0,4%; la carne picada, 0,9%; la nalga, 1,5%;

Con todo, la CBA para una familia tipo de 4 integrantes, que representa a la línea de la indigencia, quedó en $17.875 durante mayo. La Canasta Básica Total ( CBT), que representa a la línea de la pobreza, cerró el mes en $43.080. El investigador de la UTDT, Martín Rozada, destacó que su proyección del índice de pobreza para diciembre-mayo está en una de 41,4%. Implica una suba extraordinaria de 6 puntos respecto al último dato oficial, del segundo semestre del 2019. La CBT, además, no toma en cuenta los gastos de alquiler de aquellas familias que no son propietarias.

Si se toma el Ínforme de precios de los alquileres de junio, del CESO, se observa que una familia tipo no propietaria, para no ser pobre y vivir en un 3 ambientes necesitó $74.647.