El PBI del Reino Unido sufre en abril una caída récord del 20%


Rebajas en la vidriera de un comercio de Londres.

La economía del Reino Unido registró el pasado abril una caída del 20,4%, su descenso más acusado desde que la Oficina Nacional de Estadística (ONS, por sus siglas en inglés) comenzó a publicar el dato mensual del PIB en 1997. La congelación absoluta de empresas y servicios, decretada por el Gobierno del conservador Boris Johnson para frenar el acelerado contagio del coronavirus a partir de mediados de marzo, ha provocado un hundimiento de la actividad económica que ha superado los cálculos más pesimistas. “La caída del PIB de abril es la mayor que el Reino Unido haya visto en su historia, tres veces superior al bajón del mes anterior [5,8%] y diez veces mayor que cualquier caída anterior a la era de la covid-19”, ha dicho Jonathan Athow, el vicedirector de Análisis Estadísticos Económicos de la ONS. El drástico parón de la economía triplica el dato registrado durante toda la crisis financiera.

Todos los ámbitos de actividad han sufrido el golpe. La producción del sector servicios, que supone el 80% de la economía británica, cayó un 19% en comparación con el mes anterior. La producción industrial se redujo un 20,3%, con las cifras más acusadas en la industria automovilística (cayó un 28,3%). Solo la producción farmacéutica experimentó una expansión del 15,4%.

“El salvavidas que hemos proporcionado con nuestro esquema de retención de empleos [similar a los ERTE españoles], las subvenciones, préstamos y recortes fiscales ha protegido miles de empresas y millones de puestos de trabajo, y nos ofrece ahora la oportunidad de recuperarnos rápidamente a medida que la economía vaya reabriendo”, ha dicho el ministro de Economía Rishi Sunak. Su mensaje pretendidamente optimista contrasta con las constantes advertencias que Sunak viene haciendo al primer ministro, Boris Johnson, sobre la necesidad de relajar cuanto antes las medidas del confinamiento para evitar la que ya se perfila como la recesión económica más aguda desde la Segunda Guerra Mundial.

El Banco de Inglaterra ha advertido de que la capacidad de ahorro de las familias puede verse reducida este año en un 17%. El descenso de ingresos, la elevada cifra de paro (más de dos millones de personas solicitaron subsidio de desempleo en abril) y una confianza del consumidor extremadamente debilitada apuntan a que la recuperación de la economía será lenta. “Esperamos que el rebote sea muy lento, con un incremento del PIB del 3% en mayo y del 5% en junio. El año se cerrará con una cifra por debajo del 5% del pico anterior a la llegada de la covid-19”, ha adelantado Samuel Tombs, analista de Pantheon Macroeconomics.

La lentitud del Gobierno de Johnson a la hora de reaccionar a la pandemia ha provocado que las medidas de desescalada vayan ahora muy por detrás de las de otros países. Los comercios no reanudarán su actividad hasta el próximo lunes, y todavía no hay una fecha definida para que el sector de la hostelería (uno de los más duramente afectados después de casi tres meses de congelación) vuelva a ponerse en marcha e intente recuperar parte de sus pérdidas en la inminente temporada de verano.