El mercado laboral español sufre el peor mes de su historia con 834.000 empleos destruidos

La crisis del coronavirus provoca la pérdida de 900.000 empleos desde el inicio del estado de alarma
Los efectos de la Covid-19 dan un golpe sin precedentes al mercado laboral y elevan la cifra de parados a 3,5 millones

Tienda de H&M de la Gran Vía de Madrid cerrada por la crisis del coronavirus. En vídeo, declaraciones de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo.


Los efectos del coronavirus sobre el mercado laboral están siendo devastadores. En apenas algo más de dos semanas, desde que comenzaron a notarse las consecuencias del coronavirus, la caída del empleo no ha tenido precedentes. Los colegios comenzaron a cerrarse el 9 de marzo y, desde entonces, han comenzado a notarse esos efectos. A la afiliación a la Seguridad Social y, por tanto, a la ocupación, las consecuencias llegaron unos días después. El 12 de marzo llegó el desplome. Desde entonces, se han perdido casi 900.000 empleos, como ha cuantificado el propio Ministerio. Es el peor dato de la serie.

Para hacerse a una idea del impacto, el ministro José Luis Escrivá ha comparado lo sucedido en poco más de tres semanas con lo sucedido entre octubre de 2008 y febrero de 2009. Entonces, en unos 100 días que podían calificarse como la zona cero de la Gran Recesión, la Seguridad Social perdió unos 900.000 afiliados. Ahora ha perdido una cifra similar en poco más de dos semanas, el tiempo que va desde la víspera del estado de alarma hasta el 31 de marzo, y deja la cifra total de ocupados cotizando en 18,4 millones.

 
Tampoco hay precedentes para explicar lo sucedido en la otra cara del mercado laboral: el paro. Los números del Ministerio de Trabajo de marzo arrojan un aumento en un mes de 302.365 parados y deja la cifra total en 3,54 millones. Las referencias más próximas para comparar este golpe vuelven a encontrarse en los peores momentos de la Gran Recesión y lo que pasó tras la caída de Lehman Brothers: hasta ahora el mayor incremento en un solo mes correspondía a enero de 2009.

Marzo ha sido tradicionalmente el mes en que el estacional mercado laboral español empieza a coger fuerza. La Semana Santa y el principio del buen tiempo empujan el empleo en sectores como la construcción y, sobre todo, el turismo que se prepara para su temporada alta. El coronavirus ha llegado justo en este momento y ha cortado con brusquedad ese arranque parando completamente uno de los principales motores de la economía española: el turismo.

Esto se ve en los datos de afiliación por ramas a la Seguridad Social, que ya muestran caídas superiores al 5% del empleo en la hostelería, la construcción y las actividades recreativas o de ocio. Desde luego, el retroceso en la ocupación no es homogéneo en todas las actividades. Pero es prácticamente general. Solo se salva, en consonancia con la coyuntura provocada por el coronavirus, la sanidad y los servicios sociales que han ganado más 11.000 asalariados en este mes.


En un país con altos índices de temporalidad y con decenas de miles de personas entrando y saliendo del empleo cada día, el impacto de un shock sanitario ha cambiado completamente el escenario e, incluso, deja sin sentido las forma habituales de medir indicadores como la afiliación al instituto público. El ministro Escrivá ha ilustrado esto en su presentación con un dato: casi dos tercios de la destrucción de empleo ha llegado por la finalización de contratos temporales.

Habitualmente se utiliza como referencia la afiliación media del mes, que en este caso ha caído en 243.469 empleos. Pero ahora es la propia Seguridad Social la que apunta que lo sucedido desde el 12 de marzo hace que “el dato de afiliación media no refleje con rigor lo ocurrido en el conjunto del mes”.