Bolivia dividida con estado de sitio y el ejército en la calle

País dividido por los militares en las calles
Entre "estado de seguridad" y "estado de sitió", más tensiones

Calles y ciudades de Bolivia celosamente custodiadas

- El gobierno interino de Bolivia teme que los seguidores del expresidente Evo Morales provoquen desmanes en las calles por lo que lanzó un operativo de seguridad, que incluye militares y comandos especiales, lo que divide al país y agita aguas.
El ministro provisorio de Defensa, Fernando López, publicó hoy en las redes sociales que pidió permiso a Dios y a su familia para esa acción. "Si tengo que morir por la patria, lo haré", dijo avivando el fuego y los enconos.

"En el país no hay pequeñas republiquetas donde uno tenga que pedir permiso para circular. Nosotros no le pediremos permiso a nadie para hacer nuestro trabajo", aseguró el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría.
También aclaró que la movilización de uniformados "no tiene costo extra", porque lo que se hizo fue "reorganizar la distribución del personal".

"Hoy más que nunca estamos unidos para dar paz y tranquilidad a toda la población. Hemos sido permanentemente amenazados y agredidos, seguimos creyendo en la paz y el diálogo, y dentro de ese concepto de paz está la prevención ante las amenazas", afirmó el ministro de Defensa, Fernando López, al iniciar el operativo conjunto el jueves pasado.
"Los sectores afines al gobierno del expresidente Evo Morales expresaron su molestia por esta determinación, porque la consideran una provocación que no contribuye a pacificar el país", escribió hoy el diario La Razón de La Paz. "Por el contrario, quienes apoyan la gestión transitoria de Jeanine Áñez creen que la presencia de los uniformados es necesaria, ante las amenazas del inicio de movilizaciones", acotó el periódico.

Las críticas partieron del Movimiento al Socialismo (MAS, el partido de Morales), aunque la acción gubernamental no rompió los acuerdos y la Cámara Baja impulsó la Ley de Ampliación de Mandatos para la presidenta Jeanine Añez y el resto de los funcionarios hasta que asuman nuevas autoridades, tras las elecciones del 3 de mayo.
Desde Argentina, Morales fue contundente: "El Gobierno de facto dice que militarización del trópico busca relevar tropas, luego que es por seguridad ciudadana, y, finalmente, para un curso de paracaidismo", escribió en Twitter. "Quizá piensan lanzar tanques en paracaídas sobre el trópico.

No saben cómo ocultar el plan de guerra para reprimir", advirtió.
El líder indígena comentó que "con la militarización de las ciudades más importantes de Bolivia rige un Estado de sitio de facto que ha suspendido derechos y garantías constitucionales del pueblo" Eso es "una prueba más de la dictadura de Añez que gobierna el país", acotó Morales que llamó días atrás a alzarse en armas, aunque luego se detractó e invocó a la paz.
Se prevé un gran despliegue en las calles, acaso con bloqueos de vías y rutas, para el 22 de enero, cuando concluye la gestión constitucional 2015-2020 y acaba el mandato de Morales.

Para esas fechas, en desconocimiento del actual gobierno interino y en reafirmación de lo que consideran un golpe de estado a Morales, indígenas, cocaleros y seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS) manifestarán ruidosamente.
En tanto, la Defensoría del Pueblo emitió un comunicado de prensa en el que expresa su "preocupación por el despliegue, en las últimas horas, de las Fuerzas Armadas para ser parte de acciones conjuntas coordinadas por la Policía Boliviana, ante los antecedentes de sucesos como los de Sacaba y Senkata".
En aquella ocasión, tras la renuncia forzada de Morales 35 bolivianos perdieron la vida, 21 de ellos en un contexto de "similares intervenciones policiales-militares conjuntas", recordó hoy la Defensoría del Pueblo.