Johnson desafía:"vamos a elecciones"



Boris Johnson camina hacia un sitio electoral durante el referendo sobre el Brexit en el norte de Londres en 2016.

 El premier británico, Boris Johnson, tiene intenciones de proponer al Parlamento la convocatoria a elecciones anticipadas en el Reino Unido para el 12 de diciembre próximo.
Lo dijo el mismo Johnson a la cadena BBC tras una reunión del Consejo de Gabinete.
El premier conservador añadió estar listo a dar más tiempo a las Cámaras para discutir la ratificación del acuerdo por él alcanzado con Bruselas sobre el Brexit -cuya rapidez fue rechazada por Westminster- siempre que los parlamentarios acuerden decir sí a las elecciones antes de la Navidad. De este modo Johnson cruza la barrera -luego de lograr obtener el lunes una mayoría en Westminster solo el primer paso de su acuerdo de divorcio de la UE, pero no el vía libre rápido para concluir la partida el 31 de octubre como había prometido- y reanuda el tema del voto anticipado.

El premier anuncia para el lunes una nueva moción del gobierno Tory en el Parlamento para tratar de obtener la disolución de la Cámara de los Comunes el 6 de noviembre y la convocatoria a las urnas el 12 de diciembre.

La batalla parte cuesta arriba pues la moción requerirá pasar el quórum de los 2/3. Y las primeras reacciones de los partidos de oposición están, en cambio, centradas en confirmar la obstrucción, al menos por ahora.
Empero, el desafío sube de tono y Johnson se muestra determinado a poner en aprietos a los rivales describiéndolos como notables atrincherados en el palacio, con miedo de afrontar el juicio "del pueblo".

El anunció llegó al término de una reunión del consejo de gabinete. Fue formalizado en el aula por el ministro Jacob Rees-Mogg, líder de la Cámara, luego de que los Comunes habían aprobado con 310 votos afirmativos contra 294 negativos los contenidos del "Discurso de la Reina": o sea las líneas programáticas del gobierno.
El premier explicó que está listo para conceder más tiempo, como pide la oposición, para debatir "el excelente acuerdo" por él alcanzado en Bruselas "in extremis", pero solamente a pacto de que los diputados digan finalmente sí a las elecciones para romper el estancamiento en cualquier caso.

De otro modo, la amenaza del Ejecutivo es la de continuar poniendo en el calendario la moción para el voto "día tras día".
Quizás también presentar hasta una auto-confianza para la cual bastaría la mayoría simple.
La propuesta, del resto, llegará al aula luego de que la UE haya decidido -el fin de semana- sobre la duración de la extensión de la salida del Reino Unido de la UE el 31 de octubre, despejando el campo del obstáculo del "no deal" (no acuerdo) invocado por sus adversarios.
En una entrevista concedida a la BBC Johnson invitó "in primis" a la oposición laborista -cuyo líder Jeremy Corbyn varias veces expresó que estaba listo para aceptar el desafío del voto una vez que la prórroga se obtenida y que el riesgo de un Brexit "duro" no estuviera en la mesa- a decir sí esta vez a las elecciones. Y así de modo de que la Cámara sea disuelta el 6 de noviembre y pueda iniciar la campaña electoral.

Una campaña que en palabras del premier, bastante polémicas hacia el Parlamento y sus obstáculos al Brexit, tendrá una impronta con el eslogan "Get Brexit done", es decir el compromiso de llevar a término los tres años y medio desde el resultado "pro Leave" del referendo de 2016 al adiós de Londres a la UE y de permitir al país "mirar hacia adelante".
"Sería moralmente del todo increíble" si Corbyn y los líderes de los otros partidos de oposición -de los independentistas escoceses del SNP de Nicola Sturgeon a los liberal-democráticos de Jo Swinson, ambos categóricamente anti Brexit y favorables a un segundo referendo- rechazan tanto aprobar el acuerdo como ir rápidamente a las elecciones restituyendo así la palabra "al pueblo británico", reclamó Johnson.

Y para reforzar el mensaje no faltó la publicación de una carta abierta a Jeremy Corbyn en su perfil de Twitter en la que acusa a Westminster de haber "evitado tomar una decisión" y de tener "de rehén al país", mientras temen consecuencias negativas "para el negocio, el trabajo y la confianza pública en la democracia" si "la parálisis continua hasta 2020".
No sin enfrentarse al número uno de los laboristas -en dificultades también por las divisiones internas en su agrupación política- a respetar los compromisos asumidos.
"El había dicho repetidamente -les recuerda en forma cortante el premier- que habría sostenido inmediatamente el recurso a elecciones una vez que la UE hubiera aceptado el pedido del Parlamento de una postergación (del Brexit) el 31 de enero.
Supongo que esta es su posición y que el ahora apoyo el voto para los electores puedan sustituirse en un Parlamento fallido"