Bruselas alerta sobre los efectos de la “excesiva dependencia tecnológica de EE.UU. y China” por parte de Europa



La futura presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen


La Comisión Europea alerta: Europa está poniendo en riesgo sus valores y su influencia estratégica por culpa de su excesiva dependencia del hardware y software de terceros, sobre todo de EE UU y China



La Comisión Europea alerta: Europa está poniendo en riesgo sus valores y su influencia estratégica por culpa de su excesiva dependencia del hardware y software de terceros, sobre todo de EE UU y China. Un documento interno elaborado por la Dirección General de Redes de Comunicación, Contenido y Tecnología al que ha tenido acceso la agencia Bloomberg, llama por eso a la acción urgente y propone una "iniciativa para la soberanía tecnológica" la cual, en su opinión, podría revertir la tendencia. "Los fundamentos de la sociedad europea y sus valores se verán sometidos a una presión creciente, ya que depender de terceros países significa confiar en sus valores", asegura el documento. "La posición e influencia de Europa en los mercados globales se erosionará, afectando el liderazgo europeo y poniendo en peligro nuestra soberanía tecnológica en las principales cadenas de valor estratégicas industriales". Johannes Bahrke, portavoz de la Comisión Europea, declinó hacer comentarios. "No hacemos comentarios sobre las filtraciones", dijo en un correo electrónico.

El documento sugiere que dichos cambios están atrasados. Europa "depende cada vez más de tecnologías extranjeras en partes clave de su economía, algunas de ellas esenciales para nuestra seguridad estratégica". Además, dice, la mayoría de las tecnologías informáticas "a menudo se fabrican en otros lugares, en países que no necesariamente respetan los valores y los derechos fundamentales europeos".

El documento, además, destaca la urgencia de un debate sobre cómo la comunidad tecnológica europea puede producir grupos empresariales fuertes para competir con empresas como Apple o Huawei. Porque hasta ahora, la diversas empresas europeas que producen los componentes fundamentales de la tecnología, como semiconductores o el software, se han mostrado incapaces de seguir el ritmo debido a las crecientes inversiones necesarias para mantener el ritmo. Sus homólogos estadounidenses han avanzado en el desarrollo de estándares y productos, mientras que las empresas asiáticas como Samsung Electronics Co. han dominado la fabricación en masa a escala con la que las empresas europeas no pueden competir. "En principio, tenemos buenas capacidades de investigación en Europa, pero estamos invirtiendo poco y, en muchos casos, los investigadores talentosos se van a otros lugares donde se les paga mejor", aseguró a Bloomberg J. Scott Marcus, investigador principal del grupo de expertos Bruegel. “En algunas áreas críticas como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, el liderazgo tiende a estar en los Estados Unidos, y China está surgiendo rápidamente. Es un gran problema. Aquí hay todo un motor de innovación que necesita ser reforzado”.

Durante su campaña para la presidencia de la Comisión, Von der Leyen publicó un manifiesto en el que sostenía que creía que sería posible que Europa lograra la "soberanía tecnológica" en algunas áreas con inversiones en computación cuántica, algoritmos y herramientas para compartir datos. La futura presidenta, incluso, se ha comprometido a presentar una nueva legislación para apoyar el desarrollo ético de la inteligencia artificial dentro de los primeros 100 días de su toma de posesión. Esta medida podría incluir la introducción de "pasaportes de datos" que obligarían a las empresas a explicar cómo funcionan sus sistemas de inteligencia artificial, según la web Politico, que también ha obtenido una copia del documento. Según diversas fuentes, altos funcionarios de la Comisión Europea están presionando a Von der Leyen para que ponga en marcha un Fondo Futuro Europeo que invierta más de 100.000 millones de euros en participaciones de compañías europeas, asegura la propia Politico.