Narración vs Power Point

La neurociencia tiene la respuesta para interesar mucho más a la audiencia de las presentaciones laborales.



Los expertos consideran que los “bullet point” (punteo, en español) en las presentaciones no son recomendables. ¿Motivos? Se hace difícil que la audiencia pueda concentrarse en lo que el orador está diciendo y agregan además que el cerebro recuerda mejor con imágenes. Pero la ciencia suma una razón adicional para dejar de utilizar los pequeños puntos para contar una historia.

El coach en “resiliencia emocional” y cofundador de la plataforma de gestión de redes sociales Buffer, Leo Widrich, explicó que cuando se escucha una presentación típica se activan en el cerebro las áreas de Broca y de Wernicke.

Ambas están asociadas con la producción, procesamiento y comprensión del lenguaje. Así que está claro que las audiencias que ven las viñetas están tratando de entender el contenido y el significado dentro de esos puntos. Pero eso es todo lo que logran estas “balas”.

Por otro lado, un “cuento” bien elaborado activa no sólo las áreas ya mencionadas sino además todas las áreas del cerebro que quien escucha usaría si estuviera experimentando la historia en carne propia. Por ejemplo, según dijo la escritora educacional Wanda Thibodeaux en un texto que publicó en INC, “escuchar una historia sobre un gran desayuno podría activar las partes del cerebro que procesan el gusto y el olfato. Y debido a que los recuerdos emocionales se vinculan a ese tipo de información sensorial, el oyente podría hasta recordar lo bien que se sintió cuando su abuela más querida puso malvaviscos y chips de chocolate en sus panqueques”.

Cuando todo esto sucede, el oyente está más comprometido mentalmente y al incorporar sus experiencias personales les genera más empatía. Todo lo que escucha es más personal. Así, al orador le resultará más fácil ganarse la confianza del oyente y esto redundará en una mejor experiencia para este último.

Y esto sirve más allá de las presentaciones típicas: el saber cómo una buena historia activa el cerebro también puede mejorar la escritura. “Las anécdotas y citas en un artículo o boletín informativo, por ejemplo, pueden hacer que lo que usted dice cobra vida, al igual que inyectar el texto con algunas metáforas ricas.”

En caso de decidir contar una historia, hay que recordar que el cerebro no es tan bueno como se piensa en “multitasking”: cambiar de una tarea a otra requiere mucha energía y eso cansa rápidamente al oyente, por lo que se recomienda no hacer la historia demasiado compleja.

¿Esto significa que nunca más se puede usar un punteo? Claro que no. Tendrán sentido para explicar un proceso o para compartir datos puntuales como estadística. Si es para un documento en línea, sirve para la típica “lectura lateral” que hacen los usuarios de la web. Solo hay que entender el contexto de la audiencia y las distracciones que pueden afectarlos.