Rocío Monasterio la cara "sistem friendly" de la ultraderecha española




En la Argentina, sería revolucionario porque nadie se quiere asumir como 'derecha' y menos 'extrema derecha', pero la tendencia que cruza el Océano Atlántico es bien diferente, va por otro lado, y no es antisistema.

Por ejemplo, España está perdiendo el miedo a votar a VOX, la extrema derecha según la izquierda (Podemos y el propio Partido Socialista Obrero Español). El partido se ha legitimado en las instituciones gracias a que se vuelve imprescindible para el Partido Popular y Ciudadanos ante el ascenso del PSOE. Así, el PP y Cs le dan cobertura a quien, sin embargo, es su competidor más cercano, VOX, que un movimiento antes que un partido político, según su líder, Santiago Abascal.

Movimiento Nacional o simplemente "el Movimiento" es el nombre que recibió en días de Francisco Franco su régimen totalitario. En septiembre de 1943, Franco ordenó que, en adelante, desde los medios oficiales se refiriesen a la Falange Española Tradicionalista y a las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS) como un "Movimiento" y no como un partido.

Abascal rechaza cualquier versión oscurantista y/o estrafalaria para su ambición movimientista, y su enfoque va por otro lado: Ramón Amón lo definió en el español El País, "el orden contra el caos. La solución providencial a los problemas abstractos y los desgarros viscerales, pero también la respuesta al desasosiego de los desamparados."

VOX identifica nichos, se identifica con ellos. Otra vez Amón: "(...) empatiza con las pulsiones islamófobas de la sociedad, conecta con el cabreo de los currantes, se echa al hombro la angustia de la España rural, aglutina el fervor de los patrioteros, fomenta la testosterona del macho alfa, se recrea incluso en la adhesión de un público universitario que recela del sistema y de las convenciones."

VOX no se presenta como la ultraderecha del imaginario colectivo de muchos, y para probarlo está su líder en Madrid, la arquitecta Rocío Monasterio, de 45 años, madre de 4 hijos con su compañero de partido y también arquitecto Iván Espinosa de los Monteros. Ambos egresados con matrícula de honor.

Rocío es la vocera del movimiento contra las llamadas "feminazis" a quienes tiene el decoro de llamarlas sólo "feministas" y define como "quienes pretenden ponernos a todas un burka ideológico y tengamos que pensar todas como unas pocas".

Esther Esteban entrevistó a Rocío en el diario elEconomista, de Madrid.

Y es interesante un fragmento del reportaje, para conocer por dónde va VOX:

"(...) -¿Vox corre el riesgo de morir de éxito si es sólo un partido de los enfadados con el sistema?

-Vox es el partido de la ilusión y de la defensa clara de unas señas de identidad, y no corremos el riesgo de morir de éxito, en absoluto. La diferencia entre nosotros, el PP y el PSOE es sustancial. Ellos viven completamente lejos de la realidad mientras Vox es un movimiento telúrico al que se está sumando cada vez más gente, y en las generales vamos a dar una gran sorpresa. La mayoría de nuestros políticos y las élites no se están dando cuenta de por dónde va España, mientras nosotros estamos pegados a la realidad. Lo de Andalucía ha sido sólo una pequeña muestra de lo que va a ocurrir en las autonómicas y también en las generales.

-Muchos dicen que son a la derecha lo que Podemos ha sido para la izquierda y que el suflé acabará bajando...

-No hay ningún paralelismo entre Podemos y nosotros. Podemos es un partido antisistema, anticonstitucional, antitodo. Quiere romper con todo lo que hemos avanzado y llevar a cabo un proceso constituyente. Son primos de los chavistas, que ya sabemos a lo que vienen, a simular que creen en la democracia para luego acabar con ella. Es un partido enemigo de España, y por eso hay que sacarle de las instituciones lo más rápido posible. Nosotros somos todo lo contrario, y estamos aquí para quedarnos.

(...)

-¿Cómo se define ideológicamente?

-Me defino como una defensora de la libertad, que es lo que me ha movido a estar en política. Que me llamen fascista, la verdad, me produce risa. Me siento tan lejos de todos esos que nos insultan, que sus exabruptos no me afectan. Son gente que se dedica a etiquetar a los adversarios y a descalificar a todos los que no piensan como ellos, pero si conocieran la realidad de España tendrían interés por saber cómo un partido como Vox ha conseguido ilusionar a tanta gente en tan poco tiempo. Mientras la izquierda nos insulta, los españoles nos votan y a ellos le dan la espalda.

(...)

-Algunos dicen que es Vox quien está usando el juicio y la acusación popular (N. de la R.: en Catalunya, contra los soberanistas o independistas) como plataforma política, ¿es así?

-Eso lo dicen los mismos que nos decían que no presentáramos una querella contra los golpistas porque nunca los veríamos sentados en el banquillo. Nuestros abogados simplemente están cumpliendo sus obligaciones como acusación popular, y si Vox no hubiera estado ahí este juicio no se hubiera celebrado.

(...)

-¿El hecho de que el juicio coincida con las elecciones puede contaminar el proceso electoral?

-Nosotros sabíamos que (Pedro) Sánchez (N. de la R.: líder del socialismo y Presidente de Gobierno) iba a convocar elecciones en abril porque no quería hacer una cita electoral con una sentencia firme. Va a intentar engañar a los españoles diciendo que no ha cedido al chantaje, y que por eso ha cerrado los Presupuestos. Cosa absolutamente falsa, pero hoy tiene un relato que no tendría si ya hubiera una sentencia firme. Ahí tendría que elegir entre sus votantes, que no aceptan los indultos, y sus posibles socios, que se los van a exigir. Además, coge debilitado a (Pablo) Casado, que no ha logrado aún poner orden en el PP, y desmembrado a Podemos, cada vez más perdido en sus luchas internas. Por eso para él el 28-A es buena fecha, aunque se puede ir despidiendo de la Moncloa.

-Dígame, ¿usted es machista? Porque le han llegado a llamar musa del movimiento 'antifeminazi'...

-Ni me identifico con la palabra musa, ni me gusta el término feminazi, sino el discurso de la libertad, que es con el que yo armo esa crítica al feminismo supremacista que pretende colectivizarnos, quitarnos la voz, ponernos un burka ideológico y que todas tengamos que pensar según dicen unas pocas. Las mujeres de Vox estamos orgullosas del feminismo inicial español, de esas feministas maravillosas como Concepción Arenal. Si ella levantara la cabeza se asustaría de dónde hemos llevado un feminismo mal entendido.

(...)

-¿Está en contra de la inmigración? Porque les acusan de xenófobos...

-Estamos en contra de la ilegalidad, que también afecta a la inmigración. Defendemos la inmigración legal. Los inmigrantes que tienen papeles y se han esforzado por conseguir sus permisos de trabajo y ven como a esos que se saltan la valla se les da de todo sin esfuerzo se sienten estafados.

-¿La lucha contra el aborto, contra el Estado de las autonomías, y contra definir como matrimonio la unión civil entre homosexuales son sus recetas para regenerar este país?

-Sí. El tema de las autonomías es fundamental. Con ellas se ha roto el mercado único español y están poniendo trabas a la creación de riqueza. No podemos progresar con 17 Parlamentos legislando. No es de recibo que estemos defendiendo un mercado único en Europa y en España tengamos 17 muros que ponen miles de obstáculos al progreso y a las pymes. A este exceso normativo y regulatorio se une el bloqueo político. Las CCAA lo único que hacen es fomentar y mejorar el Estado de Bienestar de los políticos, a quienes tendríamos que mandar a la cola del paro para que se den cuenta de lo que cuesta encontrar trabajo.

-¿Defiende la prohibición del aborto?

-Imagínese la gente que cabe en el Bernabéu, pues esos son los cien mil niños españoles que todos los años son condenados a muerte. Tenemos que derogar una ley que permite condenar a muerte a miles de niños y avanzar en la protección de la vida de los niños y las madres. No creo que sea un derecho de la mujer acabar con la vida de otro. Además, habría que crear un Ministerio de la Familia que llevara a cabo una fiscalidad favorable para acabar con el invierno demográfico que vive España. Una sociedad que no cree en la familia y no incentiva la natalidad está destinada a extinguirse.

-¿Qué medidas tomaría usted de forma inminente si gobiernan?

-Devolvería al Estado las competencias de educación y, además de una reforma fiscal completa, instaría a detener y juzgar a todos los miembros del golpe de Estado del 1-O (N. de la R.: el intento independista catalán), que no son todos los que están hoy en el banquillo. (...)".

Rubén Weinsteiner