La pelea de Bolsonaro con el Congreso frena las reformas en Brasil

El presidente de Brasil le dio la espalda al Congreso, desatando una guerra con los parlamentarios.

La famosa luna de miel que caracteriza al primer año de los nuevos gobiernos en cualquier lugar del mundo, casi no tuvo lugar en el caso de Bolsonaro. A menos de tres meses de haber asumido, pasó de recibir los elogios de todo el establishment y de la mayoría del arco político brasileño, a enfrentar duras críticas que incluso ponen en duda la finalización de su mandato.

El presidente desató un fuerte enfrentamiento con el Congreso, jactándose de no negociar las reformas con los legisladores. "¿Qué es la articulación política? Yo no voy a seguir el destino de los ex presidentes, pueden tener certeza de eso", afirmó ante la prensa.

Pero el problema es que el partido gobernante cuenta con una representación minoritaria en el parlamento y si no acepta cambios en sus proyectos, no podrá aprobar ninguna de las leyes que están en su agenda.

Cómo agravante, el ex militar al mando del Ejecutivo refuerza estas diferencias con el resto de los partidos continuamente, tal es así, que los gobernadores lo calificaron como "un generador de crisis".

Por ejemplo, cuando le preguntaron por la detención del ex presidente Michel Temer respondió que "la Justicia nació para todos y cada uno debe responder por sus actos", potenciando los rumores que indican que fue el artífice de esta embestida contra gran parte de la plana del MDB (Movimiento Democrático Brasilero).

Eso le valió la furia de una pieza clave en el Congreso como el presidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia, quien conduce a más de 10 bloques de centro y centro-derecha como el DEM, PSD, PP, PR, o el PRB.

Como respuesta, este sector decidió reflotar la reforma previsional de Temer y cajonear la del superministro de Economía Paulo Guedes. Es que, más allá de la disputa política, los diputados sostienen que aquel era un proyecto menos duro y más factible de implementar.

A su vez, cuestionan que la reforma de Guedes es muy laxa con los militares y sumamente rígida con los sectores más vulnerables como los trabajadores rurales, a quienes les exige una contribución mínima de 25 años para poder jubilarse, contra 15 que establecía el proyecto anterior.

En consecuencia, el mercado ya comenzó a pasarle factura, reduciendo las estimaciones de crecimiento del 2,5% al 2% para este año, junto con una fuerte caída del Bovespa en los últimos días y una importante depreciación del real.

Ante este panorama, Bolsonaro no se preocupó demasiado y decidió ir al cine al mediodía con su esposa a ver el pre estreno de "Superación: el milagro de la fe". Es por eso que los principales medios de comunicación del país vecino lanzaron durísimos editoriales contra el gobierno, como en el caso del prestigioso Folha de Sao Paulo, que puso en duda la finalización del mandato y hasta enunció una simpática comparación con su predecesor: "volvé Temer, te perdonamos".

Un clima similar se vio en la poderosa Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), donde disertó el Vicepresidente Hamilton Mourão y tuvo que contener los cuestionamientos de todos los empresarios.

Una vez, más el número dos del Ejecutivo mostró sus diferencias con el primer mandatario, al subrayar la importancia del diálogo y prometer a los industriales que no habrá apertura comercial sin antes reorganizar el sistema tributario. "Una apertura de la noche para el día va a acabar con nuestra industria", señaló.