La industria cayó 7% en enero y hay alerta por el derrumbe constante en la venta de alimentos

Casi todos los sectores están en rojo, a excepción de metales básicos, que prevé caída




El derrumbe de la actividad industrial se aceleró en enero con datos confirmados por las fábricas. El Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina dio cuenta de un retroceso de 7%, con un solo sector a salvo de la crisis aunque con poco tiempo de aire para la supervivencia porque resultó favorable gracias al arrastre de un empuje que ya desapareció. Estos datos serán trasladados a los empresarios que se reunirán esta tarde en la sede porteña de la entidad, durante la reunión federal de la UIA.

El clima es de alta tensión ya que los pronósticos hablan de márgenes cada vez más reducidos para esquivar la crisis, siempre y cuando tenga un punto de quiebre. Hasta el momento, el análisis político no encuentra medidas que le permitan avizorar un fin de ciclo negativo.

En el primer mes del año todos los sectores retrocedieron, a excepción metales básicos que se expandieron 6,8%. Si bien las situaciones estacionales, como las vacaciones y las paradas programadas, explicaron parte de la contracción, las caídas del mercado interno y de las exportaciones fueron el centro de la reducción.

"La caída en la actividad abarcó a casi todos los rubros de la industria, con la excepción de metales básicos. Los sectores que traccionaron a la baja fueron principalmente el automotriz (-32,3%), debido a las paradas programadas de planta y vacaciones, pero también por las menores ventas, tanto al mercado interno como externo; la industria textil (-27,9%), producto de la caída del consumo privado; y minerales no metálicos (-17,9%), vinculado a la caída en la construcción y la consecuente retracción de los despachos de cemento Portland", destacó el informe.

La producción de los rubros metalmecánica se achicó 8,3%; mientras que papel y cartón descendió 6,7%; y el rubro edición e impresión cayó 5,2%. Las sustancias y productos químicos tuvieron un impacto negativo del 4,6%; mientras que el sector de alimentos y bebidas se contrajo 2,9% en términos interanuales.

La contracción del rubor alimenticio generó fuerte preocupación entre los empresarios. Desde Copal habían advertido que la constante caída del sector no sólo demostraba la pérdida de rentabilidad y sus consecuencias en el ámbito laboral, sino que dejaba en evidencia el deterioro social que se corroboró en el crecimiento de la pobreza durante los últimos años.

"Lo venimos diciendo desde hace mucho tiempo. Si se cae la actividad industrial, tiene efectos adversos en toda la sociedad porque se pierden puestos de trabajo de calidad, se amplía la informalidad, el Estado deja de recaudar vía impuestos, y crece la pobreza. La gente come menos, va en contra de la lógica natural del crecimiento mundial de la población en donde debería crecer el consumo de alimentos 1%. En la Argentina se ven caídas desde hace años", alertó uno de los integrantes de la UIA.

El informe técnico del CEU señaló que "el sector de metales básicos se expandió 6,8%, de la mano de una mayor producción de acero crudo" aunque aclaró que se debió "en mayor medida a despachos correspondientes al año anterior". Sin embargo destacó que "la producción de aluminio y del resto de los subrubros siderúrgicos, como hierro y laminados en frío y caliente, presentaron caídas".

Para colmo de males, "en materia de comercio exterior, las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) presentaron una caída de 24,3% interanual (alcanzando u$s 1.151 millones) y representaron 25,1% de las exportaciones totales".