Trump: “El muro adecuado lo construiré yo”

El presidente estadounidense ataca la “ridícula investigación partidista” sobre la trama rusa en su segundo discurso sobre el estado de la Unión

Donald Trump, esta noche en el Capitolio, entre el vicepresidente, Mike Pence, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. En vídeo, Trump asegura que construirá el muro, durante su discurso sobre el estado de la Unión.


La situación política ha cambiado en Estados Unidos, pero Donald Trump sigue fiel al trumpismo. El presidente lo demostró este martes por la noche en el discurso del estado de la Unión, el primero que pronuncia con la Cámara de Representantes controlada por la oposición demócrata. Después de dos años de crispada presidencia, el republicano empleó buena parte de su discurso en hacer llamamientos a la unidad y a la cooperación. Propuso cerrar heridas. Apeló a la grandeza del país. Y al mismo tiempo, vinculó la inmigración irregular con los asesinatos, insistió en que construirá el polémico muro en la frontera con México y reclamó el fin de la investigación de la trama rusa, que afecta a su círculo, tachándola de “ridícula y partidista”. Una hora y 22 minutos de comparecencia mostraron que la gran fractura permanece.




Trump parece el mismo que hace un año —el mismo que hace dos, incluso, en su primer discurso— y muchas de las ideas esgrimidas este martes habían retumbado ya en el Capitolio y en la Casa Blanca con anterioridad. Lo que le rodea, sin embargo, ha cambiado. Nada como la imagen de la demócrata Nancy Pelosi, mazo en mano, al frente de la sesión, como presidenta de la Cámara que es, para reflejar el cambio de tornas en esa parte del Congreso. Los republicanos mantienen el control del Senado, pero desde las elecciones legislativas de noviembre, los progresistas han recuperado la mayoría en la Cámara baja y eso maniata buena parte de la agenda política trumpista. "Juntos podemos romper con décadas de bloqueo político. Podemos acabar con viejas divisiones, curar viejas heridas, construir nuevas coaliciones", afirmó el presidente en el Capitolio. "Debemos rechazar la política de la venganza, la resistencia y la retribución y abrazar el potencial ilimitado de la cooperación, el compromiso, el bien común", enfatizó en la parte inicial de su discurso. En ese punto, Pelosi, sentada detrás de él y junto al vicepresidente, Mike Pence, se levantó a aplaudir junto a los republicanos —otros demócratas la siguieron—, estirando los brazos hacia el presidente, como quien señala con la punta del dedo.

El mandatario neoyorquino emplazó a sus rivales políticos a impulsar legislaciones relativas a la inversión en infraestructuras o a la lucha contra el VIH. Pero también a dar luz verde a uno de los elementos más polémicos en la política actual, como la espiral arancelaria, nuevas restricciones al aborto y la mano dura contra la inmigración irregular. Nada se ha descafeinado en su agenda. "En el pasado, la mayoría de la gente de esta sala estaba a favor de un muro [en referencia a los tramos levantados por anteriores Administraciones]. El muro [en la frontera con México] adecuado nunca se construyó. Lo haré yo”, prometió. O se prometió a sí mismo. Porque sin el control de la Cámara baja, no puede aprobar el presupuesto necesario.

La ceremonia, para empezar, se celebró de forma accidentada. El discurso de la Unión, uno de los días grandes de un presidente, tiene lugar cada año a invitación del presidente de la Cámara de Representantes. Pelosi citó al republicano para el 29 de enero, pero como la Administración se hallaba parcialmente cerrada por el pulso sobre el muro le obligó a aplazarlo. Surgió la valla fronteriza varias veces esta noche. Insistió el mandatario en que la obra es necesaria para combatir una inmigración irregular que vincula sin contemplaciones con la delincuencia.

Trump saludó en el público a una familia cuyos abuelos octogenarios habían sido asesinados por un inmigrante sin papeles. Los hizo levantarse y recibir una ovación. "Ninguna vida americana debería perderse porque nuestro país fracasó a la hora de controlar su peligrosa frontera", clamó.

Frente a esa visión de la migración, se alzó la de la demócrata Stacey Abrams, la elegida por el Partido Demócrata para dar la réplica al discurso sobre el estado de la Unión de Donald Trump. “Estados Unidos es más fuerte por la presencia de inmigrantes, no de muros”, afirmó.



El presidente llegaba a este discurso debilitado políticamente y asediado por hasta 17 investigaciones, entre ellas, la de la trama rusa, que busca esclarecer si hubo un pacto entre su entorno y el Kremlin para interferir en la campaña electoral de 2016 y favorecer su victoria. Trump reclamó el fin de las "ridículas investigaciones partidistas", las cuales, señaló, pueden llevar al traste la buena marcha de la economía.

El público que le escuchaba reflejaba bien la atmósfera fracturada del país. Los aplausos de los republicanos se mezclaban con los rostros escépticos de los demócratas, sobre todo los de la nueva hornada de legisladores, más jóvenes y más reacios a los protocolos. Era una noche cargada de símbolos. Las mujeres demócratas, presentes en números récord en la historia del Capitolio, vestían de blanco en homenaje a las sufragistas estadounidenses.

Y cada invitado era una declaración: si la primera dama, Melania Trump, invitó a un niño que ha sido objeto de acoso escolar (bullying) por apellidarse Trump; la joven demócrata Alexandria Ocasio-Cortez llevó a la activista Ana María Archila, quien se hizo famosa el pasado septiembre por su sonada protesta al senador Jeff Flake en un ascensor, en plena batalla por el nombramiento del conservador Brett Kavanaugh como nuevo juez del Supremo. Si el senador de Florida, Marco Rubio, trajo a Carlos Vecchio, nombrado representante en Washington por Juan Guaidó, a quien EE UU acaba de reconocer como presidente venezolano, en oposición a Nicolás Maduro; la precandidata presidencial Kirsten Gillibrand se acompañó de Blake Dremann, un soldado transgénero condecorado que, si las políticas de Trump siguen adelante, ahora ya no podrá enrolarse en el Ejército.

Porque la era Trump, en medio de astracanadas y ruido, ha cambiado muchas cosas en Estados Unidos. Políticas regresivas en materia de aborto y de la comunidad LGTBI se han abierto paso bajo el rodillo republicano en el Congreso, la mayor rebaja de impuestos desde Ronald Reagan ha visto la luz, los compromisos medioambientales de Barack Obama se han liquidado y la política exterior ha dado un giro de 180 grados. Trump ha terminado con el acuerdo nuclear sobre Irán, ha trasladado la sede de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén y ha decidido el repliegue de tropas en Siria contra el criterio del Pentágono y de los aliados.

Trump confirmó que los próximos días 27 y 28 de febrero se celebrará una segunda cumbre con el dictador norcoreano Kim Jong-un, para abordar la desnuclearización del país, pese a los escasos avances desde la mantenida en junio pasado en Singapur. Sacó brillo a esas conversaciones, sin embargo. Hiperbólico, llegó a decir: “Si yo no hubiese salido elegido presidente, ahora mismo estaríamos, en mi opinión, en una gran guerra con Corea del Norte, con millones de personas potencialmente muertas”.


Las 10 frases del discurso del estado de la Unión de Trump

El presidente insiste en la necesidad de construir un muro en "el Estado sin ley" de la frontera sur, defiende que EE UU nunca será un país socialista y pide aprobar una ley para limitar el aborto

El presidente estadounidense, Donald Trump, durante su discurso. En vídeo, el discurso de Trump en 10 frases.

El segundo discurso del estado de la Unión del presidente Donald Trump estuvo marcado por su insistencia en reforzar las fronteras para detener la inmigración irregular, en los logros económicos que atribuye a su Administración y en la posición de Estados Unidos frente al resto de las potencias mundiales. El presidente se mostró enfático en que el Congreso debe trabajar en conjunto para lograr las propuestas "por el bien de la nación". Frases como que Estados Unidos no será nunca un país socialista o una petición para limitar el aborto dividió a la audiencia. Los republicanos aplaudían de pie, mientras los demócratas permanecían sentados en sus puestos en silencio.



Estas son las 10 frases que resumen el discurso:
"Debemos rechazar las políticas de venganza, resistencia y retribución, y abrazar el potencial ilimitado de la cooperación, el compromiso y el bien común".


“Si va a haber paz y legislación, no puede haber guerra e investigación. ¡Simplemente no funciona de esa manera!”, en referencia a la investigación de la trama rusa.


"Se está produciendo un milagro económico en Estados Unidos y lo único que puede detenerlo son las guerras estúpidas, la política o las investigaciones partidistas ridículas".


"Condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas han convertido a la nación más rica de Sudamérica en un Estado de pobreza extrema y desesperación".


"Esta noche renovamos nuestra determinación de que Estados Unidos nunca será un país socialista".


"Le estoy pidiendo al Congreso que apruebe una ley para prohibir el aborto tardío de niños que pueden sentir dolor en el vientre de la madre".


“La tolerancia para la inmigración ilegal no es compasiva. En realidad es muy cruel".


“El Estado sin ley de nuestra frontera en el sur es una amenaza para la seguridad y el bienestar financiero de todos los estadounidenses. Tenemos el deber moral de crear un sistema de inmigración que proteja las vidas y los empleos de nuestros ciudadanos".


"En el pasado, la mayoría de las personas en esta sala votaron por un muro [con México], pero el muro adecuado nunca se construyó. Yo lo construiré".


"Si no hubiera sido elegido presidente de Estados Unidos, ahora mismo, en mi opinión, estaríamos en una guerra importante con Corea del Norte".