Kicillof se reunió con el FMI y hablan de una salida a la Portugal

El kirchnerismo busca imitar la renegociación del país ibérico, que apostó a un shock de consumo interno. Lavagna haría un planteo similar el lunes.


Por Fernando Heredia


En el marco de las reuniones que está realizando con el arco político opositor, el FMI se juntó el personaje que supuestamente más pánico despierta en el mercado: el ex ministro de economía del kirchnerismo, Axel Kicillof.

No obstante, esta tensión no se reflejó en el encuentro, donde primó un trato cordial y sorprendió por su extensión de una hora y cuarenta minutos, donde según cuentan en el entorno del ex ministro, "se tocaron todos los temas". Es que a diferencia de lo que se cree, en el kirchnerismo sostienen que el contacto con el FMI es habitual desde hace varios meses. "Lo de hoy fue solamente una formalidad", indican.

En rigor, las charlas más jugosas se dieron en llamados informales que no llegaron a trascender y donde el equipo económico de Cristina manifestó su convicción de efectuar una renegociación "a la portuguesa".

Se trata de un sorprendente caso con excelentes resultados económicos, que rompe con las políticas de austeridad que hegemonizaron a Europa luego de la crisis internacional del 2008. Tras años de ajuste fiscal a partir de las durísimas condiciones que impuso la "Troika" (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo) a cambio de un salvataje por USD 91.000 millones, el gobierno socialista portugués que asumió en 2015 propuso un giro completo en el programa, que tras largas negociaciones finalmente fue aceptado.

"Hay que defender la rentabilidad de las empresas"

Se apeló a un "shock de consumo interno" a partir de un fuerte aumento de jubilaciones y salarios (que acumulan un alza del 18,8%), un bono social a la electricidad y al gas, una reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y un incremento de los impuestos a las empresas con beneficios superiores a los 35 millones de euros.

A pesar de las previsiones apocalípticas, se mejoraron todos los indicadores económicos. La economía entró rápidamente en un sendero de crecimiento que no se veía desde hacía 15 años, el desempleo se redujo a la mitad, el déficit fiscal fue el menor desde el regreso a la democracia, la inversión comenzó a avanzar a tasas del 10% y la deuda se redujo tanto que en poco más de tres años se pagó por completo el crédito del FMI.

El impacto fue tan inesperado que el propio Fondo reconoció su error y hasta el ultra ortodoxo ex ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schauble, calificó a su par portugués como "el Cristiano Ronaldo de los ministros de Finanzas europeos".

Uno de los encargados de estudiar este tema es el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli, que comparó la estrategia de Macri con los casos de Grecia, Ucrania y Hungría, los cuales "adoptaron la receta de ajuste ortodoxo y la pérdida de derechos laborales, y al cabo de cuatro años profundizaron su recesión, con el consiguiente aumento del desempleo y su nivel de endeudamiento".

"Particularmente estuve siguiendo los últimos meses el caso portugués porque mantener una pauta de superávit fiscal mediante el ajuste es una ficción. Cuando haces un ajuste te pega en la propia recaudación y terminas agravando todos los problemas. La manera de salir es mediante un crecimiento, recuperación del salario real, recuperación del consumo y la demanda que te mejora la recaudación", explicó a este medio.

Desde el entorno de Kicillof, afirmaron que si bien no se hizo este planteo en la reunión que tuvieron esta tarde en el despacho de Diputados, "Portugal es un ejemplo de salida con crecimiento".


"El objetivo de Axel fue ir a escuchar porque el Fondo tiene un papel central en la política económica del país en este momento. Cuestionó que el acuerdo se impulsó sin tener un amplio consenso político como debería dada su importancia, y manifestó su preocupación por las consecuencias que está trayendo como la fuerte desindustrialización y los ajustes en salud, ciencia y educación", expresaron a este medio.

A su vez, subrayaron que tanto el italiano Roberto Cardarelli como el jamaiquino Trevor Alleyne, manifestaron su preocupación por la situación económica actual, reconociendo que existen muchos riesgos.

Las reuniones del organismo con sede en Washington continuarán el próximo lunes en la cita que mantendrán con Roberto Lavagna, quien según pudo saber este medio, también tomaría el caso de Portugal como referencia de salida para proponerle a Cardarelli.

"Hay bastantes entendimientos entre nosotros y el lavagnismo en varias cosas. Con algunos matices, tenemos una misma línea de pensamiento", indicaron desde el kirchnerismo y hasta indujeron un posible acuerdo electoral.