Bolsonaro enfrentado con el Papa Francisco





Bolsonaro teme la injerencia del Vaticano por críticas a su política para el Amazonas


Servicios de inteligencia militares y la Agencia Brasileña de Inteligencia presentaron informes sobre el impacto negativo para el gobierno de Bolsonaro en caso de una crítica sobre asuntos ambientales por parte del Vaticano.

El gobierno de Brasil ve con preocupación una posible "violación de soberanía" por parte del Vaticano en el Sínodo que el papa Francisco organizará en octubre sobre la Amazonia, de la cual Brasil posee el 60%. El general Augusto Heleno, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, encargado de los servicios de inteligencia, afirmó que existe preocupación sobre el impacto internacional de una crítica de los obispos amazónicos a las políticas de Bolsonaro, sobre flexibilización de la fiscalización ambiental y el fin de la demarcación de tierras indígenas. El diario O Estado de Sao Pauloinformó que servicios de inteligencia militares y la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) presentaron informes sobre el impacto negativo que tendría el gobierno de Bolsonaro en caso de una crítica sobre asuntos ambientales por parte del Vaticano. "Creemos que eso una interferencia en asuntos internos de Brasil", dijo el domingo Heleno, uno de los principales asesores en geopolítica de Bolsonaro, cuya elección tuvo el apoyo de las principales iglesias evangélicas, como la poderosa y oficialista Iglesia Universal del Reino de Dios, dueña de la TV Record, del magnate Edir Macedo.La base evangélica fue considerada clave para la elección de Bolsonaro en las periferias de las grandes ciudades.




Preparación del Sínodo de la Amazonia.

El gobierno del presidente Jair Bolsonaro negó que realice espionaje sobre miembros de la Iglesia Católica, aunque reconoció estar preocupado con el Sínodo de la Amazonia convocado por el papa Francisco.
La Iglesia católica "no es objeto de ningún tipo de acción" por parte de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), informó este lunes una nota oficial del Gabinete de Seguridad Institucional, cuyo titular es el ministro Augusto Heleno.


A través de ese comunicado el gobierno rebatió informaciones publicadas el domingo sobre el supuesto espionaje sobre miembros de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB, sigla portugués), entidad que trabaja en la coordinación de algunos de los debates que se realizan sobre el Sínodo de la Amazonia.
El papa Francisco lanzó el año pasado las actividades de dicho Sínodo que serán concluidas en octubre próximo con una reunión en la que participarán representantes de decenas de naciones en el Vaticano.
En uno de los textos preliminares elaborados como orientación de los debates la Iglesia manifestó su alarma ante la situación de la Amazonia "despedazada por los efectos nocivos del neoextractivismo y la presión de grandes intereses económicos".
En otro párrafo del comunicado divulgado este lunes el gobierno al mismo tiempo que niega espiar a los obispos reconoce tener algunas reservas sobre la problemática propuesta por el Sumo Pontífice. "Parte de los temas del referido evento afectan, de cierta forma, a la soberanía nacional,por eso reiteramos el entendimiento de que cabe a Brasil cuidar de la Amazonia Brasileña", puntualizó la nota oficial.


El general Heleno, que antes de ser ministro fue comandante del Comando Militar de la Amazonia, declaró el domingo que "estamos preocupados y queremos neutralizar eso (Sínodo)" por ser una forma de "interferencia" en los asuntos internos brasileños.
"Hace mucho tiempo que la Iglesia y las Ongs ejercen influencia en la floresta (amazónica)", planteó el general. Según el diario Estado, el gobierno puso en marcha una línea de acción diplomática para neutralizar los efectos potencialmente "negativos" que tendría el encuentro sobre la Amazonia para la imagen internacional de Brasil.
Como parte de esas iniciativas Brasilia intentará se buscará que el gobierno de Italia "interceda" ante el Vaticano para que éste no asuma una posición excesivamente crítica.
Por su parte, el opositor Partido de los Trabajadores (PT) acusó al gobierno de seguirle los pasos a los religiosos envueltos en las actividades relativas al Sínodo.
"Es muy grave la noticia de que el gobierno de Bolsonaro está haciendo espionaje en las actividades de la Iglesia católica a través del Gabinete de Seguridad Institucional y la Agencia Brasilia de Inteligencia", afirmó la titular del PT Gleisi Hoffmann.
"Actitudes como esta además de herir a nuestra democracia están destruyendo la imagen de Brasil en el exterior", subrayó la diputada Hoffmann.