Rusia y China defienden a Maduro y lanzan una advertencia contra Trump

Los gobiernos de Putin y Xi Jinping denunciaron la intromisión de EEUU en Venezuela. Europa respaldó a Guaidó.



Luego de una jornada en que Estados Unidos y buena parte de América Latina le dieron definitivamente la espalda, Nicolás Maduro consiguió algo de aire político con un fuerte respaldo de parte de los gobiernos de Rusia y China, que advirtieron a Donald Trump contra una posible intervención en Venezuela.

Los gobiernos de Vladimir Putin y Xi Jinping ratificaron su alianza política con Maduro, que ayer también había logrado el apoyo de México y Turquía, además de sus aliados Bolivia, Cuba y Nicaragua y una posición intermedia de Uruguay. Este jueves también logró apoyo explícito de Irán

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia reiteró que reconoce la legitimidad de Maduro como presidente de Venezuela y sostuvo que el juramento como interino del opositor Juan Guaidó "y su inmediato reconocimiento por parte de Estados Unidos (...) busca acentuar la división de la sociedad venezolana, incrementar la confrontación en las calles y continuar la escalada del conflicto". Según Moscú, la creación premeditada en Venezuela de una "dualidad de poder", es decir la formación de un gobierno paralelo, "lleva directamente al caos, a la destrucción de la bases del Estado venezolano".

La cancillería rusa subrayó que en las "acciones descaradas de Washington" Rusia ve "una nueva demostración de desprecio total de las normas y principios del derecho internacional y un intento de arrogarse el papel de juez de los destinos de otros pueblos". "Salta a la vista el propósito de aplicar el guión ya probado de derribo de Gobiernos indeseados", agregó el Gobierno de Putin.

El Kremlin Moscú dijo ver "con enorme preocupación" los avisos de una serie de países "en el sentido de que no se puede excluir una intervención militar desde el exterior" y advirtió contra semejantes aventuras, "que pueden tener consecuencias catastróficas". Un mensaje claro y directo a las advertencias que hizo Estados Unidos a través de su secretario de Estado, Mike Pompeo.


"Hacemos un llamamiento a los políticos venezolanos sensatos que se encuentran en la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro a que no se conviertan en peones de una partida de ajedrez ajena", sostuvo el gobierno ruso, que calificó de "inaceptable la intromisión foránea destructiva". Además, un vocero del Kremlin negó que Maduro haya solicitado ayuda.

En el mismo sentido, el gobierno de Xi Jinping respaldó a Maduro y cuestionó la "intrusión en asuntos internos" por parte de EEUU. "China apoya los esfuerzos del Gobierno de Venezuela para mantener su soberanía, independencia y estabilidad", afirmó la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying.

Hua destacó que su país "se opone a la interferencia en los asuntos internos de Venezuela" y deseó que la comunidad internacional haga "esfuerzos en este sentido" para poner fin a la misma. "Quiero enfatizar que sanciones externas o interferencia normalmente complican aun más la situación y no ayudan a resolver los problemas reales", agregó la funcionaria.

Tras reclamar que Venezuela y Estados Unidos tengan "relaciones bilaterales basadas en un trato igualitario, el respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos de cada uno", la vocera de la cancillería china le recordó a Washington que "todas las partes se oponen firmemente a la intervención militar en Venezuela".

El presidente chino durante su visita a Argentina

Distinto fue la reacción de Europa, donde mayormente se reconoció a Juan Guaidó como presidente. Este jueves se expresaron en ese sentido los gobiernos de Francia, Reino Unido y Alemania, las principales potencias políticas y económicas del continente. Sin embargo, eso no se tradujo en un reconocimiento formal de la UE, que apoyó al opositor y pidió elecciones "creíbles".

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, habló por teléfono con Guaidó, a quien le planteó que unas elecciones democráticas y transparentes son la salida "idónea y natural" a la crisis en Venezuela. El español le trasmitió apoyo de la Unión Europea a la asamblea nacional venezolana, cuya legitimidad considera "indiscutible".

No obstante, Sánchez no ha expresado su apoyo explícito a Guaidó porque espera que la posición de la UE se defina en un Consejo de Asuntos Exteriores, que en Madrid reclaman que se realice lo antes posible. El líder del PSOE mantiene un delicado equilibrio interno por su alianza con Podemos, que apoya explícitamente a Maduro. Madrid apoyó las sanciones contra Caracas ni reconoció la legitimidad de las últimas elecciones.