Bolsonaro dará de baja planes sociales para recortar el gasto estatal

El gobierno auditará beneficios y premiará a quienes detecten fraudes

El presidente brasileño avanzará también con privatizaciones de servicios públicos



El gobierno de Jair Bolsonaro prepara un decreto presidencial con el objetivo de actualizar los requisitos y realizar una amplia auditoría sobre diversos planes sociales del Instituto Nacional de Seguro Social (INSS), en un nuevo intento por achicar el gasto público y reducir el déficit.

La medida, según informó Folha do Sao Paulo, prevé un incentivo de 57 reales (poco más de u$s15) a los analistas y técnicos por cada irregularidad descubierta en la asignación de planes y pensiones.

Según las estimaciones del gobierno, la revisión podría generar un ahorro de u$s3.000 millones por año en el pago de incentivos, equivalente a un 4,2% del déficit anual de la asistencia social. No obstante, señala el medio paulista, si la intención es eliminar el balance negativo de la seguridad social, todavía haría falta reducir en unos u$s60.000 millones el presupuesto de planes y beneficios.

El periódico detalló que los principales programas que están en la mira de las autoridades son las pensiones por invalidez y muerte, la jubilación rural y el "auxilio reclusión" (una ayuda para las personas económicamente dependiente de individuos con condenas en prisión), beneficios que ya han sido criticados por el presidente y sus asesores.

Entre los cambios que se alistan, se prevé mayores controles para evitar fraudes, así como una posible prohibición de la superposición de dos beneficios.

También con el objetivo de reducir el déficit estatal, Bolsonaro ratificó el impulso a un vasto plan de privatizaciones, todavía en borrador, que reducirá a su mínima expresión el "intervencionismo" del Estado en la economía y liberará de las "amarras" a la empresa privada.

También se avanzará en una reforma del régimen de jubilaciones, que de acuerdo al ministro de Economía, Paulo Guedes, formado en la Escuela de Chicago, tendrá como objetivo final la adopción de un sistema de fondos privados, similar al que existe en Chile.

Esos anuncios animaron al mercado financiero y en los primeros días del nuevo Gobierno, la Bolsa de Sao Paulo alcanzó un récord histórico atrás del otro.