Riesgo país y seguros de default se dispararon a valores récord

Temores por el programa financiero 2020





Con el financiamiento virtualmente cerrado, crecen las señales de desconfianza del mercado sobre la capacidad de pago de la deuda. Ayer, el riesgo país se disparó 2,6% a 782 puntos básicos, a sólo uno del pico alcanzado el 4 de septiembre en plena corrida. Además, la compra de seguros de default argentinos (CDS) a 5 años se aceleró y en las últimas 4 ruedas el spread saltó 9,4% a 732.

Los temores de los fondos especulativos son varios. La falta de financiamiento para pagar los vencimientos a partir de 2020, cuando ya no estén los dólares del FMI; un potencial triunfo de Cristina Kirchner en 2019, pese a que sus economistas aclararon que no romperían con el Fondo; y la posibilidad de una nueva suba de la tasa de interés en EE.UU. Este escenario que hizo volar los indicadores de riesgo también golpeó las acciones argentinas que cotizan en Wall Street y en la Bolsa porteña. Ayer, todos los ADR nacionales cerraron en rojo y se desplomaron hasta 8,2%, mientras que el Merval cayó 3,9%.

La fragilidad del esquema financiero tras el acuerdo con el FMI se plasma en el apetito por los CDS argentinos, seguros de default que compran los fondos de inversión para protegerse contra una eventual cesación de pagos o una fuerte caída de los títulos de deuda. Por la creciente demanda, el spread de los CDS se ubica 500 puntos básicos por encima de los valores de comienzos de año.

"El spread de los CDS se abrió mucho y eso tira para abajo los bonos e impacta en el riesgo país", explicó Daniel Chodos, jefe de estrategia de bonos de Credit Suisse. Así, el indicador que mide el JP Morgan cerró ayer en 782 puntos, en línea con el nivel de septiembre. Para encontrar valores equivalentes, hay que retrotraerse cuatro años a tiempos de conflicto con los fondos buitres.

Los títulos en moneda dura queman y ayer cedieron hasta 2,7%. "Hay ventas y no hay nada de compras por varias cuestiones. Desde lo técnico, porque los fondos de afuera, que están muy cargados de bonos argentinos, continúan su desarme. Diciembre es un mal mes porque los fondos reducen sus posiciones más riesgosas y Argentina fue uno de los países de peor performance en 2018. Y de fondo, los inversores tienen tres grandes interrogantes: las elecciones de 2019, el financiamiento después del 2020 y la caída de la economía que no ayuda para mejorar las expectativas", sostuvo Chodos.

Para Andrés Asiain, director del CESO, la razón de la suba del riesgo país es el programa pos 2019: "El FMI le da la plata al Gobierno para llegar hasta las elecciones sin default pero deja un esquema de financiamiento inviable para el próximo mandato. Macri recibe US$ 53.000 millones y el próximo Gobierno va a tener que devolverle US$ 57.000 millones más los bonos que ya vencían". En 2021 y 2022, vencerán alrededor de US$ 50.000 millones y sin fuentes de financiamiento. Por eso, los bonos que vencen hasta octubre de 2019 tienen un bajo spread de tasa respecto de los bonos estadounidenses y los que vencen a partir de 2020 tienen uno muy alto.