El presupuesto griego apuesta a medidas sociales y a sostener el poder adquisitivo de las jubilaciones

Tsipras defendió el presupuesto




El Parlamento griego aprobó la primera ley de presupuesto desde que salió de sus programas de asistencia financiera internacional, que incluye una serie de medidas sociales y excluye una baja de jubilaciones acordada inicialmente con los acreedores.

"Votamos el primer presupuesto tras el fin de los rescates, un presupuesto de expansión fiscal después de ocho años de austeridad", dijo en el Parlamento el primer ministro griego, el izquierdista Alexis Tsipras.

La debacle financiera, que comenzó a fines de 2009, dejó al país al borde de tener que abandonar la eurozona y lo obligó a aceptar tres tres rescates financieros por casi 300.000 millones de euros a cambio de fuertes ajustes.

En el debate, Tsipras recalcó que asumió las riendas de un país cuyas jubilaciones habían sufrido recortes por un total de 40.000 millones de euros, cuya tasa de desempleo había alcanzado el 28% y cuya economía había perdido una cuarta parte de su riqueza.

Los presupuestos generales 2019 prevén unos ingresos netos de 53.806 millones de euros, un 0,35% más que este año, y un gasto de 56.956 millones, un 2,26% menos que en este ejercicio.

Al mismo tiempo, el erario prevé un superávit primario -que excluye el pago de la deuda y de sus intereses- del 3,6% del Producto Bruto Interno (PBI), una décima por encima del objetivo fijado con los acreedores, lo que permitirá prescindir del recorte de las pensiones acordado inicialmente.