De grietas funcionales



Alberdi y Rosas más no se podían odiar, ¿no? Rosas lo persigue a Alberdi, Alberdi se va al exilio y el tipo escribe en Montevideo el periódico Muera Rosas. Pero se encuentran en Londres y se dan cuenta que son dos exiliados, que la patria les pagó muy mal, con ingratitudes, a uno le sacaron todo su capital, al otro lo dejaron sin laburo, en el caso de Alberdi.

Entonces Alberdi le va a hablar a Rosas y le dice "yo sigo pensando muchas cosas sobre usted, pero la verdad como abogado le están haciendo un juicio injusto en ausencia, me ofrezco a ser su abogado". Y Rosas le dice "Bueno, valoro su enorme grandeza pero no le conviene. Primero porque no tengo plata y segundo porque no se lo van a perdonar nunca en su vida. Así que venga un abrazo".