Trump mete el tema de lo inmigrantes en la campaña electoral

Spot apela a la imagen de un mexicano condenado por asesinato

Mensajes contra los inmigrantes en la campaña electoral del Partido Republicano


La imagen amenazante de un mexicano que había sido deportado pero que retornó a Estados Unidos y luego fue condenado por asesinar a dos policías de California, fue utilizada por el presidente Donald Trump para un polémico spot publicitario, a cinco días de las elecciones legislativas.
El aviso político, que lleva la firma del Partido Republicano, acusa al Partido Demócrata de conspirar para ayudar a personas a las que consideran "invasores centroamericanos" con el fin de llenar el país con asesinos de policías.
Analistas locales consideran al spot como el de mayor carga racial de los últimos 30 años.
El aviso publicitario, enviado a Twitter por el presidente a horas de las elecciones de medio término del 6 de noviembre próximo, "es el paso más extremo hasta el momento en el cierre más inflamatorio de cualquier campaña que se recuerde", subrayó hoy la cadena CNN.
El anuncio, producido por la campaña de Trump, está protagonizado por Luis Bracamontes, el mexicano condenado en febrero pasado por el asesinato de dos policías de California.
"Pronto mataré a más policías", asegura sonriente Bracamontes en la corte que lo condenó. Al mismo tiempo, sobre la pantalla se lee el mensaje: "Los demócratas dejaron que entrara a nuestro país. Los demócratas le permitieron quedarse".
El presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Perez, dijo que el anuncio era una señal de desesperación y sugirió que Trump estaba perdiendo la discusión sobre el sistema de salud que está en el centro de la campaña demócrata.
"Este es el Donald distractor y divisivo en su peor faceta", dijo Perez en el programa "Cuomo Prime Time" de CNN. "Esto se trata de infundir temor... Ellos tienen que tratar de infundir temor y su mensaje dirigido favorito es el de la inmigración.
Este ha sido el manual de Donald Trump durante mucho tiempo", acotó.
El aviso publicitario recuerda a otro político conocido como "Willie Horton", que fue financiado por simpatizantes de la campaña de George H.W. Bush en la elección presidencial de 1988.
Horton era un homicida condenado, que cometió una violación durante un permiso bajo un programa en el estado de Massachusetts, donde el aspirante demócrata Michael Dukakis era gobernador.
Hasta ahora, ese era visto como el anuncio más racista en la historia política moderna, en el cual se ponía en juego el temor de los blancos y los estereotipos sobre los negros. En ese momento fue considerado devastador para la campaña de Dukakis.