Resumen semanal: La agonía del plan Perdurar


 

En los meses de Abril y Mayo tuvo lugar un punto de inflexión importante en el escenario político. Hasta abril, el macrismo había tenido éxito en la instalación de la narrativa de “estamos mal pero vamos bien” “ Se robaron todo y ahora hay que pagar la fiesta”. “Doce años de populismo” “70 años de peronismo” hay que dar vuelta la historia y no es fácil” “Ibamos camino a ser Venezuela” “Si ganaba Scioli hubiera sido peor” “Por los menos no se roba” “ No hay cadenas nacionales”, “Reparación histórica” “Segundo semestre” “ya se vienen los brotes verdes” “Va llegar una lluvia de inversiones” For ever 21, Apple” etc.

El meta mensaje era: estamos complicados pero este es el camino correcto.

En abril-mayo se rompió ese contrato narrativo. La gente vio a Caballero (Peña-Central-Dujovne) pifiar, 1 a cero abajo y miedo.

Rota la confianza de la gente y de los mercados, los medios hasta acá con un acompañamiento cuasi-soviético empezaron moderadamente a criticar, el gobierno no estaba preparado para eso (que te blinden mediáticamente te quita competitividad).

Se agotó la narrativa, se abrieron nuevos frentes de batalla, creció la oposición, la situación económica erosionó el humor social, el mundial no ayudó, nuevos tarifazos, los precios suben fuerte, el gobierno comete un error detrás del otro, y la única reacción viene por el lado de Bonadío o la causa Nisman. Lo que funcionó en el pasado pero no revela la misma eficacia ahora.

De López a los cuadernos, el efecto no sólo ya no es el mismo en términos de liquidar el partido sino que se logran empates pírricos, con costos y lateralidades que se vuelven un boomerang.

La frase atribuida por Carlos Pagni a un ministro del gabinete nacional, “si no hay pan, que haya circo”, revela que desde el gobierno alguien pensó que el desfile de los arrepentidos desviaría la atención de los problemas económicos.


Esto no pasó de ser una expresión de deseos, porque aun en el segmento “Indignados” de las encuestas de opinión, el tema genéricamente denominado de la corrupción es precedido por las cuestiones económicas, como inflación y tarifas. Los problemas del gobierno siguen siendo la insuficiente generación de dólares genuinos, el cierre del financiamiento para el Estado y para las empresas argentinas por la desconfianza sobre el repago de una deuda que creció de modo vertiginoso, la fuga incesante de capitales y la resistencia social a sus políticas destructivas de la producción y el empleo.

Desde que los cuadernos ganaron la agenda pública la capitalización de Techint en el mercado mundial cayó 20%, también podría abrirse una investigación en la SEC estadounidense y habría interesados globales en la compra de sus activos a precio muy reducido


La teoría del sacrificio permanente para cosechar frutos de bienestar en algún futuro siempre esquivo ha demostrado con dramatismo que solo era un mecanismo de engaño político con el fin de PERDURAR.

Frente a una realidad tan agobiante, la pregunta obsesiva de empresarios, trabajadores y ciudadanos en general es si el modelo macrista finalmente estallará por los aires o existen posibilidades de conservarlo con respirador hasta las elecciones presidenciales. si se adelantan las elecciones o no, en principio el gobierno pensaba en abril, luego pensó en marzo, y en la semana lo mandaron a Pagni a lanzar el globo de ensayo de diciembre.

Un periodista afín al gobierno caracterizó en privado y de manera contundente la actual coyuntura política, institucional y socioeconómica: “Esto es un 2001 de baja intensidad”.
En efecto, la reciente crisis turca puso en evidencia la fragilidad récord que la economía nacional muestra a los inversores. Fue la agencia Bloomberg la que advirtió acerca de la extrema vulnerabilidad de nuestra situación macroeconómica y, discretamente, recomendó a sus seguidores no entrar en el laberinto, o si ya lo hicieron, salir rápidamente de las posiciones en Argentina.

Recientes informes de CEPA, CESO y Cifra muestran ya que el nivel de destrucción de empleo en julio de este año duplica al del año anterior, al tiempo que la UCA, una consultora privada afín al Gobierno, ya advierte que la indigencia trepará al 10% de la población general y proyectando al 15% en los menores de 18 años. La indigencia es la línea del hambre liso y llano.

Una línea de pobreza para un hogar tipo de cuatro miembros supera hoy los $ 20 mil mensuales, el doble del salario mínimo legal recientemente actualizado, y por ejemplo, el promedio salarial del 34% de trabajadores informales y cuentapropistas no llega a $ 16 mil. Los salarios, planes sociales, jubilaciones y pensiones se ajustan entre 5 y 10 puntos por debajo de la inflación prevista del 32% (en escenarios favorables), y la inflación de canasta alimentaria básica ya supera el 40% anualizado.
La pérdida de reservas del Banco Central desde que comenzó el año alcanzó a 28.097 millones de dólares. De ese total, 8484 millones se esfumaron desde el 22 de junio, cuando ingresó el primer tramo del crédito del FMI por 15.000 millones. La sangría de divisas se está produciendo desde entonces a un promedio de 217 millones de dólares por día. La cifra pone en evidencia el fracaso de la apuesta del Gobierno por regenerar la confianza a través del acuerdo con el Fondo Monetario.

Utilizar reservas para cancelar pasivos en pesos incrementa el riesgo de refinanciamiento de las Letes emitidas en dólares; en consecuencia, para 2019 necesitamos US$ 20.000 millones adicionales.

* Si no hubiera estallado la bomba de los Cuadernos -sumado a la fila interminable de delatores colaboradores con la Justicia-, igualmente a nuestro país no ingresaría un sólo dólar.

* Si no hubiera estallado la Guerra Comercial -con China primero y con Turquía después-, igualmente a la Argentina no ingresaría ni un sólo dólar.


* Si hubiera el Congreso aprobado los allanamientos y desafuero de Cristina Fernández Kirchner, igualmente a nuestro país no ingresaría ni un sólo dólar.

Y lo que es peor, no hemos podido obtener las repo del pool de bancos por U$S 5.000 millones, sólo un swap con China que no se puede utilizar sino para el intercambio comercial con este país.

Solamente ajustado por inflación, el tipo de cambio real debiera valer $ 52 / $ 58; sin embargo el Gobierno insiste en dilapidar reservas a velocidad récord y por montos cercanos a la irracionalidad para tratar de evitar lo inevitable.

Según el manual Duránbarbista de manipulación de masas, a estas hay que mostrarles cosas bien concretas, conocidas, para que las puedan visualizar: bolsos, bóvedas, cuadernos. En los años ’80, Bernardo Neustadt le mostraba a Doña Rosa un teléfono que no andaba para explicarle por qué había que privatizar YPF.

Le tocó el turno a los cuadernos. Reality show que se las trae, porque se pone sobre el tapete directamente a altos empresarios y sus vínculos con la corrupción (exclusivamente del gobierno anterior, se entiende). El juego desatado por el oficialismo es riesgoso para sí mismo, dado que su líder forma parte del club de los contratistas del Estado.

El problema es que el gobierno se subió a una guerra por los contratos entre EE.UU. y China, y ninguno de estos dos jugadores van a dudar en sacrificar a un gobierno en caída libre.

Se puede hablar de un éxito táctico del gobierno: cambiar el eje de la discusión pública, cuando el financiamiento de las campañas electorales de Cambiemos hacía peligrar la imagen de transparencia y de nueva política que se había querido fingir.

Pero se pueden observar dos nuevas amenazas sobre la gestión macrista: a) La denuncia de los contratistas del Estado puede ser inmanejable: los vínculos son muchos, todos saben cosas y es un equilibrio inestable. Por ahora se ha convertido en un cuento de hadas, donde laboriosos empresarios fueron extorsionados por perversos funcionarios (del gobierno anterior, claro). Pero no se sabe cómo sigue, porque se está jugando con combustible muy inflamable. Y b) no faltan malas noticias económicas globales y locales, como para que se genere un efecto Lava Jato sin verdadero Lava Jato. En Brasil, la operación mediático-judicial le está costando la salud de las grandes empresas del país, además de una paralización de inversiones concretas. En el caso argentino, si bien el macrismo quiere transformar el caso en un festival de acusaciones contra el gobierno anterior que ni rocen el fenómeno estructural de la obra pública, el hecho de afectar a las constructoras —que deberían ser el año que viene junto con el campo los dos motores que impulsen la salida de la recesión— puede ser un problema serio, no sólo microeconómico y sectorial, sino también político.

El memo del FMI dice en un párrafo que muestra creatividad: “A rigorous and systematic analysis indicates that debt is sustainable but not with a high probability”, que traducido significa: “Un análisis sistemático y riguroso indica que la deuda (externa argentina) es sostenible pero no con una alta probabilidad”.
 
Argentina está quebrada e insolvente, el descrédito sobre el gobierno aumenta peligrosamente mientras la recesión y la inflación vacían los bolsillos del ciudadano que paga impuestos, ¿cuánto falta para que además de este 'Combo' ingresemos en un proceso anárquico ...?

Este nuevo Plan perdurar se va a acabar mucho mas pronto que el anterior y después será la hora de lo desconocido.

Lejos quedó atrás la máxima macrista en campaña de que “la devaluación no genera inflación”. Ahora la discusión es cuál es el grado de traslado de la suba del dólar a precios internos (‘pass through’), teniendo en cuenta que la eliminación de varios resortes regulatorios hace todavía más directa esa relación.

Básicamente, el aumento del dólar está impactando casi de lleno en alimentos, energía e insumos básicos que repercuten en la canasta básica de la población. A contramano, el Gobierno reprime la discusión salarial y flexibiliza las condiciones laborales, lo que en un contexto recesivo y de pérdida de empleo como el actual, se traduce en una importante pérdida de poder adquisitivo.

El deterioro de las condiciones sociales en el país es cada vez más evidente y todavía no comenzó a sentirse el efecto del ajuste que acordó el gobierno con el FMI. Hace quince días, Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), había adelantado que la pobreza del primer semestre del este año se ubicará entre 32 y 33 por ciento, contra el 29 de la medición del segundo semestre de 2017.

La semana pasada reiteró el pronóstico y aclaró que el aumento de la pobreza afecta principalmente a los niños. Incluso, aclaró que si no se contaran los programas sociales, el nivel de indigencia –aquellos que no acceden a comer todos los días– se duplicaría. Según el Indec, dentro del universo de pobres se distingue un 3,5 por ciento de hogares indigentes que incluyen el 4,8 por ciento de las personas. A fines de septiembre, dará a conocer las cifras de la primera parte del año.

“A mí me duele muchísimo porque era mi principal compromiso y sé lo que significa estar en la pobreza, porque los visito, porque recorro, porque hablo. Y sé la desesperación y las ganas, a partir de un buen trabajo, por salir de ese lugar”, dijo Macri. Luego volvió a despegarse de la volatilidad financiera, la que justificó en cuestiones externas. El dólar “está más calmo en las últimas semanas, pero estamos en un mundo globalizado y toda esta volatilidad, que no depende de nosotros”.